Capítulo 15

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Louis

–Louis, creo que ya hemos tenido suficiente —dice mi padre sentandose frente a mí—. Tú noviecito está comenzando a cansarme.
–Sí, y tú estás comenzando a cansarme a mí.

Me pongo de pie y me asomo por la ventana. Hace apenas cinco minutos que llamé a Harry pero ya me estoy desesperando.

–Escucha, hijo, yo sólo quiero...
–¡Que no soy tu maldito hijo, imbécil! —grito interrumpiendole— ¡Y tú no eres mi puto padre!

La ansiedad se está apoderando de mi y no sé cuánto tiempo más pueda resistir

–Sé que no es fácil, Louis, pero tienes que aceptar las cosas como realmente son.
–¡Cierra la boca, maldita sea!
–Jamás vas a salir de esto, Harry se irá y te vas a quedar solo.
–¡MIERDA, YA CÁLLATE!

Escucho la puerta abrirse y de inmediato se hace presente la única melodía capaz de calmarme.

–¡Louis!

Corro a los brazos de Harry apenas lo veo y me aferro a él.

Sus brazos son la respuesta a todo; él lo es.

–Tranquilo, Lou —susurra acariciando suavemente mi espalda—. Ya estoy aquí, estás bien.

Hundo mi cabeza en su cuello y aprieto mis ojos con fuerza.

–¿No te irás nunca verdad? —pregunto más como súplica— ¿No me dejaras de nuevo?
–No, no, no, no, Lou, yo me quedaré contigo —asegura.
–¿Cuánto tiempo?
–Hasta que mi corazón deje de latir, lo prometo.

Por fin me separo un poco de él para mirarlo a los ojos. Esos verdes ojos que me transmiten tanta paz y seguridad como nada en el mundo.

No puedo seguirlo engañando, tengo que decirle la verdad.

–¿Te llamó mamá? —le pregunto en un susurro.
–Después de ti, cuando ya venía en camino.

Me toma de la mano y me encamina al sofá en dónde puedo ver sentado a mi padre, así que me detengo.

–¿Podemos ir a otro lado? —pregunto con la voz entrecortada.
–Seguro —dice sin dudarlo—. ¿A dónde quieres ir?

Miro por última vez a mi padre quien ahora muestra una cínica sonrisa que casi da miedo.

–A dónde sea, solo quiero salir de aquí.

Se limita a asentir y tomamos solo lo necesario antes de dirigirnos a su casa.

No hablamos en el camino hasta que ya hemos llegado. Solo estoy pensando por dónde empezar a decirle todo.

Aunque comenzar con algún otro tema para quebrar el hielo no estaría mal.

–¿Qué tal estuvo tu día? —le pregunto algo nervioso y me mira extrañado.
–Bien, supongo —responde dulcemente—. ¿Qué tal tu cita con el doctor?

Bien, quería desvíar el tema y creo que solo lo he redireccionado. Cero puntos para mí.

–Bien, bien... Cuando salí no te vi, dijo mamá que tuviste que irte.
–Sí, yo... —se queda callado un segundo mientras busca una taza en la alacena—. He tenido que hacer algo.

Algo. Genial, ahora no solo mamá no me cuenta lo que hace, Harry se le ha sumado también.

–Excelente —es lo único que me sale.

Me mira algo confundido mientras prepara el té para ambos.

–¿Estás molesto? —pregunta con un toque de diversión en su voz.
–¿Qué? ¿Yo? ¿Por qué debería estarlo? —trato de ocultar la ironía pero me es imposible— Es decir... No, no lo estoy.

Always In My Heart ≈Yours Sincerely, Harry≈ [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora