Esa era la forma en que te quería, aun cuando me perdía yo. Esa era la forma en la que había aprendido a quererte con el pasar de los días, pero jamás está bien perderse uno mismo solamente por complacer a los demás en sus avariciosos deseos.
El trascurso de los días había pasado, y aquella sensación de vacío en mí, desaparecía con el pasar de los mismos. No sabía cómo estabas y honestamente ya no me importaba, ya no estaba más tu felicidad sobre la mía, encerrar en mi mundo y analizar de forma detenida todo, me brindo aquella claridad que tanto buscaba, sabía que si te veía volvería a caer, sabía que aquel deseo de correr a tus brazos realmente seguía ahí y todo lo que decía no era más que la negación de esta realidad. Y me odiaba por eso, pero estaba dispuesta a lo que fuese con tal de recuperar aquella paz y tranquilidad que antes poseía y que con el pasar de los tiempos había perdido por todo lo acontecido.
La idea de irse de aquel lugar, corría en su cabeza con cada vez más fuerza, incitándola a dejar finalmente todo en el olvido y empezar desde cero.
Allen
Sentía que la había perdido, que finalmente aquello ocurría y que sin importar lo que hiciera jamás podría recuperarla otra vez. El hombre a su lado podía corroborar su notoria decadencia. Ya no era aquel imponente hombre que solía ser, las ojeras bajo sus ojos eran cada vez más grandes haciendo que fuese notoria la falta de sueño que había hecho presencia en sus noches.
Sentía aquella comezón en sus ojos y dejo salir la frustración que mantenía, por medio de aquel grito que quizás podría haber sido escuchado en las viviendas cercanas.
Ian lo miraba de forma seria, aquel hombre frente a él era uno totalmente nuevo. Jamás en todos sus años de servicio y amistad lo había visto de esa forma, con el corazón en su mano rogando por una señal que le indicara entonces donde se encontraba aquella chica que se había convertido en su felicidad.
El timbre del lugar hizo presente en aquel momento logrando que Allen, solo se removiera en su posición y que un Ian cansado se aproximara para abrir y dar paso a la persona que se encontraba del otro lado.
No pudo ocultar el asombro en el momento que abrió y observo a Cristina del otro lado, cargando con su bata en su regazo y una mirada seria.
Puedo pasar- pregunto la chica, Ian solo asintió mientras se hizo a un lado y dejo paso hacia el interior de la casa.
La he visto, respondió de forma seca, finalmente la he visto. Estaba saliendo del centro, fue a recoger sus cosas y me dijo que se iría- Cristina miraba de forma seria al imponente hombre frente a ella.
Allen se movió en su lugar y finalmente la vio.
Cristina sintió lastima por él, se había consumido totalmente aquel hombre que su amiga le había presentado.
A donde se ira-
Fue lo único que Allen cuestiono, Cristina se movió en su lugar, su paciencia no era mucha en aquel momento.
Se ira del centro y posiblemente del país.
Allen soltó un suspiro y Ian que rápidamente se colocó a su lado, le brindaba palmadas en su hombro buscando reconfortarlo.
Supiste algo mas- cuestiono Allen mientras se levantaba de su lugar- sabes cuándo se ira, sabes a qué país podría ir.
Cristina negó de forma rápida- no quiso decirme más, no es tonta sabría que te contaría, realmente no lo hago por ti, mucho menos por el tipo que enviaste a espiarnos- Ian sintió aquellas palabras entrando en su pecho como clavos.
Lo digo porque es mi amiga, y por una vez la vi realmente feliz con alguien- una sonrisa de asomo en la cara de la chica.
Jamás la vi así de radiante, como lo fue contigo y sinceramente ser el origen de todo, no son algo de ahora; son algo que se ha esperado por mucho tiempo y que tiene más historias que solo el presente.
Cristina se acomodó en un sofá cercano a ella, dio palmaditas al lugar junto a ella y Allen inmediatamente entendió que la chica le pedía que se acercara.
No dijo nada y simplemente hizo lo que esta le pidió, coloco su cabeza en el hombro de la chica y esta empezó a hablar de forma tranquila.
Cuando fuimos de viaje- enuncio en forma calmada Cristina- conocimos a una persona que nos habló al respecto de las vidas pasadas.
Allen empezaba a sentir que cristina estaba a punto de soltar una locura, sin embargo prefirió callar y esperar a que terminara de hablar.
Cristina siguió hablando, con aquel tono calmado- no quiero hacer la historia larga, quizás ella misma te la cuente después, pero en conclusión, Allen, tú y Angelina se conocen desde antes, lo suyo no es de ahora, y son lo que las personas conocen como llamas gemelas o almas gemelas, no estoy muy familiarizada con el tema.
Allen estuvo a punto de dejar escapar una carcajada, no podía ser cierto lo que Cris le estaba contando, debía ser una locura. Pero la seriedad con que la chica lo miraba le hizo entender que no estaba bromeando con lo que le acababa de contar.
Sin darse cuenta estaba conteniendo el aire en sus pulmones, estaba nervioso por la información recibida y aunque era escéptico a todo lo místico, la forma tan abrupta en la que se había enamorado de esa chica, y como todo lo que Vivian parecía un deja vu, le permitía darse la duda y creer hasta cierta punto que lo que le decía la Cristina, no era una total locura.
Se movió finalmente de su lugar y camino con dirección a la salida, con su paso firme y después de mucho con aquella mirada retadora que lo caracterizaba.
A donde iras, Allen- pregunto Cristina mientras se acercaba a él y tomaba su mano- te odio como no tienes idea, y que solo me utilizaras como una forma de espiarla me hace sentir mayor desagrado hacia ti- Allen le brindo una sonrisa de lado- pero la haces feliz y quiero que ella lo sea, búscala y evita que se vaya.
Allen asintió y salió entonces del lugar dejando dentro a Cristina que saco su teléfono brindándole una mirada y luego una sonrisa.
En una esquina Ian había escuchado todo y aunque se lo tratara de negar, había sentido celos, celos de su mejor amigo y de la mujer junto a él la cual había robado su corazón y su tranquilidad.
Cristina entro en su vida como una orden, como un trabajo; y se terminó convirtiendo en su razón desde entonces.
Quieres que te lleve al centro, supongo iras hacia ahí- hablo este de forma lenta, los nervios lo consumían.
Una Cristina herida le brindo una mirada, le dolía escucharlo; había entregado su corazón a él y no podía tener otra día de él, mas allá de que la había utilizado.
Se recompuso en cuestión de segundos, de aquellos pensamientos que como una ráfaga la había llenado, y entonces hablo- Tranquilo, ya alguien viene por mí, no voy hacia el centro-
Ian comprendió entonces, que ella se encontraría con alguien más, justo la intención que había tenido Cristina, quien se abrió paso y salió por el mismo lugar que antes había cruzado Allen.
La puerta se cerró dejando entonces solo a Ian, con todos sus pensamientos y emociones. Su teléfono comenzó a sonar y fue entonces este el que pago su enojo, terminando en mil pedazos luego de haber sido impactado contra la pared.
Ian se arrepentía de haber involucrado su corazón.
Cristina tras la puerta escucho el sonido del objeto impactar, y aunque quiso entrar y hacerle saber que ella estaba enamorada de él, y que no importaba las circunstancias que habían originado todo, recordó entonces aquella frase que escucho de Angelina en una de las tantas veces que terminaba con Daniel
"No somos clínicas de rehabilitación, para intentar salvar a las personas, porque casi siempre toda esa mierda termina siendo mayor y nos termina arrastrando al fondo del abismo"
No se encontraría con nadie, no vería a más nadie, pero finalmente había aceptado que en el mundo de aquel asesino y matón de confianza, ella simplemente estaba de más.
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Código Azul ~ CONCLUIDA
Teen FictionAngelina ha tenido siempre un futuro brillante para ella, nacida en una de las familias con mayor poder adquisitivo siempre sintió que no pertenecía a ese mundo, refugiada en Daniel y en su profesión su mundo giraba solo entorno a eso, pero cambios...