Aunque debería haber habido un agente en el mostrador del metro, estaba vacío; quizás alguien pensó que las 4 a.m. era un buen momento para tomarse un descanso. Esto nos dio la oportunidad de saltar los tornos de entrada y esperar un tren.
Nos sentamos juntos en uno de los viejos bancos de madera, que tenía varias capas de espesor más debido a los grafitis. Ninguno de los dos dijo nada al principio. Me sentía como si todo a mí alrededor estuviera muy lejos y fuera difícil recordar que esto no era una pesadilla o un recuerdo horrible. Era como si mi cerebro quisiera engañar a mi pensamiento diciéndole que esto no podía estar sucediendo aquí y ahora.
Lo primero que se metió en mi conciencia lo suficientemente fuerte para incitarme a hablar fue el cartel que colgaba arriba.
"Downtown," Leí. "¿Esa es la dirección que queremos coger, verdad?"
"No veo cual es la diferencia." Lucas apoyó la cabeza contra la pared de azulejos." Mientras estemos poniendo distancia entre ellos y nosotros cualquiera es bueno."
Todas las palabras buenas no eran las adecuadas que quisiera usar para describir la situación. Creo que me di cuenta de lo que estaba intentando hacer. "Sé que quieres ser fuerte por mí," dije en voz baja, "Pero ahora creo que es más importante que seas honesto conmigo."
"Fuerte." Lucas cerró los ojos con fuerza. "¿Eso es lo que estoy siendo? Porque no lo parece."
La cruz negra era todo lo que él tenía en el mundo, me dije a mi misma. Todo lo que yo pasé era horrible, pero para Lucas, esta noche era aún peor. Había perdido a su madre, su mejor amiga - todo excepto a mí -. Quizás es mi turno de ser fuerte durante un tiempo.
"Vamos a estar bien." Tomé su brazo con mis manos y examiné las quemaduras del agua bendita. Eran delgadas líneas rosas que parecían quemaduras solares graves. "Espera y veras."
En ese momento una ráfaga de viento sopló a través del túnel, lo que anunciaba la llegada del tren.
Eché una mirada de preocupación detrás de nosotros, mientras subíamos, pero nadie nos seguía. Sólo una persona estaba en el vagón, un vagabundo que dormía en los asientos y olía fuertemente a cerveza.
Cuando el tren se puso en movimiento, llevé a Lucas hacia un mapa de la red de metro. "Tú conoces como moverse alrededor de Nueva York mejor que yo," le dije. "Así que puedes saber si estamos en el camino correcto."
Lucas se movió lentamente, como un hombre caminando por el agua. Se centró en el mapa, claramente queriendo hacer algo útil. "Como dije antes, no hay manera correcta. Salvo, ya sabes, muy lejos de ellos."
"Por supuesto que hay manera correcta." Me sorprendió que Lucas no lo hubiera visto; la respuesta era muy obvia para mí. "Necesitamos dinero y un lugar seguro para ocultarse durante un tiempo. En otras palabras, necesitamos encontrar un amigo."
"Balthazar," dijo él.
Asentí. "Entonces, ¿nos dirigimos al barrio chino o no?"
Lucas puso sus manos a cada lado del mapa. "Sí. Estamos en el buen camino."
Aunque Lucas recordaba el nombre de la calle que Balthazar nos había indicado, al principio ninguno de nosotros podía detectar la tienda correcta. Era demasiado pronto para que las tiendas estuvieran abiertas, así que todas tenían el mismo aspecto: tiendas idénticas cerradas herméticamente con rejas de metal. Teníamos que esperar.
Esperando a altas horas de la madrugada cuando no tienes nada de dinero, ni siquiera unos cuantos dólares para café. No hay nada que hacer, nada, y el tiempo parece estirarse hasta el infinito.
ESTÁS LEYENDO
Saga Medianoche, Despedida
Teen FictionBianca ha abandonado Medianoche y se ha unido a la Cruz Negra, la organización mundial de cazadores de vampiros. Su nueva vida no es precisamente fácil: bajo la tutela de Kate y Eduardo, debe entrenarse con disciplina militar, cuidando de que nadie...