Un Día...

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Un día...

—Hace mucho calor... —Se queja Mo Ran, mientras se acerca más al aire acondicionado que Chu Wanning ha prendido. Este último no puede evitar sonreír un poco al escuchar el efecto de "voz robótica".

—No tenías que venir, Mo Ran. Mi casa es mucho más calurosa que la tuya.

—Hmm. Chu-Xiong tiene razón —responde Mo Ran, volteándose hacia él. Sus mejillas están rojas y el cabello húmedo se pega un poco a su rostro, pero no por eso la coqueta sonrisa con hoyuelos deja de ser más encantadora. — ¿Pero quién hubiera preparado la comida favorita de Chu-Xiong si yo no estoy? Los cangrejos no deben dejarse tanto tiempo sin cocinar.

Chu Wanning siente como su rostro se pone un poco rojo, así que lanza un suspiro antes de voltear su rostro en otra dirección.— Podría encargar comida en el restaurante junto al gimnasio.

Mo Ran solo suelta una risa clara y agradable de escuchar.

—Pero a Chu-Xiong le gusta más la comida que yo preparo ¿Verdad?

—No está bien ser arrogante, Mo Ran —Chu Wanning lo regaña... pero aún así, no dice nada en contra. Sabe que es cierto, la comida que prepara es su favorita, todos los sábados es feliz de comer los almuerzos y cenas hechas por el menor.

Y Mo Ran parece captar el mensaje, porque se levanta para sentarse junto a Chu Wanning en el sofá. Su sonrisa adquiere ese toque especial de malicia

—Chu-Xiong.

—¿Uhm?

—¿Has ido a la playa alguna vez?

La pregunta lo toma por sorpresa a Chu Wanning, quién no puede evitar entrecerrar los ojos y fruncir un poco su entrecejo. ¿Qué estaba tramando planear sacando algo tan aleatorio a la conversación?

—No.

—¿No?

—Si quieres burlarte, mejor deberías usar esa energía para seguir moviendo las macetas en mi jardín. —Se defiende Chu Wanning con rapidez, aún si en el fondo no quiere que Mo Ran regresa afuera, hace demasiado calor y teme que le de insolación. Además, ya lleva toda la mañana ayudándolo a mover sus plantas del jardín al patio trasero.

—¡No es por molestar, lo juro! —Se apresura a decir Mo Ran y abre tanto los ojos que la sorpresa se siente sincera, así que Chu Wanning decide que va a creerle. — Es que... ¿Chu-Xiong conoce el lado Lugu?

Ante esa pregunta, Chu Wanning levanta una ceja. — Por supuesto, pero no veo el punto de tu...

—Quiero llevarte al lago Lugu, Chu-Xiong. —Lo interrumpe Mo Ran, sus ojos relucientes como nunca antes mientras acorta un poco más la distancia entre ambos, inclinándose hacia su lado en el sofá.

Y a pesar de tener quince años... Mo Ran realmente parece un niño pequeño cuando dice eso, tan de la nada. Como cuando hacía preguntas en medio de la lección, queriendo descubrir que tipo de perfume usaba Chu Wanning, o comentando que quizás debería dejarse crecer el cabello. Ese tipo de comentarios salidos de la nada, con esa mirada llena de ilusión que Chu Wanning no tenía corazón para recharaza.

Si se dejó crecer el cabello por el comentario de Mo Ran a sus doce años... nadie tendría que saberlo.

—¿Y tú conoces el lago Lugu? —pregunta tranquilamente, tratando de desviar un poco la atención de Mo Ran y es que en serio no sabe que responder.

—Mi mamá me llevó una vez... —responde Mo Ran. Hay algo en su mirada que cambia, algo en la energía que transmite de vuelve más tranquilo, más contemplativo. Siempre sucede cuando habla de su madre y de alguna manera, Chu Wanning siente que es algo conmovedor. — Es muy hermoso... tiene muchas playas.

Chu Wanning asiente, mientras cierra un poco los ojos, tratando de imaginarlo. Sabe que debe haber visto fotografías del lago en algún momento, pero siento sincero, para él casi todos los lagos se parecen.

—Y quiero llevar allí a Chu-Xiong para su cumpleaños.

La revelación golpea a Chu Wanning como un rayo, no puede evitar abrir los ojos de golpea mientras se ladea la cabeza para observar a Mo Ran con confusión. Una clara mirada de: Explícate.

—La semana pasada, hizo mucho calor en el cumpleaños de Chu-Xiong, él se sintió mal todo el día... —empieza a explicar Mo Ran, sonriendo confiado ante sus palabras.— Y tampoco has visitado una playa antes... Así que un día, te voy a llevar al lago Lugu en tu cumpleaños. Así Chu-Xiong podrá descansar todo lo que quiera, tomar el sol, viajar el bote. Y el cielo es hermoso de noche. Será el mejor cumpleaños de tu vida, Chu-Xiong, lo prometo.

Chu Wanning se queda sin palabras.

Y es que, ya de por sí le ha acostado acostumbrarse a la presencia constante de Mo Ran en sus cumpleaños desde que lo conoció. Sus regalos hecho a mano al no tener dinero y su sonrisa de satisfacción cada vez que Chu Wanning le agradece y le dice que guardará las cosas en un lugar especial.

Pero esto es... algo más, porque nunca antes alguien lo había invitado a viajar.

Con su padre no había opción y era más que nada para acompañarlo en viajes de negocios. Sus compañeros de universidad planearon un viaje a quién sabe dónde, dónde "accidentalmente" solo no lo invitaron a él. ¿Y cuál era el punto de hacer un viaje tan largo y tan solo?

Pero Mo Ran no lo estaba invitando. Estaba diciéndole que iba a llevarlo de vacaciones a un lago que él consideraba hermoso, solo porque le preocupaba que volviera a sentirse mal.

Siente algo cálido en su pecho y no puede evitar sentirse profundamente tocado por ese pequeño gesto.

Se siente... atesorado.

—Ya veo... ¿Y cómo planeas llevarme allá? —dice, sin darse cuenta de su sonrisa, sin percatarse de que sus ojos se han suavizado.

—Chu-Xiong, no tienes nada de lo cuál preocuparte —dice Mo Ran, sonriéndole de manera encantadora.

—Es muy dulce de tu parte, Mo Ran, pero no puedo aceptar... ¿No crees que es algo aprovechado que un adulto acepte que un niño lo lleve a pasear? —responde con calma, como un maestro, como si quisiera recordarle a Mo Ran que por muy emocionado que esté, no debe decir este tipo de cosas a la ligera.

Aquella frase borra por completo la sonrisa de Mo Ran. Su expresión se vuelve algo serio, algo oscuro y Chu Wanning teme que ha dicho algo tonto que ha acabado por arruinar todo el gesto. Separa los labios para agregar algo y es entonces cuando Mo Ran lo interrumpe.

Su mano cálida se apoya casualmente sobre la de Chu Wanning, quién no se atreve a apartarse.

Hay algo tan íntimo en este momento. Algo tan sincero. Algo que Chu Wanning no se atreve a romper, por lo cual solo cierra la boca y contiene la respiración.

—Cuando cumpla dieciocho te invitaré, Chu-Xiong y ya tendrás que preocuparte de nada —interrumpe Mo Ran y hay algo en su mirada que Chu Wanning no puede señalar. Pero que siente intenso, profundo, decisivo.— Te lo prometo, así que no lo olvides.

—De acuerdo... —responde Chu Wanning y su garganta se siente más apretada de lo usual.

—Tienes que prometerlo. ¿De acuerdo? Va a ser el mejor regalo de cumpleaños y quiero ser yo quien... —Mo Ran se calla de repente, sus mejillas se encienden de un profundo color rojo que Chu Wanning no logra comprender.— Solo —balbucea.— Es importante ¿De acuerdo?

¿Se avergonzó de su propio arrebato juvenil?

—Lo prometo —concede Chu Wanning finalmente, antes de separar sus manos de manera disimulada.

Se siente nervioso y no sabe por qué. Mo Ran solo lo hizo prometer esto y no puede evitar que es algo secreto... algo especial.

Mo Ran quiere hacer algo especial para él, y solo para él.

¿Cómo podría olvidarlo?

Viernes 9 otra vez 【RanWan Soulmates】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora