Querida Pam:
Recuerdo que
el negro,
era tu aliado.
Tú, su amante.
Te gustaban los tatuajes,
cigarros y
el café.
Tus rehenes.
La galaxia,
planetas,
estrellas.
tus anhelos.
te gustaban las constelaciones
y amabas las margaritas,
libros.
Pero Pam,
Tu eras un alma rota.
pero con un deseo.
poder vivir