Código Azul ~ CONCLUIDA

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EL SIGUIENTE CAPITULO CONTIENE ESCENAS DE INDOLE SEXUAL DESCRITAS DENTRO DEL MISMO, SE RECOMIENDA DISCRESION, SI NO ERES PARTICIPE DE ESTE TIPO DE LECTURAS PIDO RESPETO EN PRIMERA INSTANCIA, AL FINAL DEL APARTADO CON CARACTERISTICAS EROTICAS, TE NOTIFICARE CUANDO PUEDAS LEER, ATENTO PORQUE NOTARAS EL CAMBIO DE NARRACION EN ESE MOMENTO. Y veas la línea divisoria

 

Gracias, ahora si proseguimos.

 

Su mano envuelta junto a la mía mientras esperaba que abriera la puerta principal me brindaba aquella sensación de protección que tan habitual para cuando estaba con él, hasta ese momento fue cuando note realmente la diferencia entre nosotros, sus manos ásperas y lo bastante grandes como para poder cubrir mi mano sin complicación hacían contraste con las mías, las cuales eran delgadas y pequeñas, si alguien las viera solamente, podría creer que pertenecían a una niña.

La puerta termino cediendo ante las llaves, permitiéndonos entrar a la misma, mis labios buscaron su boca y no obtuve objeción por su parte cuando la encontré. Mis manos viajaron a su nuca, para empezar entonces mis dedos, un pequeño juego con el cabello que ahí se encontraba; a medida que esto sucedía, sus manos viajaron a mi espalda, y posteriormente a la parte baja de esta en un intento de levantarme hacia su regazo.

La perfecta sincronía entre nuestros labios era estupenda, más opte por finalizarla para poder finalmente indicarle hacia donde marchar en busca de mi habitación, seria vergonzoso si alguien llegase y tuviese que darle explicaciones sobre que hacía en la sala, junto a Allen.

Su respiración era pesada, y su mirada estaba oscurecida; el deseo de podía distinguir en ella y no eran necesarias las palabras para comprender todo lo que pasaba por su cabeza en ese momento.

Sus manos viajaron a mi cintura, y las mías buscaron las suyas para cerciorarme de que se encontraba sujeto a mí, el paso por las escaleras fue rápido y al entrar a mi habitación, un beso demandante ataco mis labios otra vez, no presentaba objeción ante la dominancia que Allen se encontraba marcando, podría asegurar que me gustaba la sensación.

Su mano derecha acunaba mi rostro mientras me besaba, mientras su mano izquierda buscaba la forma de sacar el uniforme médico que estorbaba entre nosotros, fue ahí cuando note su habilidad en esto y no era como si supusiera que sería un ser virgen, lo que realmente me extrañaba es que no había notado que Allen es zurdo, mal momento para pensar en cual lado de su cerebro presentaba la dominancia.

Finalmente, logro retirar la camisa y de forma suave pero demandante me empujo contra la cama, jamás había experimentado la dominancia en una relación, y no era como que había experimentado diversas parejas sexuales, pero Daniel jamás se había comportado como un amo, sin embargo, Allen si, y me gustaba.

Su cuerpo se colocó sobre mí, y besos húmedos inundaron mi cuello, la sensación era abrumadora y parecía que con cada beso la misma crecía, Allen trazo un camino de besos sobre mi pecho, deteniéndose en cada seno y contemplándolos a la vez que daba besos en estos, empezaba a perder totalmente el control ante la situación, y sinceramente, no me asustaba en lo absoluto.

Fue ahí cuando vi su camisa salir de su cuerpo, brindándome la vista hacia su pecho y brazos, algunos tatuajes se encontraban trazados finamente sobre estos, mas no creo que era momento de ponerme a contar el número de trazos que adornaban al individuo frente a mí.

Sus besos se intensificaban sobre mí, y los gemidos que salían de mi boca confirmaban que lo que se encontraba haciendo, era simplemente perfecto.

Sus besos hicieron un camino por mi abdomen, llegando finalmente al inicio de mis pantalones, hice el intento de quitármelos por mi cuenta, pero fui detenida por la mano de Allen quien me brindo una mirada autoritaria haciéndome sentir cual borrego siendo apresado por un depredador.