Capítulo 9

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Harry

Todo el transcurso de regreso a casa de Louis ha estado callado.

Cuando nos despedimos de Andy todo estuvo bien pero desde que subimos al auto ninguno ha dicho ni una sola palabra.

Voy a hablar con él hoy mismo, tengo miedo de lo que pueda pasar y de que de nuevo se aferre a la idea de que no quiere volverme a ver, pero esta vez no lo voy a permitir.

–¡¿Cómo les fue?! —pregunta Jay recibiendonos en la puerta.
–Bien, mami —responde Louis por ambos.

Entramos a la casa y Louis se dirige a la cocina a tomar agua, mientras tanto yo busco una estrategia de como llevar a cabo una conversación sobre lo que hablé con Andy sin que se altere y afecte su estado de ánimo o mental.

El teléfono de Jay suena sacándome de mis pensamientos y se lo paso ya que estoy más cerca.

–¿Hola? —responde rápidamente— No, no, no, dime qué pasa —dice con leve preocupación—, muy bien, cariño, solo respira, no te preocupes, en un momento voy para allá.

Louis la mira confundido y la intriga también me carcome. Hace días que ha tenido que irse a la casa de las hermanas de Louis así de emergencia.

–Louis, tengo que ir con tus hermanas, amor, pero...
–¿Qué les pasa? —pregunta interrumpiendole.
–Nada importante, solo que a Lottie le duele un poco el estómago, eso es todo.
–Bien, no me lo digas.

Sube las escaleras rápidamente y se escucha que azota la puerta de su habitación con mucha fuerza.

–¿Puedes quedarte con él? —me pregunta apenada— Detesto estarte pidiendo esto, Harry.
–No te preocupes, Jay —digo con una leve sonrisa—. Me gusta cuidar de él.
–Eres un encanto, gracias, cariño.

Me regala un beso en la mejilla y sale rápidamente de la casa.

Miro la hora en el reloj de la pared en la cocina y tomo del cajón el medicamento que le toca a Louis junto con un vaso de agua.

–Al pequeño Louis le toca su medicamento —digo entrando a la habitación.

Se levanta de la cama y me quita las pastillas y el vaso de agua de las manos para tomarlas rápido y volver a la cama.

–Lou, no te molestes con ella —le digo sentandome a su lado—, también tiene que ver por tus hermanas.
–¿Pero por qué no pueden vivir ellas aquí con nosotros? —pregunta con un leve puchero en sus labios.
–Lottie y Fizzy tienen que cuidar de las gemelas y sabes que a ellas les da miedo si te ven hablando solo —le explico tranquilamente—, son muy pequeñas para entender esto.
–¿Pero por qué mamá no quiere decirme lo que en realidad sucede?

Se para molesto de la cama y camina de tal modo que ahora me da la espalda.

–No quiere preocuparte, Louis.
–¡Me preocupa más que no me diga nada! —exclama girándose hacia mí— Pero tú puedes decirme que es lo que en realidad pasa con mis hermanas.
–¿Por qué crees que yo sé todo? Sé lo mismo que tú respecto a eso.
–Mamá tuvo que habertelo dicho —asegura—. Te cuenta todo.
–No es verdad, no sé nada de eso.
–¡Eres un mentiroso!

Me quedo helado ante la discusión que está pretendiendo tener. Entiendo que no está mentalmente bien, pero su enfermedad no le impide que piense con claridad.

–¡¿Yo soy un mentiroso?! —pregunto evidentemente molesto— ¿Y qué me dices de ti?
–¿De mí? —pregunta haciéndose el desentendido y cruzándose de brazos.
–Sí, hablo de ti, que te aprovechas de tu enfermedad y de que quiero ayudarte para mentirme y tratar de alejarme de ti.

Always In My Heart ≈Yours Sincerely, Harry≈ [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora