Capítulo 5

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El sol comenzaba a salir, me encontraba frente a la casa acostada en el capo del coche, en toda la noche fue imposible para mi dormir por todo lo que ocurría. Me empezaba a sentir enferma con todo esto, no sabia por que hablaban como si yo no fuera la esposa de Daniel y me enojaba el hecho de que me estaban ocultando cosas.

Justo cuando estaba por irme el delicioso aroma de la sangre llego hasta mi nariz ocasionando que cerrara los ojos y aspirara mas el olor, no era muy lejos de aquí y mucho menos era de un animal, el bello aroma de un humano. Quería ir hacia allí pero no hace mucho que me había alimentado pero el aroma era fuerte e insistente en penetrar mis fosas nasales, tenia que hacerlo.

Cuando estaba a punto de correr hacia donde me guiara el olor Daniel apareció en mi campo de vista, estaba recién despertado, maldije mentalmente y tuve que aguantarme las ganas de beber.

- No me digas que toda la noche te la pasaste aquí - Asentí y lo pase de largo para entrar a la cabaña, iba a darme un baño y luego lo convencería de salir.

- Todo lo que esta pasando me tiene hecha un lio la cabeza - El simplemente se quedo callado a lo que rodee los ojos, sabia que no iba a querer hablar de nuevo.

Me dirigí al cuarto y tome la toalla entre mis manos para entrar al baño, tal vez el agua fría me calmaría un poco. Me desnude por completo e hice mis necesidades fisiológicas, al poco rato me metí bajo la regadera dejando que el agua cayera sobre mi cuerpo de manera relajante. Mi mente pronto se ocupo del rostro de Aaron, aquel chico que me ocasionaba miedo e intriga al mismo tiempo, no comprendía su forma de actuar pero entendía que le dolía verme con su hermano. Esperaba al menos no tener problemas con su esposa y menos llamar la atención de la gente chismosa del consejo, aquellos te hacían trizas con cualquier error que cometieras, por mas pequeño que fuera.

Al poco tiempo salí envuelta en una toalla, al alzar la vista me sorprendí de ver a Daniel en la habitación, estaba sobre la cama observándome con detenimiento.

- ¿Qué haces aquí?

- Es mi habitación también ¿Recuerdas? - Me dijo de manera obvia, ¿Por que me ponía de esta manera?

- Puedes salir, tengo que vestirme - Trate de sonar lo mas amable posible pero el maldito negó.

- ¿Por que no quieres que te vea desnuda? - Su pregunta me tomo desprevenida - Si fuera Aaron creo que actuarias de manera diferente.

Con el simple hecho de mencionarlo hizo que me enfadara, el gobernador ya se había metido lo suficiente en mi cabeza como para molestarme, no quería escuchar ni pensar en ese hombre.

- Lo dudo - Dije seria - Pero si tanto lo quieres

Sin ninguna gota de vergüenza deje caer la toalla quedando desnuda ante Daniel, quien me miro sorprendido por mi acción, a pasos decididos me acerque a el, mi esposo enseguida se levanto de la cama y camino hacia mi, una alerta se encendió en el interior de mi cabeza pero no iba a hacerle caso, el era mi esposo y era normal hacer esto.

Pronto nuestros cuerpos chocaron, sus manos me tomaron de mi cintura desnuda con delicadeza, las mías bajaron al inicio de su camisa y las subí quitándole la tela estorbosa. Por fin lo tome del mentón y lo jale hacia mis labios quienes no tardaron en moverse sobre los de el, mientras nos besábamos bajo sus manos a mi trasero para subir mis piernas y enrollarlas en su cintura, me llevo hasta la cama y se sentó sobre ella dejándome a mi sobre sus piernas. Su miembro erecto rozaba con mi sexo que cada segundo se mojaba mas y mas, comencé a moverme de atrás para adelante teniendo un faje en la cual el me ayudaba con sus manos a balancearme, las mías estaban en su hombro.

Recuérdame - Eres Solo Mía #2 Kim Hyun JoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora