KARINA:
Ryan se fue poco después de su llamada. Se despidió con un beso más largo que el anterior. Este gesto me sorprendió sobremanera teniendo en cuenta que mi hermana estaba delante. Me susurró un: "Ya hablaremos de todo esto, nos vemos el lunes. Descansa, por favor, y piensa en todo lo que ha pasado". Addison me atrapó para hablar. Le expliqué detalladamente la cronología de los sucesos y cómo me hizo sentir en todos los momentos. Compartí mis inseguridades en cuanto a Mark y las razones por las que simplemente no voy a contárselo. Aunque a mi hermana no le parece del todo bien esta acción, no me reprocha, me dice que hará lo posible por ayudarnos a ambos, a Ryan y a mí. Además, antes de marcharse ella también me ha exigido una promesa: que Ryan y yo la invitemos a cenar algún día para poder conversar con tranquilidad, pues quiere asegurarse que este nuevo ligue no es tan malo como el de mi prometido.
Estaba histérica cuando me quedé sola, por lo que he decidido pasar la tarde con mi mente ocupada. He cocinado macarons para tratar de calmar mi ansiedad. Pensamientos de todo tipo cruzan por mi cabeza: que Addison esté de mi parte me confunde a la par que me reconforta; Ryan no deja de rondar mi cabeza en todos los aspectos: me apetece volver a estar en sus brazos pero no solo para que me haga el amor y sienta tantísimo placer como hace unas horas, sino porque al terminar voy a querer que me abrace y estar encima de él y... Mi mente vuela en el momento que fantaseo con todas las posibilidades que esta aventura me ofrece; eso me lleva al último personaje que pasa por mis pensamientos. Mi prometido no deja de estar ahí y eso me confunde. No estoy segura de querer tomar una decisión a la derecha o una decisión a la izquierda. Mi conciencia se siente fatal pero mi corazón me pide que espere a ver cómo se suceden las cosas, pues solo de esa manera podré estar segura de que decisión es la correcta.
Cuando la noche empieza a cerrarse, con una copa de vino y con el portátil sobre mis rodillas mientras estoy recostada en el sofá, el hombre que ocupa todo mi ser ahora mismo aparece en la pantalla de mi móvil. Ver su nombre, al que le he añadido un par de corazones (sí, ya lo sé, pero es que no he podido resistirme), me da un subidón de adrenalina durante unos instantes. Deslizo el pulgar sobre la pantalla para contestar.
RYAN:
Al terminar la conferencia que tenía pendiente con los inversores canadienses de la noche de la gala, al cerrar el trato, llamo satisfecho a Karina. Tras unos segundos que se me hacen interminables, escucho su voz al otro lado de la línea, un tanto burlona.
—Pensé que querías un poco de espacio, y que hablaríamos de esto el lunes, cuando nos viéramos en la oficina.—quiere que suene como un reproche, pero empiezo a conocerla verdaderamente y sé que, ahora mismo, sería incapaz de reprocharme nada.
—Ya lo sé, preciosa, pero acabo de colgar a los canadienses: he cerrado el trato. Ya tenemos un nuevo proyecto. Aunque este no va contigo quería contártelo. Es una muy buena noticia. Ellos financiarán parte de un proyecto del que sí formarás parte más adelante.—mi misterioso comentario alienta su curiosidad, la cual no satisfaré esta noche.
—Estoy algo abrumada y no siento que me quede nada que decirte respecto a lo que tenemos. Dime algo, por favor.
—Bien... Tú se lo has contado a tu hermana, aunque involuntariamente, espero que no te importe que yo se lo haya contado a Owen.—silencio al otro lado, temo haber metido la pata demasiado pronto.
—Trabajo codo con codo con el señor Salas.
—La parte buena viene ahora: se ha alegrado por mí, un poco a regañadientes por la situación en la que...bueno, en la que te encuentras.—digo discretamente, refiriéndome a su compromiso. Cuando va a protestar por eso, me adelanto para que no pueda decir nada.—desde que saliste por mi puerta la primera vez que nos vimos, le he dicho lo preciosa que eres y la química que tenemos y lo mucho que te deseo, esto no le ha pillado por sorpresa ¿A qué nunca lo has notado? Esto no cambia nada, él sabía que iba a pasar tarde o temprano.
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Los Juegos Peligrosos del CEO
FanfictionLiarte con tu jefe, con el CEO de la empresa en la que trabajas, nunca es bueno. Sobretodo si él quiere mantener el control de la situación todo el tiempo. Pero, ¿Que pasa si empiezas a perder e control? ¿Que pasa si te enamoras de él? Descubre lo...