Trece

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— ¡Por favor, no me hagas nada! — Grité suplicándole como tanto con mi voz así como con la mirada. Taehyung se encontraba de pie al fondo del pasillo con una terrible mirada que me causaba escalofríos por todo el cuerpo. Mi corazón comenzó a bombear cada vez más rápido conforme pasaban los segundos.

Aún seguía lastimada desde aquel día que hice presencia en el hospital, por supuesto que los golpes no cesaban así de rápido. Ahora mismo, Taehyung se había convertido en una persona desconocida para mí, aunque en realidad todo el tiempo es así, ya estoy acostumbrada. Se molestó, por el hecho de que me vio hablando con Jimin en la universidad pero no fue con doble intención, podía jurarlo y si, lo hice, en ese preciso momento cuando lo único que hizo fue tomarme fuertemente del brazo encajando sus perfectas uñas y me lanzó dentro del auto.

Lo único que hice para actuar en forma de defensa fue correr en dirección a la habitación, pero fue una idea demasiado tonta por que de cualquier manera me alcanzaría y me sacaría de ella, podría ser que a base de golpes. Era lo más probable, sin embargo, decidí salir por mi propia cuenta

— Suele gustarme cuando la gente me tiene temor — Susurró, de una manera tan... escalofriante, el miedo que tenia no se iba y aún menos cuando Taehyung actuaba de esa manera.

Cabe resaltar que el pasillo se encontraba oscuro, solo podía distinguir un poco su silueta y la comisura de sus labios ensanchadas que llevaba en su bonito rostro, iluminado gracias a las luces exteriores.

Noté como cada vez se acercaba a mí, quería correr pero estaba en shock, tenía muchísimo miedo de lo que se vendría. Creo que lo mejor era darme por vencida, porque tarde o temprano pasara pero no, creo que mejor lucharía.

Tomé la perilla de la puerta para cuando Taehyung esté muy cerca de mí, mi idea era encerrarme en la habitación que compartía con él. Escuchaba su respiración tan cerca de mí, para ser exactos en mi nuca, inconscientemente tragué saliva y entré abrí mis labios y claramente podía respirar por mis fosas nasales pero en este momento parecía que no podía hacerlo. Debido al temor, la adrenalina y aunque trataba de obligar a mi cuerpo mantenerse calmado sin ningún tipo de movimiento, temblaba y sentía el sudar frío por todo mi cuerpo. Cerré mis ojos con fuerza al sentir como una pequeña área de mi brazo era expuesta, solté un grito de dolor cuando volví a sentir el arma traspasar la piel formando un corte casi perfecto. En pocos segundos, el líquido rojizo comenzaba a deslizarse por toda la anatomía de mi brazo hasta que las gotas cayeron al suelo causando un sonido pausado.

— Taehyung... ¿que... qué haces? — pregunté atemorizada, mi mano soltó el picaporte y ahora me sostenía con las dos manos en el borde de la puerta, como si estuviera a punto de desmayarme. Kim seguía por la otra línea, sus manos me presionaban fuertemente para que no escapara.

Grité demasiado cuando ejerció fuerza contra la zona lastimada, nunca lo había hecho como hasta ahora. Me sorprendí de mi grito, o mas bien de los gritos que lanzaba contra Taehyung para que me soltara, por piedad, golpeó mi rostro repitiéndome una y otra vez que él me amaba y por ello, no permitía acercarme a Jimin. Su cabello ondulado y de un negro intenso se adhería a su frente donde había sudor, lo oscuro de sus ojos tal y como lo era la noche me daban temor, se había convertido en otra persona totalmente diferente o probablemente solo había consumido sustancias tóxicas. Podía notar las expresiones que realizaba con cada golpe que caía en el que era mi bonito rostro, de alegría, por que sonreía muy gustoso como un niño pequeño al que le obsequiaban una paleta. Comenzó a darme un ataque de pánico, tan horrible que parecía encontrarme encerrada en una habitación muy pequeña donde las paredes me presionaban y que también formaban parte como testigos de lo que Kim Taehyung me hacía cada día.

Cuando por fin me soltó, caí al suelo con la mirada perdida, sentía como mi anatomía punzaba del dolor y de un momento a otro, comenzaron las arqueadas hasta que vomité, sin importar que nos encontrábamos en el pasillo de su lujoso departamento.

— ¡Que asco, Sunhee! ¡Tú vas a limpiar esto! — Me tomó de la coleta ejerciendo fuerza hacía delante, tosí cuando sentí que me ahogaba pero mantuve la calma cerrando mis ojos con fuerza y dejando pasar el momento.

Dicho aquello, me dejó tirada en el suelo como si fuera una muñeca de trapo. Con mucha dificultad, apoyé las manos en el suelo para impulsar a sentarme, con mis labios entre abiertos y soltando jadeos, lo logré. Mi cabeza se giró un poco en dirección a mi brazo y noté lo que Taehyung había hecho en mí, sabía que estaba orgulloso de la obra de arte que había plasmado.

KTH, eran los cortes que había hecho. No podía creer que haya escrito aquello en mí.

Lleve mis manos al rostro para sentir los hematomas que anteriormente tenía pero ahora sería mucho peor que eso. Me sentía muy hinchada y con punzadas por todos lados, como si estuvieran encajando clavos en mí por mera diversión. Mi paladar sintió el sabor del líquido heterogéneo de color carmín, causándome náuseas y que llevara mis delgadas manos a mi boca para cubrirla y caminar al baño con mucho esfuerzo y soltando pequeñas lagrimas por el dolor que emanaba.

Me arrodillé frente al retrete y volví a devolver prácticamente nada. Solo agua, jale la palanca y me posicione frente al espejo, mirando a una chica totalmente destruida como tanto por dentro así como por fuera, una femenina que solía decirte día con día que nunca se dejaría maltratar por un hombre porque no era correcto, ninguna mujer merecía esto. ¿Como es que llegaste a esto, Sunhee? Solías tener en claro tus conocimientos, eres tan tonta por no hacer nada.

— ¡Eres tan tonta por estar enamorada de él! — Grité, estampé mi puño contra el cristal el cual se rompió al instante cayendo los trozos al suelo y mi mano siendo afectada por el impacto. Solloce demasiado fuerte, como si estuviera sacando todo lo que llevaba dentro.

Me adentré a la ducha con mi ropa puesta, solté un grito de sufrimiento cuando las gotas artificiales cayeron en mi cuerpo, como cuchillas.

Después de algunos minutos, decidí salir envuelta en la toalla. Miré a Taehyung que se encontraba recargado en la puerta, cruzado de brazos y su cabello cayendo por su frente obstruyendo la vista a sus preciosos ojos.

— Te deje en claro que debías limpiar la asquerosidad que hiciste, Sunhee.

— Ya... ya iré en... — Pero Taehyung soltó algunos sonidos con su boca para que callara.

— Déjalo, ya está limpio — Señaló la vestimenta reposando en la cama king size — Póntelo y vienes conmigo a la habitación que más encanta de este lugar.

Obedecí sus palabras, él salió después de algunos minutos cuando ya me había cambiado por completo. Decidí maquillarme de manera exagerada tal y como a Taehyung le agrada.

El vestido consistía de los típicos que suelo usar, de muñeca antigua. Era muy bonito pero a la vez corto, tanto así que me costaba bajarlo. Me planteé frente a la habitación donde coleccionaba sus muñecas de todos los colores y tamaños. Tome las perilla y la abrí, mis ojos vagaron por todo el lugar hasta detenerse en Kim Taehyung quien se encontraba sentado en medio de dicho lugar, sonriéndome con malicia.

— Ven, acércate, siéntate en mis piernas. Creo que ya sabes las reglas del juego, comenzaremos a jugar pero ahora en diferente ambiente, para que te sientas familiarizada con ellas — Explicó, depositando un pequeño beso en mis labios — Te amo, Sunhee.

 Creo que ya sabes las reglas del juego, comenzaremos a jugar pero ahora en diferente ambiente, para que te sientas familiarizada con ellas — Explicó, depositando un pequeño beso en mis labios — Te amo, Sunhee

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❝ Maître de poupée ❞  | 𝗞𝗧𝗛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora