𝐄𝐓𝐄𝐑𝐍𝐀𝐋 𝐋𝐎𝐕𝐄 | te amaré más allá de la eternidad. Te amaré por siempre. Porque mi amor por vos es eterno
Melody y Simón sufrirán por estar juntos, estaran desolados, perdidos y vacios.
en donde Sol tiene la orden de matar...
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En los pasillos del Mandalay se encontraban las guardianas caminando lentamente. Melody seguía un poco resentida con la Psicóloga del colegio que le estaba tirando onda a su novio.
Y por eso, con la ayuda de Mar encerró a Sol y Luna y en el cuarto. No iban a permitir que ellas se acerquen a sus novios.
— ¿No es mucho encerrar a medialuna y Sol en el cuarto? — preguntó la castaña.
Negó — ¡No Mar! ¡Mirá si cruzan al cuarto de nuestros novios!
Una chica pasó corriendo, y las empujo con fuerza.
— ¡Ey flaca! ¡¿Qué te pasa, idiota?! — gritó Melody, molesta —. ¡No sé puede correr por aquí!
— ¿Saben lo qué escuche? — Mar las miró fijamente —. ¡De una fiesta! ¿Ustedes no sé enteraron de nada?
— ¿Van los profes? — divago Vale, con rapidez.
La quedan mirando.
— ¡Epa!
Aclaró su garganta — Si van a ir, no da ir. Ahora, ¿sin los chicos da ir?
— Ellos van a ir a dormir, y nosotras escapandonos, no — negó Jazmín —. Mi bonito ya tiene mucho con el viaje, que no entiende nada
— ¿Y si vamos al cine? ¿Quieren ver una película? Podemos comer helado — propuso la rubia.
— ¡No, ni ahí! — negó la flaquita —. Me dijeron que acá, hay un observador
Caminó hacía una puerta pintada Mar siguió a su hermana y golpeó la puerta varías veces hasta que se abrió.
— Es muy chiquito, no vamos a pasar por ahí todas — repuso Mar.
Ellas la miraron con una sonrisa burlona. Mar no pudo evitar rodar los ojos sintiéndose muy ofendida.
— Ay. ¡Siempre me hacen lo mismo! Es un mal chiste para la petiza. ¡Dale, pasen que todas pasamos por acá!
— ¡Bueno dale! ¡Voy pri! — Vale entro por esa puerta.
Las demás la siguieron, bajando las escaleras del observatorio con lentitud.
— Chicas, ¿ese no es el coso redondo dónde estaba la fuente? — señaló Valeria.
— Mándala
— ¿Mándala qué?
La rubia suspiró irritada — Mándala se llama el coso redondo Val
— ¿Este no es el sótano? — preguntó Mar extrañada.
— ¡No, no! ¡Mi rinconcito de luz! — se quejó la paisa.
— Chicas es el futuro — declaró la gitana nuevamente —. Por algo nos mandaron acá, ¿o no? — ellas asintieron —. ¿Me habré divorciado de Tacho?
