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Dos semanas habían transcurrido desde lo sucedido en la boda de Nathan, dos semanas en la que miles de ideas sobre lo sucedido en la situación me atormentaban desde el momento en que me levantaba hasta el momento en que finalmente me acostaba a dormir, Cris había estado para mí, me había apoyado aunque no tuviera idea de lo que estaba sucediendo conmigo, había visto muchos pacientes heridos en urgencia, pero todo cambiaba totalmente cuando eras participe del momento en que la persona había sido herida.

Durante el tiempo transcurrido las veces que había visto a Allen se habían reducido, el tiempo libre que me brindaba el centro era casi nulo, y sumado al hecho de que él estaba cuidando a su hermano, no había tiempo para nosotros en ese momento, sin embargo, las llamadas nocturnas para hablar sobre nuestro día y como nos estaba hiendo, no faltaban, permitiéndome de cierta manera sentirlo cerca de mí en la distancia.

El reloj que se encuentra en la mesa de noche junto a mi cama, señala las 2:00am, el sueño me había abandonado y las incógnitas en mi cabeza referente a todo la acontecido crecía cada vez en una forma más abismal, taladrando en mi subconsciente a su paso.

Con calma y un paso ligero me coloque mis zapatos y me dispuse a salir hacia la parte trasera de mi casa, el viento frio choco contra mí al momento en que abrí la puerta, y el escalofrió que lo acompañaba se hizo presente en mí, la vista era buena, perfecta si no fuese por la vivienda que se encontraba próxima a la mía, la cual obstruía el paisaje, las estrellas brillaban en el cielo, como pequeñas marcas y la luna en su apogeo brindaba aquella luz que permitida ver con bastante claridad el lugar.

Me senté en aquel columpio que se encontraba en el viejo árbol que tantas veces había dado sombra en las tardes de barbacoa, la curiosidad mato al gato y a mi si no averiguaba con prontitud el origen de toda la situación, por qué todo era simplemente tan familiar.

El tiempo transcurrió rápido y solo cuando el alba se empezaba a asomar fui consciente de eso, con prisa entre hacia mi habitación y me prepare lo necesario para el día de trabajo que estaba por entrar.

Baje con prisa y sin decir una palabra salí de mi residencia en busca de mi auto para poner marcha hacia el centro, pero fue mayor mi sorpresa cuando observe detenido en la calle, a aquel auto tan familiar.

Un Allen con rostro cansado y con ojeras bajo sus ojos se acercó a mí para luego tomarme entre sus brazos y brindarme aquel cálido abrazo que había extrañado todos estos días.

Pensé en llamarte en la madrugada, pero supuse estarías dormida y no quería molestar- si realmente supiera que no he dormido en lo absoluto, producto de todas las ideas que circulan por mi cabeza.

Mire su rostro solo un par de segundos, para luego brindarle un casto beso en sus labios y permitirme probar nuevamente el sabor de los mismos. Lo vi sonreír mientras acomodaba mi cabello tras mi oreja, en aquel tan característico gesto que aunque no le había dicho, él sabía que adoraba.

Quieres que te lleve- cuestiono, y de forma calmada respondí en un susurro de forma afirmativa, al igual que siempre Allen se apresuró a abrir la puerta para mí, brindándome luego espacio para entrar y luego dirigiéndose el hacia su lugar y posteriormente colocando en marcha el vehiculó en dirección hacia mi centro.

El camino estuvo calmado, con poco tema de conversación, en su mayoría preguntas que Allen hizo hacia mí.

Finalizado el trayecto, lo vi bajarse apresuradamente con dirección hacia mi lado y abrir posteriormente la puerta, brindándome la mano para poder sostenerme de forma cómoda.

Salí del auto y le brinde una mirada al chico frente a mí, lucia cansado y sabía que no debía, pero la duda me estaba consumiendo y con ella el miedo de que lo ocurrido fuese por algo más allá de un simple accidente el cual terminara involucrando a Allen.

Debemos hablar- su mirada se posó en mi junto a su atención- que fue eso Allen.

Solo es cortesía- dijo mientras me brindaba una sonrisa, el sabia a lo que yo me estaba refiriendo, pero había decidido no responder, jamás había sido una persona que no fuera hasta las últimas con tal de obtener información de algo.

Sabes a lo que me refiero Allen- su mirada se tornó seria, sabía que no me daría por vencida.

Anni- su tono era cansado, era la primera vez que usaba ese apodo.

Puedo llamarte Sallen- pregunte antes de que el prosiguiera hablando, asintió y luego siguió hablando.

Es complicado, nena- sus respuestas no me bastaban, requería información real.

No importa cuán complicada sea, merezco saber Sallen- su ceño se relajó y por un momento creí que tendría información.

Cuando todo pase te contare Anni, lo prometo pero por ahora no puedo- lo vi girarse y dirigirse hacia el lado del conductor y subir al auto.

No dije nada y tampoco fui tras de él, camine con mi orgullo hacia el interior del centro, encontrándome a Cris en el camino.

Ya sabes que usaras en la gala de medicina- cuestiono con claro interés.

Fue en ese momento como si un balde de agua cayera sobre mí, había olvidado el aniversario del centro, y con eso la gala de beneficencia.

Mamá, donde estas...

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Ahora si, no vemos el miercoles con una nueva actualizacion, recuerden que de igual forma la historia se encuentra disponible en Booknet, totalmente gratis.

un abrazo, hasta pronto

Código Azul ~ CONCLUIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora