Guía para el amor no correspondido

11: ¿Nuestra primera cita?

Guía para el amor no correspondido: Consejos.

No te castigues. No quieras empezar a comer o beber en exceso, o hacerte daño solo porque la persona a la que amas no está enamorada de ti. Recuerda que vales más de lo que crees.

Quizá el hecho de que no te corresponda es simplemente porque le gusta otra persona o no eres su tipo.

Los novios y novias vienen y van, pero un auténtico amigo dura para toda la vida. Piénsalo bien.

No trates de cambiar tu aspecto para tratar de gustarle.

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La historia que Charlie y Benjamin están escribiendo avanza cada clase y según la profesora, es excelente.

Cuando la clase finalmente termina, ambos ponen marcha hacia sus casas, pero entonces Ben habla:

—¿Qué te parece si celebramos nuestro éxito con un par de helados? —pregunta Ben, con una gran sonrisa en el rostro que no tarda en contagiarle a la rubia.

—Es una idea estupenda, debo admitirlo —pronto saca su celular para avisarle a su madre que llegara un poco más tarde y sigue al pelinegro hacia una heladería cercana. Ambos piden dos de chocolate y antes de que Charlie pueda negarse, él ya le ha pagado.

—Yo fui el de la idea, es justo que sea el que invite —dice Ben saboreando su helado— Pero que conste que no es una cita. Quiero que nuestra primera cita sea mucho mejor —añade, como si nada. Charlotte lo mira sorprendida, sin dar crédito a lo que acaba de oír.

—¿Nuestra primera cita?

—Bueno, estaba pensando en invitarte a salir. Pero si no quieres... —Charlie niega energéticamente con la cabeza.

—No, me parece... Me parece una buena idea —le sonríe, tímidamente. Ruega no haberse ruborizado y Ben le sonríe aun más. Devuelve su vista al helado, restándole importancia a lo que acaba de suceder, pero es imposible negar que esta feliz. Al final, Amanda tenía razón. 

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El viernes no hay clases, así que el jueves por la tarde Ben y Charlie planean ir al cine. La rubia, a pesar de no querer ilusionarse demasiado rápido, no puede evitar sentirse feliz.

—No estoy demasiado a favor de que los hombres paguen todo... —admite ella mientras carga las palomitas que Ben ha comprado minutos antes. Él le sonríe mientras se sientan en sus lugares.

—Solo intento ser amable, Charlie. La próxima vez puedes pagar tu las entradas y yo lo demás —contesta mirándola.

—¿La próxima vez, eh? —dice la rubia, casi sin darse cuenta. Esta sonriendo, al igual que él.

—A decir verdad, espero que haya muchas —admite él, y luego se mete un puñado de palomitas en la boca.

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Los protagonistas de la película se están besando, al igual que varias parejas en la sala. Charlie no puede evitar girar un poco su rostro para observar a Ben.

Ben es guapísimo, y aún le cuesta creer que ella le parezca atractiva. Jamás, en un millón de años, se hubiera imaginado esta situación.

Benjamin también la mira. Y un segundo después sus labios están juntos.

Charlie se siente como si estuviera en una nube. ¿Realmente esta pasando o es todo un sueño?

No es el primer beso de ninguno de los dos, pero es tan especial que es mucho mejor que eso.

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