Capítulo 28

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Harry

Miércoles 17 de Enero, 2014.

Me alegra ver a Louis y Zayn reconciliados. Hace unos días celebramos el cumpleaños de Zayn en su departamento y fue algo loco.

Regresaremos a Nueva York la próxima semana para nuestra boda.

Mi madre y Jay se han encargado de arreglar los detalles faltantes y no puedo esperar a que ese día llegue.

Por el momento, iremos con Drake y mi nuevo equipo de trabajo, el cual ahora también es equipo de Louis y por fin comenzaremos a trabajar para cumplir todo aquello que tanto deseamos. 

–¿Pero que tengo que decir? —pregunta Louis nervioso— ¿Me harán algo parecido a una entrevista? ¿Saben que somos novios?

Verlo así me provoca algo de gracia, pero temo que sus nervios puedan provocarle alucinaciones.

–Amor, tranquilo —digo acompañado de una leve risita—. No es una entrevista ni nada de eso, solo será una conversión normal y Drake es mi amigo, por supuesto que sabe de nosotros, hasta lo invite a la boda.
–¡Genial! —expresa con ironía— ¡Mi posible próximo manager y jefe está invitado a mi boda sin saber si le agradare! ¡Bien hecho, Harold!

En serio que estoy enamorado de este hombre y sus dramas.

–Lou —hablo tomándolo por los hombros—, relájate, todo estará bien.

Deja salir un pesado suspiro antes de mirarme de nuevo.

–¿Crees que pueda hacerlo? —pregunta inseguro.
–Puedes hacer todo lo que tú quieras, bebé.

Asiente y me toma de la mano para así entrar al estudio.









–¡Amor, cantas hermoso! ¡Había olvidado lo maravillosa que es tu voz cuando cantas! —exclama emocionado.
–¡¿Acaso no te escuchaste tú, Louis?! Joder, pareces angelito caído del cielo, con esa voz tan espectacular y tu carita toda hermosa.

Sonríe sonrojado antes de meterse en la cama y mover su mano invitandome a hacer lo mismo.

–Lo dices solo porque me quieres —dice acompañado de una risita nerviosa.
–Drake no te quiere tanto como yo y más le vale —agrego riendo—, pero también piensa que eres fantástico.

Ríe ante mi broma pero aún puedo notar ese pequeño rastro de preocupación en sus azules ojos.

–¿Crees que algún día lograré tener fans o algo así? —pregunta inseguro.
–Por supuesto que sí —le aseguro—, tendrás tantos fans que agotaras las entradas de tus conciertos en los estadios más grandes del mundo más rápido de lo que piensas —digo emocionado—, y tendrás que dar más y más y más fechas para que todos puedan verte.

Me acerco a él al darme cuenta que aún no está convencido de mis palabras. Puedo sentir su mano temblar levemente cuando me acaricia el rostro al tiempo que me regala una sonrisa tímida.

–Lou, vas a llegar muy muy lejos.
–Lo haré si estás conmigo.
–Lo estaré en cada paso, mi amor, lo prometo.
–No hagas eso —pide con preocupación—. No prometas cosas que no sabemos si podrás cumplir.

Frunzo el ceño levemente y niego con la cabeza tomándolo por las mejillas.

–Entonces te prometo que vas a lograrlo, vas a triunfar como cantante.
–Harry...
–Ahora eso lo tienes que cumplir tu —lo interrumpo—. Tienes que luchar para ayudarme a cumplir mi promesa.

Depósito un tierno beso en sus rosados labios haciendo que se recueste junto a mí para disponernos a dormir. Nos mantenemos en un cómodo silencio disfrutando las suaves caricias que nos regalamos con el roce de nuestras manos y pienso en lo mucho que deseo estar con él, en lo mucho que me gusta saber que está bien y en lo que quiero para él; para nosotros como pareja.

Tiene razón y me he acostumbrado tanto a hacerle promesas que ni siquiera sé si podré cumplir, el hecho de querer cumplirlas ya no es suficiente para él, no después de todo lo que ha vivido.

–Harry —habla sacándome de mis pensamientos—. ¿Que pasará contigo?
–¿Conmigo? —pregunto confundido.
–Sí, es decir, con tu carrera —levanta la cabeza para mirarme desde mi pecho.
–Seguiré y todo irá incluso mejor que antes, o al menos eso espero.

Se queda callado de nuevo pero lo conozco tan bien que sé que trae algo más en su cabeza, algo que lo inquieta.

–¿Todo bien? —pregunto incitandolo a hablarme más al respecto.
–Sí, es lo que... Me refería a que... ¿Qué va a pasar con nosotros? Me refiero a cuando todos sepan que has vuelto a hacer música, habrá fotógrafos detrás de ti y cosas de ese tipo... ¿Tendré que dejar de salir contigo o dejar de...?
–¡No! —agrego rápidamente— Jamás pienses que tendrás que ocultarte solo por las cámaras o la sociedad.
–Pero las personas son muy... No lo sé... No quiero que esto te perjudique.

Trato de procesar lo que está dándome a entender. Sabía que tendríamos está conversación pero no imaginé que sería tan pronto.

–¿Cómo sería posible que estar a tu lado fuera a perjudicarme de alguna manera?
–Harry, la mayoría de tus fans son mujeres. ¿No crees que se decepcionarían al saber que tal vez no tienen oportunidad con su ídolo?

Esto debe ser una broma.

–Louis, no sé que concepto tienes de fans por el momento, pero estoy seguro de que ya lo descubrirás —digo girandome completamente de lado para mirarlo—. Los fans están para apoyarte y nosotros para apoyarles a ellos, no para cumplirles caprichos de los que nosotros no nos encargamos, como lo es nuestra personalidad. No voy a dejar de salir con mi novio a la calle solo porque a algunas personas pueda decepcionarles la idea. Si me quieren como soy son los verdaderos fans, y lo mismo va para ti. Nunca tienes que cambiar algo que te hace feliz por hacer feliz a terceras personas, mucho menos si eso va a perjudicarte a ti.

Sonríe ante mi respuesta y deposita un corto beso en mis labios.

Cierro mis ojos y sueño con lo maravillosa que sera mi vida apenas contraiga matrimonio con mi pequeño Louis, lo maravilloso que será que ambos estemos cumpliendo todo aquello que siempre hemos querido, o al menos él.














–No... No, por favor —me despierta la ronca y adormilada voz de Louis— Para...

Me enderezo para ver bien a mi novio y gracias a la luz de la luna que entra por la ventana puedo notar que sigue dormido pero con la expresión de su rostro fruncido.

–Louis, despierta —lo agito levemente del hombro y logra relajar su rostro— ¿Quieres que te traiga un vaso de agua?

No responde ni abre los ojos pero mueve la cabeza en un casi invisible asentimiento.

Le limpio un poco el sudor y le quitó el pelo de la frente para seguido de eso bajarme de la cama e ir a la cocina a traerle ese vaso de agua.

Veo los utensilios de cocina que mamá dejo a la hora de preparar la cena y pienso en preparar alguna merienda ligera para que mi pequeño Louis se relaje un poco.

Pico una manzana en pequeños cuadros y le agrego algo de miel. Decido servirle un vaso de leche en lugar de agua. Estoy a punto de tomar el vaso y el plato para subir hasta que escucho unos acelerados pasos bajar por la escalera y adentrarse a la cocina.

Louis se para de golpe frente a mí y me mira con una enorme expresión de miedo en su rostro mientras respira agitadamente.

–¿Estás bien, amor? Apenas te llevaba...
–¡No! —grita con voz temblorosa mientras busca algo en la mesa con la mirada y cuando lo ha tomado puedo sentir un terrible escalofrío recorrer mi cuerpo.
–¿Lo-Louis?

Always In My Heart ≈Yours Sincerely, Harry≈ [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora