윤민 Russian roulette [yoonmin]

✧24✧

— ¿Y qué más sucedió en su cita? —preguntó el rubio a la pareja frente a él. Sin dejar de prestarles atención, bebió la poca agua que quedaba en su botella y cuando está se agotó, la guardó en su mochila.

Jimin se había encontrado con Taehyung esa mañana, al finalizar una de sus clases.

Ambos algo emocionados, habían acordado verse a la misma hora que siempre acordaban, que era al finalizar las clases.

Cuando el rubio llegó al lugar acordado -en una de las mesas que se encontraba en medio del campus-, se encontró a su amigo conversando animadamente con su novio, quien al parecer había finalizado sus clases antes. Por un momento pensó en irse y dejar a la pareja pasar un rato juntos, pero se negó a la idea en cuanto el pensamiento de estarse alejando cada vez mas de Taehyung pasó por su mente.

Sabía que se sentiría algo incómodo, pero también sabía que debía acostumbrarse a la presencia de Jungkook y que debía conocerlo más si es que pensaba considerarlo uno de sus amigos. Como este era la pareja de su mejor amigo quería aprender a llevarse bien y con el tiempo crear algún tipo de confianza.

Por eso es que decidió sentarse con ellos a conversar sobre cualquier tema que se le ocurriera, aunque dentro de sí sabía que moría de curiosidad por hacerle algunas preguntas al peli negro. Y no preguntas del tipo triviales, si no esas con las que sabría si Jungkook era una buena influencia para el castaño.

Así fué como llegó a ese momento, en el que se encontraba preguntándole a la pareja sobre las cosas que hacían antes, durante y después de sus citas. Sabía que en realidad no tenía razones para saberlo todo y que en medio cuestionario los incomodaría a ambos, pero las intenciones de saber si Taehyung estaba en buenas manos, podían más.

Quería saber si el tipo no se había propasado con su amigo, y solo con sus preguntas lo sabría.

Jimin solía ser el tipo de amigo sobre protector que la mayoría de las veces no era consciente de lo que decía o hacia con tal de que sus amigos o seres queridos estuvieran bien, siendo esto algo que jamás cambiaría. Esa era una de las razones por las que decía -o creía- todos se terminaban alejando de él.

Se justificaba diciendo que esas personas no sabían lo que era ser un amigo de verdad. Aunque a él mismo tampoco no le agradara comportarse así.

Se consideraba un buen amigo y eso era más que suficiente.

—Solo comimos algo y conversamos un poco, quizá después de eso hayamos ido a la habitación de Jungkook, y—

— ¿Qué hicieron qué?, ¿a dónde fueron? —preguntó incrédulo.

—Déjalo terminar, Park. —pidió el peli negro quien acarició la mejilla de su novio con cariño.

— ¿Cómo quieres que lo deje terminar si me acaba de decir que hicieron algo en tu habitación?

—No dejaste que completara la oración. -respondió el castaño.

— ¡Pero lo insinuaste!

—Jimin, no exageres. En todo caso el que hayamos hecho "cosas" es normal entre nosotros, somos pareja después de todo.

— ¡TaeTae es muy pequeño como para hacer ese tipo de cosas! -exclamó con un puchero.

— ¡TaeTae ya creció! —contradijo el peli negro.

—Jimin, tranquilo. Soy consciente de lo que hago y lo que no, así que no tienes de que preocuparte. Kookie y yo nos conocemos lo suficiente como para saber hasta donde llegar.

— ¿Qué quieres decir con que ya se conocen lo suficiente? -frunció el ceño.

—Jimin, creí que te agradaba. ¿Dónde quedó la confianza?