Lo Prohibido (+18) [Completa]

Capitulo 3

POV'S SHEIN:

Camino hacia el parque con algo de enojo, vi como mi propio amigo le coquetea a Eider, ¡Ay no! ¿Otra vez? ¿Por qué tengo que sentir estos malditos celos?

Últimamente, no sé qué me pasa, soy alguien reservado y algo frío, pero cada vez que estoy cerca de ella, algo en mí colapsa y me siento en necesidad de alejarla de otros chicos, de solo ver sus labios, sus ojos y su figura, solo me incitan a ir más allá de mis propios límites, ella hace que no tenga autocontrol, solo tengo un día conociéndola, y ya mi cuerpo reacciona a querer más.

No soy alguien que se lanza a primeras, pero ella me reto, ella también quiere esto, aunque se ponga nerviosa, cosa que usaré a mi favor, ella no es la única que sabe jugar sus cartas, pero debo admitir que su amiga fue un poco alzada, Lexi.

Cuando me siento en uno de los bancos que hay cerca de los jugos de los niños, me quedo sentado y saco el corazón encantador de mi querido Edgar Allan Poe, sonrió por qué este libro fue la razón por la cual la lectura es uno de mis hobbies favoritos.

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POV'S EIDER:

Mientras sonrió por qué mi plan funcionó al ver cómo Shein se fue algo molesto, creo que me pase, pero bueno.

Estamos en la última clase del día y veo como alguien viene por el pasillo que me llama la atención, omito eso y sigo escribiendo lo del pizarrón para empezar a resolver los problemas de física, no soy cerebrito, pero tengo unas buenas notas para poder obtener mi beca.

- ¡Ey, Eider! - veo hacia mi derecha encontrándome con Alex y con Sheila - ¿Sabes dónde se metió Shein? - me encojo de hombros y los miro tranquila.

- No lo sé chicos, ¿Por qué? ¿Qué pasó? - termino este ejercicio y me concentro hacia ellos, no sabía que Shein era de saltarse clases.

- Él no es de saltarse clases, entonces es raro - creo que si me pase, ahora la culpa me hace sentir mal, Que inmadura fui. 

- ¡Eider! Deja de estar en las nubes, tenemos que buscarlo al salir ¿Ok? - asiento y menos mal que estábamos en la última clase del día, ya que acaba de sonar la campana.

- A el le gusta leer, es uno de sus pasatiempos favoritos, así que busquen un lugar tranquilo y avisen con el teléfono a los demás ¿Ok? Ok - nos separamos, así que mientras ellos se van, por otro lado, yo me voy hacia el café de esta mañana.

Manejo hacia allá, pero no veo nada hacia adentro de este, pero algo llama mi atención en el retrovisor del carro, es él.

Veo como está en un banco leyendo y con unos audífonos, así que agarro mi bolsillo para agarrar mi teléfono y no lo consigo, me desespero al no conseguirlo en ningún lado del carro, así que rendida voy a el mientras término de cerrar el carro.

- Estás aquí, me tenías preocupada - me siento a su lado y quito lentamente uno de sus audífonos, él me ignora y sé el por qué lo hace - Sé que no debí haber hecho eso, no tengo razón o justificación para que me perdones, pero no quiero estar mal contigo ─

Él suspira cansado y yo miro a los niños jugando en los columpios del parque, lo cual hace que me salga una sonrisa por qué me recuerda a mi hermano conmigo, él decía que los columpios son una máquina para hacer felices, que podemos pensar en algo que nos llena de felicidad y ya lo demás es pasajero.