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Eran las ocho de la tarde, y Jisung estaba de pie en el portón de su casa esperando a Chan y a Eunwoo quienes pasarían por él para ir a la fiesta sorpresa de Seungmin.

Se había puesto la chaqueta de cuero negra de Changbin, por recomendación de Felix; y también levaba una polera con cuello alto de lineas blancas y negras, y un jean negro junto con sus zapatillas favoritas. Normalmente no se hubiera puesto eso, pero vio a Felix tan emocionado por la fiesta que no pudo decirle que no, aunque sí negó a usar maquillaje, solo se puso bálsamo labial ya que con el frío se le resecan más que de costumbre.

- ¡Hey Jisung! - Gritó Chan con la cabeza y el brazo derecho fuera de la ventana del auto de Eunwoo.

El cabello rubio y lleno de rizos del chico dejó de revolotear en cuanto Woosan orilló su auto para que Jisung pudiera subir.

- Al fin pude sacar a mi bebé del taller, quedó como nuevo - Habló Eunwoo con una mano en el volante y la otra en su pierna. Llevaba su cabello partido en la mitad con ondas que seguramente Chan le había hecho, ya que el estilo de Eunwoo era peinarlo como flequillo.

- Arriba Sunggie. - Animó Chan, chocando su mano con la del chico.

Jisung subió a los asientos traseros, olfateando el aroma del perfume varonil de Eunwoo que incluso opacaba el aroma dulce de Chan. Eunwoo arrancó su auto a los segundos después de que el chico rubio se pusiera el cinturón de seguridad.

Eun era un buen conductor, y era muy estricto con las normas de tránsito, jamás pasaba en luz verde si esta estaba parpadeando para cambiarse a rojo, en cambio Chan era un peligro, al menos para Jisung, ya que solía siempre tener puesto el pie con peso en el freno y en el acelerador, lo que causaba que el auto caminara como si tuviera hipo.

- ¿Dónde vive tu novio? - Preguntó Eunwoo dándole un vistazo a Jisung por el espejo retrovisor.

- Ah, al otro lado de la ciudad, ahora está con Seungmin en su casa... y, no es mi novio - Dijo Jisung poniendo el dorso de su mano en su mejilla, mientras observaba que las estrellas empezaban a notarse cada vez más.

- ¿Cómo que no? Ya se besaron, y salieron - Habló Chan girándose hacia Jisung, y este solo se encogió de hombros.

Jisung sonrió inconscientemente al recordarlo, habían pasado dos días desde que había llegado de sus vacaciones con su abuela y sus amigos, quienes se habían quedado una semana con él, ya que en cada día se habían divertido tanto que al término de uno de ellos decían "okey, mejor nos vamos mañana" y luego no lo cumplían, porque a pesar de que hacía más frío que estar en la antártica, no había manera de que se aburrieron, casi se había recuperado todo el tiempo que habían perdido durante los meses del primer semestre en donde no se habían visto con frecuencia.

Minho había aparecido en el portón de su casa, con una chaqueta gris, igual de gordita que la negra pero esta no era larga. Jisung lo había visto por la ventana, ya que estaba en la sala con su abuela, en el sillón de mariposas mientras el chico le enseñaba cómo usar una aplicación de delivery a mamá Nora.

- Hola... - Dijo Jisung cuando había salido casi corriendo de su casa para llegar lo más rápido hasta el chico.

- ¿Solo hola? ¿Sabes cuánto te extrañé? - Había dicho Minho y acto seguido lo había inundado con su aroma a frutos rojos y con la suavidad de su cabello en su mejilla. Jisung se aferró a él, porque él también lo había extrañado más de lo que quería admitir.

Habían pasado todo el día recorriendo la ciudad, simulando ser turistas, habían entrado a varias muestras de arte, y habían comido un montón de cosas que no habían probado antes, e incluso se tomaron fotos en uno de los juegos del centro comercial las que cada uno guardó en su billetera, y todo había terminado cerca de las diez de la noche, ambos se habían quedado afuera de la casa del rubio, mientras veían las estrellas y la luna llena juntos riéndose de ellos mismos porque la misión principal de ese día era comprarle un regalo a Seungmin y lo habían olvidado por completo.

𝚆𝚑𝚘? × 𝑚𝑖𝑛𝑠𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora