𝚆𝚑𝚘? × 𝑚𝑖𝑛𝑠𝑢𝑛𝑔

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Changbin golpeteaba los nudillos de sus manos contra sus piernas, mientras observaba todo a su alrededor, aunque no había mucho que ver, era un pasillo que tenía el suelo de cerámica con un diseño muy parecido al piso de madera, había un cuadro de una pintura abstracta al frente de la puerta de la señorita Jessie, y justo al lado un planta que medía un metro y medio mas o menos, y no era falsa como las de la universidad.

El chico tocó una de las hojas de la planta a su lado, y soltó un suspiro negando con la cabeza, hizo un ademán de querer levantarse cuando justo la puerta se abrió, dejando ver a la señorita Jessie con un bonito traje rosado, a Felix le hubiera encantado verla.

- Buenas tardes, querido - Fijo ella dándole una sonrisa amable y ladeando su cabeza, cuando el otro paciente, un señor de traje salió por el pasillo. - Puedes pasar.

Changbin se levantó un poco indeciso, no sabía si estaba haciendo lo correcto, por primera vez en mucho tiempo, tenía la cabeza confusa con un montón de pensamientos que no sabía de dónde habían salido pero que ahora estaban allí a cada hora del día, y eso no le gustaba, porque no podía manejarlos.

- ¿Como te va? - Preguntó la señorita Jessie sentándose y cruzándose de piernas.

- Soy Changbin.

La señorita Jessie parecía asombrada, de hecho ni se molestó en disimularlo, puesto que Changbin desde los cuatro años que estaban en terapia jamás había puesto de su parte, él había sido quien hacía que Jisung no fuera a terapia, por lo que habían asistido a cuatro o cinco sesiones por anuales, por los dos primeros años, él incluso había roto los floreros más bonitos de la terapeuta, o simplemente se había marchado en medio de la sesión, algo que no era bueno para su sistema, pero él pensaba que sí.

- Bien... ¿Cómo te va Changbin? -Preguntó la terapeuta, anotando un par de cosas en su tableta, y luego observando con detalle al chico frente a ella.

- No lo sé realmente... - Murmuró Changbin, reprimiendo una mueca.

- Para ser sincera, estoy muy sorprendida de que estés aquí, y quiero que sea lo que sea puedes confiar en mí, como lo han hecho los demás, mi función aquí es ayudarte así que puedes contarme lo que te está preocupando - Habló ella con voz suave, con un tono parecido al que usaba mamá Nora cuando le daba consejos sobre hacer sus tareas y no pelearse con sus compañeros de curso a sus nueve años.

Changbin pareció pensarlo por un rato, quería decir muchas cosas que tenía guardadas pero algo se le atascaba en la garganta impidiéndole hablar, tal vez eran las incontables veces que tuvo que ir a la escuela y fingir que no le dolía nada, o las veces en que sus profesores o vecinos preguntaban "¿estás bien?". Changbin jamás quiso la ayuda de alguien, porque ¿cómo podría confiar en alguien si incluso los padres de Jisung eran malos con él? ¿qué haría que estas personas no fueran iguales?

- ¿Changbin? -llamó la señorita Jessie buscando la mirada del chico.

Changbin se relamió los labios. - Tengo miedo de perder a alguien.

- Bien, ¿a quién tienes miedo de perder?

- A Felix... - La terapeuta apuntó otra vez en su tableta, mientras a Changbin esas palabras le sabían a vodka, el que había probado por error pensando que era agua.

Estaba avergonzado de sus palabras, hasta hace unas semanas Felix y él eran los peores enemigos, cualquier cosa los hacía discutir como cuando Felix dejaba la puerta del baño abierta, o las veces en que dejaba una cuchara sin lavar. Todo de él lo irritaba, y en parte era porque Felix era un chico de dieciocho años feliz, a él solo le importaba hablar y conocer a mucha gente, le gustaba ir al centro comercial con la abuela de Jisung y comprar, a veces solía hacer bocetos de futuros outfits y siempre tenía una solución para todo.