Recuérdame - Eres Solo Mía #2 Kim Hyun Joong

Capítulo 8

Eran las 12 de la noche cuando di otra vuelta a la cama, mis ojos no querían cerrarse para dormir y yo me sentía muy cansada. Todo lo que ocurrió hoy era un dolor de cabeza para mi ahora mismo, los recuerdos me carcomían por completo causándome insomnio, tenia dentro preguntas que no eran contestadas y conforme pasaba el tiempo mas se unían, todo en mi era un lio.

Por otro lado estaban mis pensamientos donde Aaron Park era el protagonista, no iba a mentir lo odiaba pero al tenerlo cerca toda molestia se iba, mis nervios tomaban el lugar que no les correspondía y me hacían una mala jugada cuando estaba a su lado. No me olvidaba de que era hermano de mi esposo, tampoco podía borrar el hecho de que estuviera enamorado de mi.

Yo me sentía loca, miren que pensar en Daniel y en su hermano era una tremenda locura, mi mente rebuscaba en mis recuerdos algunos que me dieran indicio de su enamoramiento hacia mi pero no había ninguno.

¿Qué hubiera pasado si lo hubiera escogido a el?

En estos momentos tuviera a un tipo completamente candente, con un cuerpo de adonis y aura oscura. Aaron era tan temible y a la vez tan interesante que llegaba a estresarme, todo en el gritaba peligro y como una completa demente eso me atraía, cuando el estaba conmigo la palabra "Casada" no existía y es por eso que mas lo odiaba, no quería ser el montón de mujeres que se morían por el gobernador.

Con inocencia abrí la bata de dormir quedando al descubierto mi cuerpo, no traía sostén, no era de las personas que durmiera con ello. Mi mano jugo con mis labios antes de bajar por mi cuello y llegar hasta mis pechos, no quería sentirme incomoda así que apague la luz y al cerrar los ojos la fantasía comenzó.

Tenia a Aaron frente a mi, me sonreía como un desquiciado lleno de lujuria y deseos que estaban a punto de cumplirse, no tenia nada de vergüenza al estar frente a el. Se acerco hasta la orilla de la cama y antes de subir se quito la camisa que tenia quedando solamente en pants negros. Su escultural abdomen quedo a mi vista, me mordí el labio de tan solo pensar en poner mis manos en ese lugar.

Lentamente subió a la cama, gateando y mirándome como si fuera su presa y es que ante el lo era, abrí mis piernas para que se metiera entre ellas y lo vi arrodillarse, su vista no se apartaba de mi en ningún momento. Es ahí cuando comencé a bajar mis manos por mi cuello de manera seductora, vi como su miembro despertaba bajo sus pantalones, quería llevarlo hasta el limite de la locura y así fue, hacia como si fuera a bajar a mis pechos pero solo era para desesperarlo, pronto se levanto un poco y con agilidad se bajo los pantalones y el bóxer quedando desnudo ante mi.

Mis ojos no se apartaban de su gran miembro, se veía grande y gorda. Entonces no quise hacerlo esperar mas, baje mis manos hasta mis pechos y tome una entre ellas, me las masajee unos segundos haciendo que mis pezones se endurecieran al pellizcarlas, lo vi apretar los dientes al hacerlo, se que le gustaba verme así, su mano fue bajando por su abdomen al mismo tiempo que la mía bajaba a mi clítoris, ambos llegamos al mismo tiempo tocándonos lentamente. Arquee mi espalda sintiendo el placer llenarme por completo, era algo nuevo para mi ver como se masturbaba frente a mi, se sentía mas que rico en compañía y verlo como movía su mano de arriba a abajo mientras echaba la cabeza para atrás era otro nivel de excitación.

Unos minutos después mis paredes se cerraron indicando que estaba a punto de venirme y al mismo tiempo que lo alcanzaba abrí los ojos viendo la realidad, deje de tocarme y recupere la respiración mientras me relajaba. Maldije miles de veces a Aaron por meterse en mi cabeza, no podía ser así, yo estaba casada con su hermano.

¿Qué me estabas haciendo Aaron?

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Al día siguiente me levante a las 9 de la mañana, estaba ansiosa por el día de hoy por que le demostraría al maldito consejo y a Aaron que podía ser lo que ellos pensaban. Si creían que podían insultarme y hacerme sentir mal estaban muy equivocados.