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Era el último martes de agosto y Jisung seguía pensando que su repentina ruptura con Minho podría superarla con el pasar del tiempo, concentrándose en sus clases que eran incluso más interesantes que las del semestre pasado porque trabajarían con acuarelas más seguido.

Parecía que Jisung se había dado por vencido muy pronto, de hecho habían pasado casi tres semanas sin comunicarse con Minho. Sin embargo todas las noches pasaba largos minutos viendo su chat con el chico, y notando que a pesar de todo no lo había bloqueado como pensó, Jisung siendo optimista pensaba en que tal vez le estaba dando una oportunidad para hablar primero, pero siendo más racional, no había nada que pudiera decirle para justificar el haber besado a uno de sus mejores amigos sin parecer un loco.

Jisung se imaginaba escenas en su cabeza, contándole a Minho que solía tener fugas disociativas y que otros alters quedaban al mando, y aunque había creado miles de escenarios en todos ellos el chico no le creía. Era casi imposible que lo hiciera, ¿quién creería que había otra persona dentro de una? Sonaría a una excusa más para cubrir el beso así que Jisung simplemente decidió renunciar a él.

Desistió de la idea de ser feliz con alguien a su lado, ¿cómo alguien tan poco estable podría hacer feliz a otra persona sin herirla? Jisung no quería dañar a nadie, no quería reproches por cosas que él no había hecho, no quería ser abandonado, así que construyó muros a su alrededor, como debía haberlo hecho desde siempre como Changbin le había dicho tantas veces.

Al final de todo Jisung lograba entender a Changbin, él solo estaba evitando que esto pasara, y si seguía siendo poco sociable en sus clases no haría amigos que podría lastimar en un futuro. Jisung había perdido un poco la esperanza que había aflorado dentro de él al conocer a Minho, ya que antes de él seguía creyendo que no podría amar a alguien, enamorarse era casi imposible porque él no había sido amado durante su infancia, y tal vez sin sus abuelos, Chan y Eunwoo no podría haber conocido lo que era querer a alguien.

- Jisung... ¿Cómo vas con tu autorretrato en acuarelas? - Preguntó Daehwi, un compañero de clase, que era amigo de todos en el curso.

La última clase del día había terminado hace unos minutos así que todos se estaban yendo, entre ellos Jisung que estaba saliendo del salón por su mochila en la espalda y la carpeta rosada de Felix, porque la suya se había estropeado por culpa de Arin.

- Oh, estoy casi terminando, ¿y tú? - Respondió Jisung un poco sorprendido de que Daehwi le hablara, y siguió avanzando con el chico caminando a su lado.

- Wow ¡eres muy rápido! Yo no lo sé, las acuarelas no son lo mío realmente pero hago lo que puedo, quiero decir, me gusta usarla como fondo, pero no para hacer autorretratos - Se quejó Daehwi empujando sus labios hacia arriba, Jisung sonrió un poco.

Daehwi siguió hablando sobre algo que Jisung no prestó mucha atención, su piel se heló de un rato a otro al mirar al frente, mientras que su corazón comenzó a latir como loco en cuanto vio a Minho caminar hacia su dirección. El chico venía junto a Seungmin conversando como él lo hacía hasta hace un rato con Daehwi. Sus miradas se encontraron, y Jisung tragó saliva durante esos escasos milisegundos de conexión.

Su cabello seguía siendo gris y esponjoso, su mochila colgaba del hombro derecho y la chaqueta negra le llegaba a las rodillas. Jisung recordó la vez en que llovía y Minho lo había cubierto con aquella chaqueta, habían compartido tanto espacio personal que cuando la chaqueta dejó de unirlos se sintió de alguna manera vacío, justo como en esos momentos, Jisung añoraba compartir esa chaqueta con el chico, con ese aroma a frutos rojos y la suavidad con la que era tratado.

𝚆𝚑𝚘? × 𝑚𝑖𝑛𝑠𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora