capítulo seis.

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— soy malo consolando, pero me han dicho que mis abrazos son los mejores, así que puedo ayudarte aunque sea un poco.

ella sonrió contra su pecho, sintiéndose de pronto un poco más animada.

— gracias por abrirme, no sé en qué estaba pensando en venir a esta hora.

— ya te dije que puedes venir a la hora que sea, seoul.

— lo sé, pero ahora me siento mal por molestarte.

jungkook negó mientras se enderezaba un poco, lo que provocó que ella se separara de él.

— te tengo dos noticias.

ella llevó sus manos a sus mejillas para limpiar sus lágrimas, pero las manos de jungkook tomaron las suyas y las bajaron.

— ¿qué?

— déjame hacerlo.

seoul no pudo decir o hacer nada, puedes jungkook ya se encontraba limpiando sus lágrimas con sus cálidas manos.

el corazón de la chica explotó cuando los ojos del chico encontraron los suyos.

los ojos hinchados del chico brillaban a pesar de estar adormilados, solo porque la veían a ella.

jungkook sonrió de lado mientras se acercaba un poco más.

— deja de verme así si no quieres que te bese.

dicho esto, se retiró y peinó su despeinado cabello, dejando a seoul atónita.

— mi primera noticia te va a aliviar, de verdad es muy buena.

— dímela, por favor.

el rio. — hablé con el profesor choi esta tarde luego de mi entrenamiento, aceptó darte una oportunidad para presentarlo con el mismo valor, solo si prometes no llegar tarde a sus clases por el reto del ciclo.

seoul suspiró aliviada y sonrió.

— ¿cómo lo conseguiste?

— digamos que es compañero de secundaria de mi padre, así que es cercano a mi. — se encogió de hombros.

seoul se inclinó hacia el chico, y con suavidad plantó un beso en su mejilla. jungkook sonrió embellecido mientras tapaba sus orejas con nerviosismo.

— gracias, jungkook.

— d-de nada. — dijo.

— ¿cuál es la segunda?

el negó al instante con sus manos y sus mejillas aún sonrojadas; sabía que la segunda sorpresa iba a terminar por arruinarla.

— no creo que sea buena idea dártela ahora.

— solo hazlo, si pude con mi mal día, puedo con lo que sea que vayas a decirme.

— no es decirte, es darte. — dijo — tengo algo para ti.

los ojos de la chica brillaron y se enderezó en su lugar.

— ¿tienes algo para mi?

jungkook hizo un puchero cuando se percató de la voz ronca y cortada de seoul, quien aún seguía afectada.

— ¿segura que quieres que te lo de? puede esperar un par de días hasta que te sientas mejor.

— vamos, dámelo ahora. no puedo esperar.

jungkook rendido, se puso de pie y la invitó a acompañarlo.

caminaron hasta el baño de jungkook y este abrió la puerta con cuidado y temor a la vez.

swindle 사취 ; jeon jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora