Capítulo 20

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Al volver a la realidad me aleje del cuello de Aaron y lo mire con la respiración acelerada, sus manos en mi espalda acariciando con delicadeza me calmaron. La visión que tuve fue tan detallada que mis emociones se alteraron a tal grado de sentirme diferente, el lo había visto y sabia como me estaba sintiendo ahora.

- Estoy aquí, no dejare que nada malo te ocurra - Asentí, una de sus manos subió a la altura de mis labios, limpio la comisura con su pulgar y retiro la sangre que manchaba mi boca para luego llevárselo a la suya y lamerlo.

- Aaron - Lo llame, inexplicablemente sus destellos dorados brillaban mas - Hazme tuya.

Sus gestos se suavizaron y lo vi entreabrir la boca, deseaba esto mas que nada y no iba a permitir irnos de aquí sin haber sentido a este hombre entrar en mi.

- Annel no te invite a cenar para llevarte a la cama luego - Dijo apenado, aun así no me importaba.

- No me dejes así, por favor - Le rogué, la gran Annel Kim le estaba rogando al gobernador.

- No podre detenerme, te lo advierto - No deje que siguiera, lo jale del cuello de su camisa y pegue mis labios a los suyos, trate de empezar lento pero profundo.

Sus manos bajaron a mi trasero y los apretó con fuerza, las mías subieron a su cuello y se enredaron en ella, sentí como se levantaba y caminaba de regreso a la cabaña. En ese momento no importaba quien nos viera, la situación se salía de control con cada segundo que pasara.

Escuche la puerta abrirse y entramos al interior, lo ayude a cerrar la puerta sin soltar sus labios, la punta de su lengua se quedo en la entrada pidiendo permiso para jugar con la mía, entreabrí la boca para que pudiera pasar. El beso se volvió aun mas rápido, me besaba como si estuviera necesitado desde hace años, me agarraba con tal fuerza que me hacia pensar que tuviera miedo de que me alejara.

No se en que momento habíamos entrado a la habitación pero el me dejo sobre la cama, con molestia lo solté por que lo que menos quería es que se alejara, el miedo a que se hubiera arrepentido apareció en cuanto se quedo mirándome a unos centímetros de mi. Todo desapareció cuando se deshizo de su saco, con mucha facilidad se quito su chaleco y de una manera tan caliente empezó a quitar botón por botón hasta que la tela blanca cayo a sus pies.

Su abdomen bien marcado relucía a la luz de la luna, cada trazo estaba bien hecho, las venas resaltaban por su vientre y desee ver ya lo que llevaba debajo.

Su mano se deslizo hasta el botón de su pantalón, jugo con el mientras me miraba divertido, de seguro le daba risa mi cara, sin previo aviso sus pantalones cayeron dejando a la vista su bóxer negro, un gran bulto se formaba entre sus piernas. Era mi turno de provocarlo mas, viendo que no se movía de su lugar por observarme curioso lleve mis manos debajo del saco que traía, desabroche mi short negro y levante un poco mis caderas para quitarlo y tirarlo al suelo.

Sus ojos se oscurecieron al ver la tela en el suelo, tenia un poco de nervios pero no me impidió hacer lo que haría. Solo un botón que quitara bastaba para dejar a la vista mi lencería negra, mis manos subieron hasta el, fueron unos largos y tentadores segundos para que el saco se abriera y cayera cada parte en ambos lados de mi cuerpo.

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Recuérdame - Eres Solo Mía #2 Kim Hyun JoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora