Capítulo 3

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Otra monótona mañana saliendo de casa para ir a trabajar. Aquel día debía terminar de colocar los últimos retoques a un afiche del próximo programa que transmitiría el canal. La última palabra de aceptación la tenía su director y luego sería aprobada por el jefe máximo.

Apenas su mirada se fijó en su cubículo, lo primero que notó fue otro papel de color rojo en su memo clip; cortado de la misma forma que los demás. Sin embargo, hizo todo el esfuerzo posible para ignorarlo. Encendió su PC, limpió la cabina, conecto la impresora y luego fue a buscar algo de café. Se encontraba somnoliento, debido a que la noche anterior Jungkook no había tenido mejor idea que despertarlo a la una de la mañana solo para tener una ardua sesión de sexo. Se ruborizo solo de recordarlo.

Volvió a tomar asiento dejando su taza a un lado, abrió el programa en su PC, y en lo que cargaba, otra vez sus ojos miraron el llamativo papelito. SeokJin se mordido el lugar, probablemente serían otras de esas palabras bonitas que no eran para él. Estaba cansado de recibir mensajes de otros , y sin embargo, aún así tomó la hojita para abrirla y saciar su curiosidad.

“SeokJin,
No quiero ser una persona más.
Quiero ser quien esté a tu lado durante el resto de tus días a cada paso que des.”

Su nombre. Pestañeó unas cuantas veces para volver a leer la primera palabra, ¿realmente era su nombre? Sintió un ligero escalofrío de solo saber que aquella persona se había tomado la molestia de dejarle aquellos mensajes. Aunque, si creía que ello removía algún sentimiento dentro de él, estaba equivocado.

SeokJin frunció un poco el ceño, probablemente alguien estaba jugando le una broma, por lo que sólo atinó a tomar un lapicero junto a un post it escribiendo un corto pero claro mensaje antes de colocarlo en el memo clip.

“Lo siento, soy casado”





[...]

Había pasado una semana y tres días, tiempo necesario para que el cajón de cosas no interesantes de SeokJin ya se encontrara lleno de pequeñas hojitas de distintos colores. No importaba cuantas veces hubiera dejado mensajes diciendo a aquella persona que parara, parecía que sus notas sólo eran vistas sin prestar atención.

Justo hoy acababa de llegar a su lugar de trabajo encontrando otro papel azul. Respiro hondo un par de veces, se dijo que simplemente debería tirarlas a la basura junto a las demás, sin embargo, había algo que le impedía hacerlo. Aunque incluso si no entendía la razón, todavía tenía miedo de que Jungkook pudiera enterarse.

Pero aun con esos pensamientos, tomó el papelito para leerlo.

“Me preguntas porqué te escribo, cuando la razón de mis cartas es poder demostrarte esto profundo que siento. Por lo que pedirme que pare es pedirme que dejara de vivir.”

Se mordió el labio inferior; fuera quien fuera necesitaba parar con esa broma. Apiló las notas en su cajón, esperando la hora del almuerzo, porque tenía que cortar con el problema de raíz.

[...]

Cuando todos estuvieron sentados en la mesa redonda para compartir sus almuerzos y charlar, SeokJin solo observó a sus amigos en silencio, pensando bien en lo que iba a decir. Se encontraba molesto, y lo estaría más su confirmaba la verdad detrás de las coloridas notas.

A Bouquet Of Tulips [KookJin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora