capítulo uno.

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la pancarta tenía el rostro de aquel muchacho en ella, decorada con corazones y letras grandes y de colores que expresaban el amor hacia el. sin contar las pegatinas de conejitos por todos lados, junto con las de los corazones y las estrellitas.

sin duda, la pancarta más tonta que hoseok y hyerin pudieron haber hecho.

seoul soltó un gruñido cuando por fin pudo enredarla de nuevo, percatándose ahora de la luz blanca que la golpeaba. cuando levantó su mirada hacia el público, se dio cuenta de que todos la miraban.

cada una de las miradas dentro de aquella cancha, y sobre las gradas, estaban dándole su atención completamente.

confundida y algo frustrada, tragó saliva al percatarse de que una foto de ella sosteniendo la pancarta, había aparecido en la pantalla grande situada en la cancha. al instante, todos comenzaron a silbar, provocándole pánico y pena. quería salir de ahí, se sentía cohibida al recibir toda aquella atención.

se encogió en su asiento mientras dejaba la pancarta a su lado.

¡es una chica tímida, ay! ¡un aplauso para la chica tímida con la pancarta más bonita del juego!

seoul hizo una mueca mientras se tapaba el rostro y bajó su mirada, sintiéndose pequeña frente a todos.

por otro lado, el corazón del cerebro del equipo, mejor conocido como quarterback, comenzó a saltar de la felicidad al haber visto a aquella chica con aquella pancarta cuarenta veces más grande que ella.

trató de grabar su rostro con determinación, algo en él había despertado en ese mismo momento.

sonrió con ternura cuando la vio sentarse nuevamente, y regresó su mirada al partido, el cual ahora que había tenido esa pequeña chispa de energía gracias a ella, estaba dispuesto a ganar.

el chico tronó su cuello cuando le tocó sacar a su equipo y caminó a sus amigos, quienes lo veían con una sonrisa divertida. sus mejillas de pronto se tiñeron de un color rosado al recordar cómo su rostro estaba plasmado en la pancarta, rodeado de muchos corazones y estrellas.

— dime que tus mejillas están coloradas porque has estado corriendo toda la jugada y no es por esa chica con la pancarta. — rio jimin, quien tenía el balón en sus manos.

— dejen a jungkook ya. — murmuró jin, quien llegó a la par de los demás — vaya sonrojada que te diste.

jungkook rio y miró de nuevo a aquella chica, quien ahora se encontraba mirando al cielo, preguntándose si los pronósticos eran mentira con respecto a que no llovería.

— ¡hey, tontos!

los chicos voltearon a ver a quien los había llamado, encontrándose con un sudoroso y agitado min yoongi.

el chico pálido gruñó, pues no quería perder el partido. — ¿qué me ven? ¡corran a sus posiciones, quedan treinta y dos segundos!

todos hicieron caso a lo que el chico les acababa de decir, así que corrieron a sus posiciones.

el reloj marcaba los treinta y dos segundos para el final del partido, aún quedando bajo una diferencia de cinco puntos. yoongi le dio a jungkook el pase final, dándole a entender que su trabajo como quarterback principal había acabado.

se sentía cansado, quería tumbarse en el centro de la cancha y simplemente dormir.

— ¿hyung?

yoongi lo observó. — ¿sí?

— ¿negro, azul o blanco? — preguntó con nerviosismo al ver cómo los jugadores del equipo enemigo se formaban según su jugada.

swindle 사취 ; jeon jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora