capítulo cuatro.

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seoul se encontraba sentada en la sala de espera del centro marino, acompañada de taehyung, quien se encontraba igual o más nervioso que ella. la mano de taehyung buscó inconscientemente la de seoul, la cual la tomó. 

aún estando en una situación crítica, seoul tenía esperanzas de que la pequeña iba a salir con vida. 

— quiero llorar.

— no lo hagas, estará bien. — respondió seoul tranquila.

taehyung parpadeó tratando de alejar sus lágrimas de sus ojos y soltó un suspiro, el cual fue interrumpido por la puerta de la sala de emergencias a su lado.

los dos se pusieron de pie al instante, aún sostenidos de la mano.

— ¿qué? — preguntó seoul alarmante.

el doctor le sonrió, dándole a entender que key estaba bien. 

— ella está bien, solo fue un mal balance en sus signos vitales. estará en observación unos días, y luego podrá volver al tanque.

seoul suspiró, sintiendo cómo el agarre de la mano de taehyung se aflojaba.

entraron a ver a key, quien estaba sedada sobre una mesa metálica. a los dos chicos se les arrugó el corazón al verla de esa manera, sabiendo que la enfermedad que padecía avanzaba con rapidez.

las caricias y ánimos no carecieron en ese momento, pues tanto como seoul y taehyung, como el señor kang y los enfermeros, se dedicaron a brindarle atención.

luego de unas horas más trabajando, eran casi las once de la noche cuando seoul salió de su turno. lo bueno de haber trabajado un poco de horas de más, es que al día siguiente no tendría que ir a trabajar.

taehyung se despidió de seoul, y luego se subió al auto de su madre, quien había pasado a recogerlo. el señor kang se quedó un poco más, pues tenía que ordenar un par de ingresos de los últimos meses.

seoul salió de su pequeña oficina, la cual compartía con taehyung. se abrazó al abrigo que tenía encima, olvidándose del dueño de este. apagó las luces, y después comenzó a caminar hacia el estacionamiento del lugar.

el frío aire golpeó su rostro, pero no se inmutó. sus ánimos aún no estaban al cien, así que no se molestó en cubrirse más.

pero un cálido toque la hizo sobresaltarse, al sentir cómo rodeaban su cuello con una tela caliente. volteó su mirada hacia un lado, encontrándose con un muy abrigado jungkook.

en ese momento, seoul recordó que el chico le había prometido que la esperaría.

— jungkook. — dijo.

— hola. — le sonrió — ¿ya saliste?

ella asintió. — ahora si. ¿qué haces aquí? — preguntó, aun sabiendo ya la respuesta.

jungkook se encogió de hombros y comenzó a caminar a su lado.

— tienes algo que me pertenece.

seoul lo miró. — ¿qué cosa?

su corazón nuevamente comenzó a latir fuertemente, así que solo se mantuvo callada.

— mi abrigo.

— oh, cierto. — murmuró ella mientras lo veía.

— y una cita.

jungkook soltó una risa al ver las mejillas de la chica a su lado, así que se acercó a ella y la miró.

— ¿si quieres? prometo ser divertido. 

swindle 사취 ; jeon jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora