❝ Maître de poupée ❞ | 𝗞𝗧𝗛

Catorce

Frente a mí se encontraba un espejo de cuerpo completo, y yo estaba frente a él mirando cada imperfección, cada golpe y hematoma que yacía en mi cuerpo. Parecía estar muy adentrada en mis pensamientos que no me percaté que el timbre del departamento estaba siendo tocadas repetidas veces hasta el punto de causarme desesperación, cerré mis ojos con lentitud y solté un pequeño suspiro para después dirigirme a la pequeña pantalla que servía para visualizar de quien se trataba. Mi madre.

Grité un "Ya voy" y salí disparada hasta la habitación para colocarme ropa holgada y que cubriera todos los golpes, me miré al espejo rápidamente pensando que podía hacer con aquel moretón en mi ojo, taparlo de manera correcta me llevaría por lo menos una hora. Así que tomé unas gafas y me las coloqué, aunque me estaba dando por vencida, mi madre me obligaría a quitármelas. Tal vez podría decirle alguna mentira.

Abrí la puerta con una pequeña sonrisa, ella rápidamente colocó su atención en el hematoma y también sonrió, pero no a mí. Caminó hasta el living sin siquiera decirme una palabra, se sentó en el sofá y admiro su alrededor. Parecía gustarle.

— Entonces, estaba en lo correcto — Soltó, fruncí un poco mi entre cejo y tomé asiento frente a ella, todo esto tratando de hacerlo como normalmente lo hacía pero la verdad era que mi cuerpo dolía como nunca.

— ¿De que hablas?

— Sabía que Taehyung te trataría de esa manera, ¿porque te golpea? ¿Porque estás siéndole infiel? ¿Porque estas detrás de los hombres? Todo el tiempo dependías de un hombre, Sunhee. Parecía que eran como el agua, todo los días los necesitabas.

Aquellas palabras me avergonzaron y me humillaron, no voy a mentir. Si, fui una chica que en su tiempo no hizo las cosas bien y estaba de chico en chico, nada serio. En esos momentos llegó Taehyung, confesándome todo lo que sentía por mí con aquel rostro inocente y temblando de los nervios.

— Para ya, mamá. Cometí errores y lo sé perfectamente pero tampoco puedes reclamarlo toda la vida. Comencé superándolos desde que estoy de novia con Taehyung.

— ¿Superarlos? Eres la única que lo has hecho, porque tú novio no, mírate cómo estás de golpeada. Apuesto que Taehyung lo hace por todo lo que le hiciste en aquel entonces y créeme que te lo mereces, no lo respetas.

— No puedo creer que me estés diciendo esto, nadie merece ser maltratada de esta manera. No puedo escapar de él, lo sabes y solo estás diciéndome que me lo merezco, en su lugar, deberías ayudarme — Ella colocó los ojos en blanco y después me miró con lástima. Siempre supe que mi madre no me quería, no era la gran cosa que recibiera ese tipo de palabras.

— ¿Ayudarte? Te lo dije desde hace mucho, Sunhee. Te metías con cualquier hombre, mucho peores de lo que es Taehyung y te daba igual. Todos los días lloraba por ti porque tenía esa ansiedad... ese miedo de que no volvieras y me dijeran "encontramos a su hija en un terreno baldío", tantos casos me hacían volverme loca y que tú salieras sin decirme a donde, también. Me sentaba en el sofá pidiendo de favor que atravesarás esa puerta, todos los días era así — Comenzaba a alterarse, mientras soltaba lágrimas hasta el punto de que sus ojos se encontraran demasiado hinchados. Mientras que por mi lado, me sentía mal, porque aquellas palabras eran más que la verdad.

Nunca escuché a mi madre.

— Lo... lo siento, mamá. Pero aprendí la lección hace mucho tiempo y... — Me interrumpió y sorbió su nariz sin quitarme la mirada.

— ¿Y tenía que suceder una desgracia para que así fuera? ¿Acaso estás consciente del dolor que sentí al verte de esa manera? ¿Donde está la Sunhee que no permitía ser pisoteada por un hombre? — Me miró a los ojos por primera vez, ella hacía muchas preguntas, pero la entendía.