Guía para el amor no correspondido

4: Charles Hood

Paso 3: Reconoce la derrota

Cualquiera que sea la razón, acepta que existe un obstáculo entre los dos, y que has decidido superarlo.

También puede ser difícil admitir que no puedes hacer algo, pero perseguir un amor imposible va más allá de la perseverancia y comienza a convertirse en desesperación o estupidez.

No lo cofundas con un fracaso personal, hay veces que las relaciones simplemente no pueden funcionar.

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Ya era jueves, eso significa la segunda clase de escritura creativa. El martes apenas había salido de allí ya había escrito unas 150 palabras. No eran demasiadas, así que no fue nada difícil.

Pero por otro lado, su mente había estado algo ida. No iba a negarlo, una parte de ella extrañaba a Drew. No sabía si como amigo o como algo más, pero el sentimiento estaba allí.

Además, le había contado a Amy sobre Benjamin.

—¡Ya sé quien es! Es guapísimo, Charlie. No puedo creer que le guste escribir —le respondió la castaña, entusiasmada.

—Lo sé ¿cierto? No tiene pinta de ser... escritor ni nada por el estilo —admitió ella. Ben parecía el típico chico popular y capitán del equipo de algún deporte. Ese que siempre sale con porristas, y cosas así.

Bueno, quizá sí lo era, pero también le gustaba la lectura y esas cosas.

Las amigas no volvieron a hablar del tema.

La profesora entra y saluda. Comienza a llamar de a uno para que se paren en frente de la clase y lean su descripción. Algunas son muy buenas, mucho mejores que las de Charlie. La rubia no puede evitar sentirse mal por un momento... Quizá si no la llegaban a llamar podría cambiarla.

Pero era demasiado tarde, la profesora ya la había hecho pasar al frente.

Entonces comenzó a leer.

—Hola, soy Charles Hood —dice y algunas personas sonríen divertidas— Nací en Nueva York, y como la mayoría de los neoyorkinos estoy más que acostumbrado a oír sirenas de policía a las 7 de la mañana, o a las bocinas de autos a las 12 de la noche cuando intento dormir. Odio leer, no lo comprendo. ¿Tantas palabras para qué? Textos eternos y tan vacíos. Una imagen vale más que mil palabras, por eso prefiero los comics. O las novelas gráficas, mejor dicho. ¿Mi mayor defecto? Las personas suelen decirme que soy un rompecorazones. Un maldito mujeriego, en palabras de mis ex novias. Lo lamento, pero no me parece mal jugar con el corazón de una mujer. Quiero decir, a todos nos gusta divertirnos un poco. No creo en el amor, o por lo menos en los romances adolescentes. Me parece una estupidez, una persona no puede estar enamorado a tan temprana edad ¿cierto? Y para terminar, si tuviera que describirme en tres palabras serian: increíble, irresistible y... Siendo honesto, usaría increíble de nuevo.

Algunas personas aplauden (como lo hacen con todos) cuando Charlie termina. Varios se ríen, pero no de ella, sino de su personaje. Charlotte suspira agradecida y vuelve a su asiento no sin antes cruzar una rápida mirada con Ben.

—Benjamin Howard —llama la profesora con una pequeña sonrisa de lado. El moreno se pone de pie y da un vistazo a todo el salón antes de comenzar a leer.

—Mi nombre es Brynn —comienza, y algunas personas ríen levemente. El también tiene una sonrisa divertida en el rostro— No soy nada tímida, no voy a negarlo. Detesto la poesía y los sábados por la noche salgo a pasear a mi perro porque, demonios, amo a los perros —se oyen más risas. Charlie tiene una sonrisa en sus labios. Solo puede pensar en que la forma de leer de Ben hace que el texto suene diez mil veces mejor— ¿Que si soy bonita? Soy la mujer más atractiva del mundo. No tengo demasiados amigos, pero no los necesito... —unos párrafos después Ben termina de leer su texto y varias personas le aplauden, gritan y hacen bromas sobre Brynn.

Luego de que los pocos alumnos que quedaran pasaran a leer, la profesora anuncia el siguiente ejercicio. Harían una pequeña historia juntando dos de los personajes que habían creado hoy. Comenzó a decir las parejas. Todas quedan bien, ya que los diferentes personajes se complementaban.

—Hood y Howard —dice entonces, mirando a la rubia y al pelinegro. Charlie se da vuelta para mirar a Ben algo nerviosa, y él le sonríe. Ella no pudo evitar hacer lo mismo, relajándose un poco, y pronto está mirando al frente de nuevo. 

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