Viernes 9
10:30 AM
(...)
La alarma sonó puntualmente a las 10:30 AM. Todo el cuerpo de Mo Ran se sentía adormilado, como si no hubiera descansado en toda la noche.
El teléfono estaba debajo de la almohada, él ya lo sabía, ni siquiera se molestó en revisarlo. Los recuerdos del día anterior... de los días anteriores, aún se sentían frescos. Pero conforme el molesto timbre de la alarma llegaba a su fin, Mo Ran se dio el tiempo de contar.
Uno. Dos. Tres... Cuatro. Este era el cuarto día. Ni siquiera debía comprobarlo en su teléfono. Había dormido en jeans y había despertado en su usual pantalón de pijama.
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No se levantó. Como si toda la energía que debía tener aquella mañana, hubiera sido drenada los días anteriores.
Solo se quedó tendido en su cama, observando el techo, repasando todo lo que había sucedido desde el primer día de ese bucle temporal en el que estaba atrapado.
Debía hacer memoria ahora, sino, podría evitar detalles importantes.
"¿Detalles importantes de qué?" preguntó una voz en su cabeza. Su conciencia recordando que ya llevaba dos días seguidos actuando como un completo imbécil. Aferrándose a una idea que hace un par de días se le hacía como bajar el cielo a la tierra, pero que actualmente, se sentía como un peso muerto sobre sus hombros.
Cada mañana, la presión en su pecho era aún peor. Cada noche antes de dormir, su cabeza dolía más.
Cuando todo acabara... Se disculparía apropiadamente con Shi Mei.
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Envió un único mensaje a Shi Mei, indicando que no podría ir a despedirse porque había atrapado un resfriado aquella noche, recibiendo un adorable mensaje de consuelo, una recomendación, junto con un "¡No te preocupes, no será la última vez que nos veamos!".
Ya con el tema zanjado, se dedicó de lleno en su misión: Una bitácora.
Desde luego, a la mañana siguiente desaparecería. Pero si no hacía más que copiarla una y otra vez, eventualmente la memorizaría y eso le facilitaría el darse cuenta de todas las situaciones en las que pudo toparse con su alma gemela.
¿Buena idea, verdad? Obviamente no era suya.
La chica del libro, esa que pasó años en un bucle temporal, había hecho algo así... semanas después del incidente. Le ayudó a mantener una vaga idea de lo sucedido, aunque había escrito como se lamentaba el "no habérsele ocurrido antes".
Irónico, teniendo en cuenta que él se prometió a sí mismo no pasar por ello.
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Escribió desde el amanecer hasta el ocaso. Hasta que sus memorias pasaron de ser un escueto boceto de lo que pudo suceder a un cronograma relativamente decente... que se obligó a escribir una y otra y otra vez, hasta que sus dedos se acostumbraran a ello.
Así, al día siguiente, las palabras saldrían con mayor facilidad.
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Revisó su teléfono celular mientras preparaba la cena, confirmando que en esta ocasión, nadie había intentado contactarlo.
Esa noche, quería comer algo de curry y escuchar alguno de sus conciertos preferidos.
Le quedaba un enorme recorrido por delante y realmente... Si seguía actuando a ciegas, todo iba a terminar peor.
Además, la noche anterior ya había llorado todas sus lágrimas. Sería un milagro si por allí siguiera rondando alguna.
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Cerca de las 12 PM empezó su jaqueca. En ese punto, sabía que lo único que podía hacer para luchar contra ella era dormir.
No quería, pero no quería torturarse innecesariamente. El dolor persistiría hasta que lograra besar a su alma gemela.
O eso es lo que le dio a entender el libro de la chica, que en ese punto, ya se había vuelto sus escrituras sagradas.
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Antes de que su cuerpo ya no diera más y sus extremidades se adormecieran, Mo Ran tuvo un último pensamiento.
Quizás debería intentar hablarle a alguien más de esto. Después de todo, aún si lo veían como a un loco, al día siguiente todo sería reiniciado y su historial estaría limpio.
Un día que se repite eternamente. Un día que él puede vivir mil veces, mientras todos lo viven solo una vez.
Aún en una ciudad llena de gente. Aún cuando escuchaba el griterío de los niños detrás de su ventana. Aún cuando escuchaba la música de las señoras mayores haciendo ejercicio en el parque cercano. Aún cuando sabía que había un autobús, una calle, una tienda, un aeropuerto repletos de personas...
No podía evitar sentirse terriblemente solo.
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Viernes 9 otra vez 【RanWan Soulmates】
Fanfiction"Si no besas a tu alma gemela antes de que esta última desaparezca para siempre de tu vida, tienes la oportunidad de revivir su último día juntos una y otra y otra vez... Hasta que lo consigas." Mo Ran despierta y se sorprende al descubrir que acaba...