Querida Pam:
Recuerdo que te gustaban los gatos,
La luna,
Las flores,
Los bosques nublados,
Veías belleza en eso.
Eras como un ave.
Y tu imaginación, tu imaginación era lo mejor de ti.
Dibujabas con ese entusiasmo.
Deseaba poder ir contigo.
Pero no, Pam.
Te fuiste al otro mundo.
Te fuiste como cuando el mar se lleva las piedras.
Libre.