Capítulo 17: Antes del funeral.

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Al salir de las clases, Jack y Stephanie se encontraron en la puerta de entrada esperando a Vecky, Mateo y Emily.

Jack dudaba sobre si esta última se dignara a aparecer después de la leve discusión que ambos tuvieron en el almuerzo.

- ¿Que tanto piensas? ¿Emily por fin se dio cuenta de lo idiota que eres? -. Dice entre risas al ver lo pensativo que se emcontraba su hermano. Pensó que contestaría molesto, que le daría mil razones por las cuáles le detestaba pero no fue así.

- No -. Respondió a secas.

- Que mal por ella, yo me di cuenta en el momento que te vi por primera vez, adoptado -. Intentó obtener otra reacción de él, una risa, una burla. Algo que le diese a entender que el chico con el que hablaba era Jack, su hermano.

- Ambos salimos del pene de mi padre, ilusa. Para nuestra desgracia somos hermanos, y no sólo eso, nos parecemos que es peor -. Ahí supo que si era del castaño con quien compartía entonces.

- Todavía no puedo creer lo horrible que estoy, te miro y pienso "rayos, yo también tengo esa cara" -. Rió al final pero él no hizo lo mismo.

- Aún y con esta cara ganaré esa apuesta -. Estaba seguro de sus palabras más no de sus acciones.

- Di lo que quieras, de querer ganarla me habrías dejado rendirme ayer por la noche -. Le recordó en un bufido.

- Porqué eres una cobarde, no había pasado ni un sólo día cuando ya querías detenerte -.

- Entiendo que no estaba en mi mayor defensa pero las palabras de mamá dolieron -. Dice recordando lo que decía, provocando que él también lo hiciera.

- ¿Cuales? ¿El no romper el corazón de los otros? ¿Lo dices enserio? -. Aún no lo creía si esas palabras venían a de su hermana.

- De alguna manera, Carl y Emily se lo merecen, pero Rian y Vecky no... ¿Porque involucrarlos a ellos? -. Pensó en todas las respuestas posibles pero ninguna la convencía. Tal vez alguna que le diera su hermano lo haría.

- Ellos se involucraron solos, Stephanie. Nadie les pidió que se acercaran a nosotros. Son nuestros amigos, solo que ellos quieren algo que no les podemos dar, es todo -. Le recordó sincero. Él ya había pensado en ello antes.

- ¡Alto! ¿Donde está mi hermano y que hiciste con él? -. Inquirió una vez escuchó las palabras de Jack. Le costaba creer que se trataba de su hermano. Aún así rió al final.

- Lo mismo que tu hiciste con mi hermana. Mi hermana es bonita y tú... tú... Sólo sigue respirando -. Se burló ocasionando en ella una mueca de disgusto pero un brutal sonido de un chico le impidió continuar.

- ¡Hola, chicos! -. Saludó acercándose solo a Jack e ignorando a Stephanie.

- Hola, Mateo -. Dijo ella pero él ya no contestó.

- ¿Y esas flores? -. Preguntó Jack confundido.

- Las conseguí en el cierto del jardinero, es para el funeral del perrito de Rian -. Se sinceró.

Las flores... Emily... ¿Como lo había olvidado? Ya no había marcha atrás, tal vez mañana pudiese entregárselas, al parecer no era tan difícil robarle flores al jardinero puesto que Mateo lo había logrado.

- ¿Las urtaste? -. Cuestionó Stephanie.

- ¿Te haría sentir mejor si te regalo una margarita? -. Le sonrió coqueto señalando el ramo de flores.

- Que sean dos -. Advirtió ella.

- Para tu mala suerte, amiga, no quiero que te sientas mejor -. Se burló provocando una leve sonrisa en Jack pero una gran carcajada en él y una mueca de disgusto por parte de ella.

- Tenías que ser amigo de mi hermano -. Acató ella malhumorada.

- Y tu la hermana de mi amigo -. Se defendió.

- ¡Hola! -. Se acercó una sonriente pelirroja al grupo de amigos escaneando de pies a cabeza rl chico que le quitaba el sueño, a Jack.

- ¡Hola, pecas! -. Se burla el pelinegro.

- Mateo, deja de llamarme así -. Pide entre dientes.

- Nunca -.

- ¿Quién más falta? -. Ignoró su respuesta para preguntar aquello.

- Emily -. Fue la única en la que pensaba, en su vendría o no y aquello le preocupaba. No por ella si no el adquirir la poca ventaja que tenía sobre la apuesta.

- ¿Irá? -. Le miró con furia Vecky pero intentó tranquilizarse al recordar que ella misma se había ofrecido a ayudarle.

- No estoy seguro, la invité pero no sé si venga -. Sonrió victorioso a su hermana haciendo referencka de su ventaja.

- Jack: 1 Stephanie: 0 -. Susurró ella pero todos lograron escucharle, solo Jack entenderle.

- No te sientas mal, aún puedes ganar... El segundo lugar -. Se rió sin gracia mirando a su alrededor.

- ¿De que están hablando? ¿Otra apuesta? -. Dedujo Mateo al instante. Desde que conocía a los chicos ya se había acostumbrado a sus apuestas, a ellos.

- Una muy diferente que nos beneficiará a todos -. No encontraba sentido en sus palabras pero dejó la respuesta en el aire.

- ¿Así? ¿Y cuál es esa apuesta? -. Volvió a cuestionar el pelinegro pero Jack no logró decir más allá de un:

- Es... am... -.

- Hola... -. Puesto que una chica rubia le interrumpió la mentira que estaba dispuesto a decir.

- Veniste -. Se sorprendió el castaño pero no dijo más allá de eso.

- Lo prometí, no puedo faltar a eso -. Recordó las palabras de su madre en un corto momento antes de ser llamada por Mateo.

- Hola, lindura -. Se le acercó por primera vez con aires de coqueteo extremo y una extraña.sensación de sentir que le gustaba a Emily.

- Mateo -. Le regañó Vecky recordando con aires de amargura la dura realidad que creía. Los sentimientos de Jack por la rubia.

- ¿Qué? Digo, ¿eres soltera, no? -. Acató sinverguenza.

- Novio -. Aseguró normal la chica.

- Derek -. Mencionó Jack sin importancia.

- Entiendo, bueno hay más peses en el agua -. Se dijo para sí mismo.

- Pero tu eres de esos peses globo que nadie quiere, Mateo -. Le comparó Stephanie provocándole una risa a la recién llegada.

- Auch, eso dolió -. Fingió pesar pero no duró por mucho.

- No tanto como cuando vemos tu cara y recordamos que somos amigos -. Volvió a atacar la castaña. Realmente así eran sus conversaciones habituales con el chico y estaba acostumbrada a seguir con esa rutina de odio y amistad tal como.lo hacía con su hermano Jack.

- Ya. No tardará en llegar Carl -. Se tranquilizó, ella era la única que reía.

- ¿Mi hermano? -. Se sorprendió la rubia.

- Lo invité hoy en la mañana -. Confesó a voces secas.

- ¿En que momento, Stephanie? -. Le fulminó con la mirada su gemelo. Ya estaba preparada para recibir el sermón que seguramente le diría.

- Tal vez me volví a subir a su árbol... -. Confesó avergonzada y encogiéndose de hombros.

- ¡Stephanie! Te voy a... -. Estaba comenzando pero un sonriente saludo le impidió continuar.

- Hola -.

- Hola -. Tardó en procesar que el chico ya se encontraba ahí. - Carl -. Terminó al darse cuenta de sus mentiras. Camil no iría con ellos.

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¡Hola, Princesitos!

Nada nuevo sólo disfruten el capítulo.

Décimo séptimo capítulo, espero os guste.

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