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El tiempo había pasado y a diferencia de lo que ella había creído, no había sido cruel con ella. Se había permitido encontrarse durante el tiempo que llevaba viviendo sola, desde que se había apartado de todo aquel mundo y de todas aquellas personas que en algún momento pusieron su entorno de cabeza.

Se sentía tranquila y de igual forma se notaba que era así, tres años han transcurrido desde el momento en que se alejó de todo, tres años en los que había crecido como persona y que le habían servido para ser dueña de su propio hospital.

Jamás le había gustado vivir a la sombra de sus padres y estos siempre habían sido consciente de ello; sin embargo durante su último cumpleaños se tomaron el atrevimiento de regalarle acciones de su empresa, las cuales aumentaron su valor y le sirvieron como primer capital para la adquisición de su centro hospitalario.

Por su parte, él lo había dejado todo; el bajo perfil y evitar las disputas entre bandas le había facilitado la salida de todo aquel mundo que siempre lo perseguiría aunque tratase de huir. Sin embargo, podría decir, que tenía meses sin ningún tipo de atentado contra él, su hermano había vuelto a ser la cabeza de todo y aunque le doliese, se tuvo que alejar de él si quería volver en algún momento con aquella chica que había robado su corazón.

Allen.

Sentía su pulso en su nuca, su emoción era notoria, pero le hubiese sido mejor si aquella chica lo hubiese acompañado; la conducta humana siempre le habia resultado interesante y desde que salio de aquel mundo delictivo, se propuso terminar de estudiar la carrera de psicología que tuvo que dejar a medias al momento en que se volvió la cabeza de la organización.

Allen Wolowitz, escucho a la mujer llamar por el parlante.

Su emoción era notoria, una vez subió a recibir su título, pudo ver a su mejor amigo en el público. La única persona que le seguía acompañando de manera fiel, sin importar nada.

Tomo su diploma y saludo de mano a la decana, la cual le brindaba la misma sonrisa que le había proporcionado a todos los estudiantes que antes que el habían pasado a recibir su título, siguió su camino luego de que el fotógrafo le tomara la imagen para el recordatorio y en lugar de caminar hacia donde se encontraban sus demás compañeros, salió directo hacia donde se encontraba su mejor amigo.

No esperaras que termine la ceremonia- pregunto Ian de forma curiosa.

Allen le brindo una sonrisa, su amigo lo conocía demasiado bien para saber que no esperaría los demás actos protocolares que continuaban.

No tuvo que responder, su amigo simplemente lo siguió, y ante las miradas de algunos curiosos que ya no prestaban atención a la mujer que seguía llamando a los graduandos, salieron del recinto.

Subió al auto de Ian, su nerviosismo era notable.

Sabes a donde iremos Ian- hablo Allen mientras veía a el mencionado subir al lado del conductor.

El centro en busca de Rujano- pregunto curioso Ian

Y la sonrisa que le brindo fue suficiente para que su amigo pusiera el auto en marcha hacia el centro, en busca de la respuesta que tanto tiempo le había perseguido.

¿Dónde estaba su Ann?

Código Azul ~ CONCLUIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora