Día 1

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02-febrero-2006
Hoy paso algo que nunca pensé que iba a ocurrir, sentí algo, pero no sé cómo describirlo y no se porque lo sentí en ese momento.
Para que sea más fácil de entender creo que lo mejor será que describa lo sucedido:
Hoy como todos los días desde que cumplimos 4 años tuvimos entrenamiento, mientras los idiotas de mis hermanos se enfocan en simples aspectos físicos que yo hace años domine yo me concentro en dominar el arte de el viaje en el tiempo.
Admito que suena más atractivo de lo que es en realidad, supongo que algún día será tan atractivo como suena pero no me pueden culpar hasta el momento lo más lejos que me deja llegar el viejo es a simples minutos.
Se que tengo más capacidad que solo eso, que en realidad puedo dominar siglos incluso milenios pero la verdad es que duda de mi el viejo y mientras el diga no...será no.
Hoy acabe más rápido de costumbre y mis hermanos ocupaban más supervisión que la que daba simplemente Pogo así que tuve la libertad de hacer con media hora lo que yo quisiera, una parte de mi la que siempre tiene la razón y a la que debí de haberle hecho caso me dijo que debía de subir a mi habitación y seguir con los cálculos para pasar a los días pero un olor irresistible a galletas me llamo a ir a la cocina.
Se que es de idiotas dejarse llevar por algo que no sea el cerebro pero el estómago ganó esa batalla y baje, pence por un momento que encontraria a mamá cocinando pero grande fue mi sorpresa al ver seis platos con galletas acomodados y a Vanya cantando sin darse cuenta mientras metía otra charola.
He visto a Vanya durante años, somos hermanos y aún que ella nunca ha sido de mi enteres y aclaro antes de que se haga el malentendido que incluso si tuviera poderes no me interesaría por un leve momento cuando giro y me vio y en lugar de poner cara de pena me sonrió sentí algo...
Era como si por un segundo mi corazón hubiera olvidado bombear, lo cual es imposible a menos...¡Que tenga problemas cardíacos!
Eso es...tal vez le exigido más de lo que debería a mi corazón y debería comenzar con dejar de comer las galletas que me regaló Vanya antes de que sufra un infartó.
No es común que las personas jóvenes sufran de esto pero supongo que yo no soy como ellos.
Por dios para que aparentar modestia en este libro que sirve de bitácora...
¡Soy mejor que todos!

Cinco odia sentirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora