Me robaste el corazón || ShikaYodo

Capítulo 9: Guerra

▫️Yodo ▫️

Abrí mis ojos. Estaba en una camilla. No conocía el entorno en el que estaba.

Una habitación de paredes blancas, cortinas blancas. Era una sala de hospital.

¿Qué hacía en esa sala de hospital?

La puerta se abrió interrumpiendo mis pensamientos. Eran Shinki y Araya.

—Yodo, ¿Estás bien?— preguntó Araya a lo que asentí algo confundida.

—Si, pero...— contesté, había algo que no me convencía.— ¿Qué hago aquí? ¿Cómo llegué al hospital? Según yo, estaba entrenando con... Con... Esperen, ¿Con quién estaba?—

—Mira Yodo... —habló Shinki. —Ni siquiera nosotros lo sabemos, solamente que te encontró Kana—

—¡Yodo!— un chico castaño se adentró al cuarto.— ¿Estás bien? ¿No te hiciste daño?— preguntó acercándose a la cama en la que estaba mientras me tomaba de las manos y me miraba con preocupación.

Lo analicé bien. Lo reconocí.

Ahora lo recuerdo perfectamente, él es el chico con el que últimamente he estado saliendo.

Los recuerdos me invaden, ya sé mejor lo que está pasando.

Él es Kanaye, quién se adueñó de mi corazón.

Sonreí y acaricié su rostro.— Estoy bien.— respondí. Araya se veía desesperado, Shinki también pero no lo daba a ver tanto como Araya.

¿Qué pasaba?

Shinki bajó la mirada y se dió la vuelta, antes le dió una última mirada a Kanaye, como si fuera de advertencia y al tomar el picaporte de la puerta para salir, soltó: —Yodo... Hay una guerra a la cual asistir, no podrás en ese estado por lo que... Cuídate de ese idiota que tienes al lado.—

Se marchó, Araya fue atrás de él, yo no entendía nada. Kanaye vió a ambos marcharse, como molesto, puse mi mano sobre su hombro y le brindé una sonrisa que lo calmó.

No sé a qué se refería Shinki con que me cuidara de Kanaye, si él es el amor de mi vida.

—Tú tranquila, Yodo, yo te protegeré de cualquiera que quiera ponerte un sólo dedo encima.— aseguró antes de besarme.

Que raro era todo.

Pero por suerte tenía a alguien que me ayudaría y protegería ante cualquiera que busque hacerme daño.

▫️Sarada Uchiha ▫️

No puedo creer lo que está ocurriendo.

Estoy a punto de entrar en una guerra contra las demás aldeas.

Los nervios y angustia me llenan. Pero no puedo dejar que me dominen y demostrarme frágil ante mis amigos.

Mamá había partido hacia la división médica hace unas horas y tuve que quedarme junto a Metal Lee, su padre Rock Lee y Kawaki, considerado un Uzumaki actualmente.

Mis ojos estaban hinchados, mi nariz en un leve tono rojizo, las ojeras debajo de mis ojos eran evidentes y el nerviosismo, estrés y ansiedad me dominaban.

Estaba preocupada... Y demasiado.

Mi terrible nerviosismo se vió interrumpido por una mínima gota de calidez.

Sentí la fuerte mano de Kawaki en mi hombro. Este me dedicó una mirada decidida, segura, cálida, indicándome que todo lo superaríamos.

—Hey, no llores.— pidió el azabache, pestañé repetidas veces.