Me robaste el corazón || ShikaYodo

Capítulo 7: Carga sentimental

Narra Shikadai

-Adiós, Amor.- fue lo que mis labios pronunciaron delicadamente, hablando pausadamente y disfrutando de cada sonido que emitía mi boca. Vi como Yodo se estremeció un poco al escuchar aquello, pero siguió caminado como si nada con sus audífonos puestos.

2 días y medio

Solamente 2 días y medio con ella que pude disfrutar.

En uno, un amigo se enamoró de ella, al siguiente, tenemos un entrenamiento suicida con ella en otro bando, y al tercero cortamos dulcemente para que ella vuelva a Suna como la novia del hijo del señor Feudal. Todo esto es un fastidio... El amor es un fastidio... Esos viejos son un fastidio.

Autora-chan: Concuerdo, o sea, ¿Cómo van a preferir a esos inútiles tipos que ni sumar saben en vez de un estratega-vago y guapo? Están mal de la cabeza...

Shikadai: No puedo creer que lo esté diciendo, pero tienes razón

Autora-chan: *le agarra un ataque de diabetes*

Ya estoy cansado, y eso que ni siquiera son las 10:00 AM.

Suspiré. -Bueno, lo mejor será volver a casa y organizar lo que falta de los exámenes Chunin... Gracias a Yodo no tengo tanto trabajo.- dije en un casi susurro estirándome. Puse un rostro serio al pensar en Yodo de nuevo. Quizá podría dejar de pensar en ella por unos días y enfocarme en... ¿Otros asuntos?

-Ash, pero que fastidio...- murmuré yendo en dirección a casa.

-Adiós, Amor.- dijo una voz masculina cuando llegaba a casa, era la de papá. Mejor ni interrumpo y me quedó afuera esta vez.

-Nos vemos Querido. Llega más temprano hoy.- se despidió mamá.

-Claro, claro.- afirmó papá asomándose por la puerta para salir.

Una vez que papá se fue, entré a casa.

-Hola Shikadai. Ya...- dijo mamá al verme entrar.

-Si... Mejor subo a mi cuarto y empiezo con lo de los exámenes.- me excusé para subir las escaleras.

-Sé como te sientes, Shikadai. Créeme que pasé por lo mismo también.- musitó mamá con un poco de tristeza. Hice como que no oí nada pero si lo hice... ¿A qué se refiere con eso?

Narra Yodo

-Yodo, estás aquí...- dijo Kankuro al verme llegar.

-Si... Oigan... ¿Dónde se metió Shinki?- pregunté buscándolo con la mirada.

-Sobre eso...- dijo Araya rascando su nuca. -Que mejor te lo cuente él.- señaló hacia la entrada de la estación.

-Ah, aquí estás. ¿Qué diablos fuiste a hacer?- preguntó Shinki viéndome de pies a cabeza.

-¿No debería de preguntarte eso yo a ti?- contraataqué cruzada de brazos.

-Tsk. Solamente fui a despedirme de alguien.- se defendió en voz baja.

Comenzamos a caminar hacia el tren el cual ya estaba llegando.

-Alguien... Y dime... ¿Era una chica?- pregunté con una sonrisa divertida. Shinki se sonrojó. -Lo tomaré como un si.-

-¿Y qué pasó con lo de Shikadai?- preguntó Araya cambiando el tema.

Paré mi andar. Cambié mi rostro a uno más serio. Suspiré. Alcé la mirada y esta chocó con un par de ojos verdes... Pero no los de Shikadai, eran los de Shinki.