Cada momento feliz que pasaron se borra en un segundo sin poder evitarlo. Sin pensar en lo que pasara poco a poco se dan cuenta de sus decisiones y no hay marcha atrás.
El corazón ¿se podría dividir en dos para amar a otra persona involuntariamente...
Dejarla sola en la discoteca no fue muy difícil, en estos instantes las ganas de matar a todo aquel que me rodee eran bastantes. Me sentía lleno de rabia, celos y enojo, mi mente estaba llena de imágenes de ese tipo tocando su cuerpo, la sola idea de pensar en lo que hubiera pasado si no llegaba a tiempo me carcomía la cabeza.
¿Por que hacia esas cosas?
Annel estaba rebasando mis limites, yo mismo me preguntaba como era capaz de comportarse así, si tan solo me hubieran dicho antes que tenia que pasar por esto la verdad no hubiera interrumpido su vida. Aun recuerdo ese accidente donde su madre me imploro que la sacara, era cuestión de minutos para que el auto prendiera en fuego y ni siquiera he tenido la suficiente valentía para hablarle sobre su pasado.
Matar a ese Ghoul me traería consecuencias mas adelante, el gobernador de su especie se enteraría tarde o temprano y vendría a vengarse o simplemente para hablar. Al fin y al cabo ambas especies se podían decir que eran primos, ellos eran seres de la noche como nosotros, las 3 únicas diferencias eran los ojos, lo que comían y el idioma.
Al estar dentro de la habitación, me deshice de mi camisa y pantalones, el cuerpo me ardía y las venas comenzaban a aparecer en el, controlarme era un desafió peligroso.
¿Por que me pasaba esto a mi?
Era un sufrimiento intolerable, creían que convertirme en esto era fácil y sencillo pero no, llevaba un gran dolor dentro que solo se sentía cuando el monstruo quería salir. Annel me había llevado al limite de mi enojo, no era su culpa desatar eso en mi.
Salí al balcón mirando la luna que ya se encontraba en su punto alto, deje que su luz cubriera mi cuerpo y me tranquilizara, mi dolor poco a poco disminuyo.
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Al día siguiente me levante como de costumbre, me preocupo un poco no ver a mi esposa dentro, pero su respiración en la sala me calmo. Decidí tomar un baño y después llamaría a mi madre, quería saber cual era la verdad de todo esto y ponerle un alto ya.
Deje salir el agua para que cayera sobre mi cuerpo, la sangre de anoche tiño el pequeño charco que se formo bajo mis pies de rojo. Al poco rato salí envuelto en una toalla y fui en busca de ropa en el armario.
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Cerré los ojos por un momento para aceptar el atuendo que llevaba, varios años portando negro para que en cuestión de días cambie a estos colores. Me puse un poco de perfume, lentes oscuros, mi reloj y me coloque mi anillo que había dejado ayer en el baño, en un descuido mío ya estaría hecho cenizas en el sol.
Al salir de la habitación la vi durmiendo sobre el mueble, aun traía la ropa de ayer y su maquillaje estaba corrido por lo que supuse que había llorado. La observe por un rato hasta que me digne a salir de la cabaña, saque mi teléfono y tome una distancia apropiada de ella para que no me escuchara.
