En veinte minutos, todo el mundo tenía apiladas toda la armada de la Cruz Negra, viejas camionetas, camiones y automóviles. Lucas y yo nos aseguramos de entrar en la furgoneta que Dana conducía, y Raquel ocupó el asiento de copiloto. Con el resto de la furgoneta llena de cosas, estábamos solo nosotros.
"¿A dónde vamos, de cualquier forma?" le grité a Dana, por encima de la radio.
Dana se giró en la furgoneta. "¿Has estado alguna vez en Nueva York?"
"¿Éstas bromeando, verdad?"
Nadie estaba bromeando. Lucas me miró confuso, como si él no pudiera entender por qué pensaba que era raro. Traté de explicarme. "Llevan todas estas armas y salen a atacar vampiros. En una ciudad grande como esa, la gente no… ya sabes… ¿lo nota?"
"No," dijo Dana. "Ella nunca ha estado en Nueva York antes."
Raquel se echó a reír cuando ella golpeó el salpicadero en sincronía con la canción. "Te va a encantar, Bianca," me prometió. "Mi hermana Frida solía llevarme a Manhattan, una vez al año. Hay todas esas galerías increíbles, el arte tan extraño que no puedo creer que nadie lo haya soñado hacer."
"Nosotros nos vamos a tener mucho tiempo para pasarlo en museos," dijo Dana. Los golpes de Raquel fallaron por un momento, tan pronto como el coro volvió a empezar, ella golpeaba tan duro el tablero como siempre.
"Todavía me parece raro," le dije a Lucas. "¿Cómo se supone que podamos encontrar un sitio allí?"
Él dijo, "Tenemos amigos en Nueva York. Es el hogar de una de las mayores células de la Cruz Negra del mundo y tienen una red de apoyo muy amplio."
"En otras palabras," Dana chilló por encima de la música, "Estos chicos son bien enrollados."
Yo bromeé. "¿Qué?, ¿viven ellos en áticos?"
"Para nada," dijo Lucas, "pero tú deberías comprobar su arsenal. Creo que hay algunos ejércitos que no tienen el poder de armamentos que la célula de Nueva York tiene."
"¿Cómo es que la célula de Nueva York es tan grande?" pregunté. A pesar de la gravedad de nuestra situación, podía sentir mi espíritu aumentando con cada kilómetro que recorríamos. Me hacía sentir bien estar en movimiento. "¿Por qué les gusta tanto a todos ustedes?"
"Porque Nueva York es una ciudad con un serio problema con los vampiros." Lucas parecía sombrío. "Los vampiros llegaron allí tan pronto lo hicieron los neerlandeses, hacia 1600. Están arraigados en el área de poder masivo, mayor influencia. La célula de la Cruz Negra necesita todos los recursos que puedan llegar a poner contra ellos. En realidad, esta fue nuestra primera célula en el nuevo mundo. Al menos, eso es lo que dicen. No es como si saliera en los libros de historia."
Pensé en los vampiros de la antigua Nueva Ámsterdam, y luego pensé en Baltazhar y Charity, que habían estado con vida entonces. Cuando Balthazar me contó cómo había crecido en la Colonia Americana, pensé que sonaba una edad insondable, misteriosa e impresionante. Era extraño pensar que la Cruz Negra fuera tan antigua también.Raquel debió de haber estado pensando lo mismo, porque preguntó, "¿Es eso cuando se fundó la Cruz Negra? ¿Hacia 1600?"
Dana se rio de ella. "Inténtalo con unos mil años antes."
"No me digas," dije. "¿De verdad?"
"Se inició en el imperio bizantino," dijo Lucas. Traté de recordar que los bizantinos eran… creo que tal vez vinieron después del imperio romano, pero no estaba segura. Me imaginé cuan disgustada estaría mamá si supiera que yo estaba dudosa acerca de eso: la hija de un profesor de historia que yo era. "Al principio, la Cruz Negra fue la guardia de Constantinopla. Pero pronto se extendió por toda Europa, luego Asia. Fue a las Américas y Australia, junto con los exploradores. Al parecer, los reyes y reinas insistían en que al menos un cazador viajara en cada expedición."
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Saga Medianoche, Despedida
Teen FictionBianca ha abandonado Medianoche y se ha unido a la Cruz Negra, la organización mundial de cazadores de vampiros. Su nueva vida no es precisamente fácil: bajo la tutela de Kate y Eduardo, debe entrenarse con disciplina militar, cuidando de que nadie...