30 Days; Rebornplay

13. Encerrados

[🍑]

Minecraft Extremo 2

Los gritos de los chicos era lo único que se podía escuchar por los alrededores de la casa de varios pisos que todos compartían. Habían sido atacados por unos cuantos jefes que los empezaron a rodear nada más salir de casa a buscar alguna nueva aventura o items que les fuera útiles para craftear algún objeto.

Axozer fue el primero en ser eliminado, pues fue el que se acercó antes que nadie, pero para su mala suerte había olvidado agarrar su espada y le dio con un palo inútil que hizo que el zombie lo mandara directo a la mazmorra. Lo mismo pasó con Perxita, este quería irse corriendo lejos de la amenaza pero un rayo lo alcanzó, matándolo al instante.

Todo esto ocurría mientras Momon y Auron solo se quedaban quietos sin hacer nada delante de la puerta del edificio, sin saber qué mierda hacer, viendo cómo su otro amigo que aún quedaba con vida, saltaba hacia el monstruo para darle un espadazo que acabó rápidamente con su miserable vida.

— Oleee, Reborn increíble.— decía el peliplateado acercándose a su amigo, donde había caído el enemigo junto con algunos de sus objetos de oro y diamante, con la intención de agarrar algo de eso.

— Podrías haber ayudado, cabrón.— dijo andando hasta Auron, que aún seguía sin moverse. Este reaccionó y rápidamente le dio una patata que había sacado de su pequeño inventario para dársela al mayor, felicitándole también por haber acabado con el zombie de tan alto nivel. Este le había dado algunos golpes y se debía curar comiendo algo.— Gracias.— guardó su espada de diamante y le agradeció agarrando la comida, aprovechó para darle un pequeño beso rápido en su cabeza.

— ¡Chicos!— los llamó el tercero quien ahora llevaba un casco encantado que había agarrado del suelo.— Mirad esto, tenía una espada de diamante el muy puto.— les mostró el objeto, viendo las, para nada, sorprendidas caras de sus amigos.

— ¿Por qué tienen que venir los zombies más mamados a molestar?— dijo ahora Auron, cruzándose de brazos.— Pesaos, que son unos pesaos. ¡Momon!

El grito alertó a los dos otros chicos que se giraron a mirar al más bajo, justo cuando un zombie de baja estatura se acercaba corriendo hasta Momon y dandole algunos mordiscos en la pierna de este, pues era donde llegaba. Este gritó asustado y empezó a correr en círculos intentando que "el niño" no le atrapara otra vez.

— ¡Ayudaaaa!— gritaba Momon corriendo hasta detrás de la casa, aún siendo perseguido por ese pequeño diablo.

— ¡Que tengo poca vida! ¡Corre!— dijo ahora el amante de los trajes, agarrando la muñeca de Auron y subiendo las escaleras de piedra rápidamente.

— ¡A mi casa! ¡A mi casa!— el castaño paró en seco cuando llegaron al punto de las escaleras donde estaba la puerta de su habitación.

Ambos entraron corriendo y cerraron la puerta principal de un fuerte golpe. Reborn buscaba alguna espada o algo con lo que atacar, ya que se había dejado la suya en la puerta principal, mientras Auron miraba por la larga ventana intentando ver si había algún peligro cerca.