Otoño

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Veo palomas rubias el universo recorre arrogantes.

Por el éter se desplazan cartas peregrinas navegantes.

El frío cala los huesos del entristecido castaño

y con longevas hijas transitando, la brisa hace su daño.

Mientras siento el aire móvil,

el firmamento contiene el llanto.

La niebla es un manto de frío,

que con potestad confunde mi canto.

En mi bufanda tengo escrito tu nombre,

como un sello en mi esencia.

Las hojas que cayeron me dijeron ayer,

ya no añoras mi presencia.

Ya cayeron como estas hojas mis palabras y mis amores.

mis besos cual cristales rotos de tu vida declinaron.

Como este otoño nuestro amor se va muriendo lentamente,

como hojas ajenas a este árbol tus sentimientos ya viajaron.

Viajaron a otro pecho, a otro país, a otro lado,

lágrimas de herida y lluvia, llora el viento ensimismado.

Llora y llora mi vida, por ti, oh dulce paloma ida,

con tu vuelo se va mi alma, contigo se me va la vida.

Es otoño, estoy llorando.

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