Los perros incendiados,
corren ardiendo.
Espectáculo terrible es verlos.
No sé cómo llegaron allí
y no creo que sean felices.
Recuerdo cuando movían la cola,
lamían a la gente, alegres.
No sé qué pasó,
no sé qué falló,
pero hiere verlos.
Les prendieron llama en la cola,
y ahora arden como leños.
Lo que ayer era,
hoy feneció,
es el día del entierro.
Lo que ayer fue,
hoy es sólo hielo.
Y no queda más que hacer,
es la sombra de lo perecedero.
Y no queda más que ver,
es la sombra del pasado,
no sé qué falló,
hoy todo es desvelo.
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Interno
PoesíaUna obra llena de poemas y reflexiones que nos hacen pensar diversos temas acerca de la vida. Este es el primer libro que pude publicar en físico por lo cual es muy especial para mí. No es mi mejor libro, pero sí el más querido.