Guía para el amor no correspondido

2: Primer día

Guía para el amor no correspondido: Parte 1

Paso 1: No eres la única persona pasando por esto

Piensa en que cientos han pasado por lo mismo antes. Puedes pedirles consejos a familiares o amigos. Las experiencias de como superaron un enamoramiento pueden ayudarte. Incluso viendo películas, escuchando canciones o leyendo libros. Presta atención a quienes lograron progresar y como lo hicieron.

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—No puedo creer que nos queda un año para terminar el maldito colegio —dice Drew mientras los tres amigos caminan hasta el edificio. Su melliza hace una mueca.

—Lo sé, todo ha pasado tan rápido.

Este es su anteúltimo año, y no saben si estar felices o tristes. Claro que todo el mundo quiere terminar la escuela, pero la idea de elegir una carrera o entrar a trabajar los aterra por completo.

—De todas formas, es muy probable que en el futuro extrañemos esto —suelta la rubia, y Amy y Drew están de acuerdo.

El director les da la bienvenida y les aclara algunas cosas. Charlie se imagina que en vez del señor Bacon es Albus Dumbledore, y en vez de estar parados frente a él están sentados en mesas rebalsando de comida. Así deberían ser todas las escuelas, piensa.

Este año, tendrán la posibilidad de anotarse en varios talleres secundarios. Se puede interpretar como clases a las que deberán asistir obligatoriamente pero con la particularidad de que pueden escoger a cual asistir. 

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Charlie y Amy miran las listas para saber en donde entrar. Drew se había perdido con sus amigos por el pasillo, pero las dos creían que elegiría algún deporte, ya que era lo que mas le gustaba. 

—Quizá pruebe con voleyball. ¿Te sumas? —le pregunta la castaña escribiendo Amy Lester bajo algunos nombres en esa lista. Charlie duda, claro que le encantaría estar con su mejor amiga pero los deportes no son su fuerte.

—Escritura creativa —lee entonces en voz alta. Amy le sonríe.

—Oh, eso es definitivamente lo tuyo. Deberías anotarte, Charlie.

—Pero... No sé, es solo para los de ante último y último curso, quizá no pertenezco allí.

—¡Tonterías! Si no escribes tu nombre, lo haré yo misma por ti —contesta la castaña cruzándose de brazos. Charlotte toma la pluma que su amiga había usado y escribe su nombre con una perfecta caligrafía. No hay muchos nombres en esa lista, y no está segura de si eso es bueno o malo.

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