Capítulo 3

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Desperté en una habitación que definitivamente no era la mía, mi cuerpo dolía horriblemente, pequeños flashes vinieron a mi cabeza de lo sucedido, golpes, forcejeos, ganas de gritar y yo sin poder hacerlo, gemidos que no quería escuchar de mí, pero mi cuerpo parecía disfrutarlo...me levanté en el acto quedando sentada sintiendo los cables conectados a mis brazos y un leve dolor de cabeza por el movimiento brusco.

— Tranquila—miré a mamá—Fue una pesadilla—me abrazó acariciando mi espalda.

— ¿Donde está el?

— ¿Quién?—frunció el ceño mirándome.

— Había un chico en la casa, él me arrastró a mi habitación, estuve escuchando cosas extrañas en la casa—fui recordando lo sucedido—Mamá, alguien entró a la casa, yo lo vi.

Noté en su mirada clara preocupación.

— Cuando llegamos a casa estabas en tu habitación con todo hecho un desastre...

— Mamá, te lo juro, alguien entró a la casa, deben llamar a la policía, recuerdo su cara perfectamente.

— Tranquila, tu padre vendrá en unos minutos.

                                [ ... ]

Más avergonzada y asquerosa no me podía sentir, el doctor les había comentado a mis padres que alguien había abusado de mí, las marcas en mi cuerpo y en mi me delataban, mis padres no pensaron dos veces en alertar a la policía, le parecía extraño que no hayan robado nada de la casa, creían que había sido uno de los trabajadores, pero cuando di las características que recordaba eliminaron esa idea. No era ninguno de ellos.

Ellos creían lo que yo contaba, pero estaba ocultando un detalle: Los pequeños actos paranormales de la casa.

¿Quién me creería?

Desde ese incidente, mamá trabajaba desde casa y papá se encargaba de ir a la empresa. Me sentía más segura con ella allí, Jaebum había ido con su madre preocupados por mi estado, era un chico agradable, estuvimos hablando esos días y supe que podía confiar en él, seguía gustándome su cabello azul.

Desde esa tarde en que fui golpeada y abusada dormía en la habitación de mis padres en medio de ellos. Me sentía como una niña pequeña de nuevo, pero ni loca volvería a dormir sola.

A pesar de haber sido abusada no me sentía como tal, una parte de mí no terminaba de asimilarlo, de hecho, esto me lleno de ira. ¿Por qué un jodido fantasma se obsesionaría conmigo? ¿Que mierda de película de terror es esta? Lo bueno es que duró semanas en no aparecer y molestarme, los trabajadores terminaron de arreglar las llaves de agua de la cocina y los baños, las tuberías estaban perfectas, las puertas tenían doble seguro que se colocaba por las noches al igual que las ventanas.

— ¿No deberías estar con un psicólogo?—preguntó Summer—Tal vez estás en shock o en un trauma...

Estoy bien, créeme— intenté calmarla forzando una sonrisa. Si ella supiera...

Al menos ahora pasas más tiempo con tus padres— sonrió igual— ¿La policía ha encontrado al culpable?

— No, están buscándolo, dicen que no pudo haber ido tan lejos— suspiré mirando la pantalla— Dicen que es extraño que no haya robado nada.

Entonces iba detrás de ti.

Sí— suspiré de nuevo. Miré la sala mordiendo mi labio, desde el sofá veía a la ventana.

Olivia, ¿Y si le dices a tus padres que quieres regresar?

No me dejarían regresar—negué con la cabeza mirándola—¿A dónde iría de ser así?

Puedes vivir conmigo— sonrió emocionada— Siempre soñamos con tener un departamento. Podríamos ahorrar algo...

— No lo sé.

Inténtalo, no pierdes nada, Fighting.

— Debo irme.

Inténtalo, cuídate—fue lo último que dijo antes de que ls videollamada finalizara. Cerré mi laptop restregando mis ojos.

                                [ ... ]

Salí del baño con una toalla cubriendo mi cuerpo y el cabello mojado cayendo por mi espalda, fui al armario buscando algo cómodo para dormir, regrese al baño para desenredar mi cabello, incluso el espejo enterizo que tenía había quedado hecho añicos de la golpiza de esa tarde, peiné mi cabello mirando mi reflejo sintiendo que alguien me miraba. Me detuve echando un vistazo a la habitación, la puerta seguía abierta, pero al verme de nuevo en el espejo di un respingo cuando ese mismo chico estaba detrás de mí sonriendo maliciosamente.

Giré sobre mis talones sin ver nada, pero el espejo no mentía.

— Aléjate de mi—dije impulsivamente.

— No— contestó seco.

— ¿ Por qué me hiciste esto?— exigí saber.

El chico de cabello castaño se acercó a mí cuello apartando los mechones mojados de mí cabello. Me tensé  sintiendo ese contacto a pesar de no tener nada detrás de mí. Su respiración cálida me hizo cerrar los ojos y bajar la cabeza en señal de nerviosismo.

— No me rechaces, Olivia, esto es divertido— sus manos acariciaron mi cintura— Abre los ojos— susurró en mi oído.

— Déjame en paz.

— Abre los ojos.

— No, vas a lastimarme de nuevo— una de sus manos tomó mi mentón subiendo mi rostro. ¿Es posible que un fantasma sea tan cálido? Él no lucía muerto.

— No me hagas repetirlo, nena—besó mi mejilla. Obedecí notando la sonrisa satisfecha en sus labios delgados, su cuerpo se presionó más contra el mío haciéndome jadear temblorosa—No te lastimaré, pero a cambio quiero que te alejes de ese chico de cabello azul.

— ¿Por qué?

— Por que eres mía, por supuesto, yo te vi primero—besó mí cuello introduciendo sus manos debajo de la camiseta de mí pijama, acarició mi abdomen y mis costillas subiendo sus manos, lo detuve en el acto siendo capaz de tocarlo por primera vez. Él no estaba nada frío como se supone que están los fantasmas.

— ¿Quién eres?

— El chico ideal para ti, obviamente—mordió mi hombro restregando su miembro en mi trasero—Hazme las cosas fáciles y nadie saldrá herido, Olivia.

— Por favor, déjame en paz.

— No, consideres si quiera volver a Chicago por que soy capaz de irme contigo—aquello me aterró—No creas que eso va a detenerme—sus ojos oscuros me fulminaron a través del espejo dejando advertido aquello.

— Eres un fantasma, no puedo ser tuya...

— ¿Y qué se supone que hemos hecho hasta ahora?—bajó sus manos a mi short deslizándolo lo suficiente para tener una buena vista a mi trasero, di un respingo al escuchar la puerta de mi habitación cerrarse— No tengas miedo, voy a divertirme contigo unos minutos antes de que vayas a dormir.

Y la puerta del baño también se cerró con seguro.

¹ Posesión | Jackson WangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora