too far, too close. ⟨ joerry, sk8 ⟩

Capítulo dos, el final está más cerca de lo que parece, más frío y solitario.

Desde que el concurso fue anunciado no pensó en el miedo, no existía tampoco la ansiedad. No le preocupaba quien fuera su contrincante mientras pudiera llegar a Adam.

Pero ciertamente fue un error no considerar que uno de sus rivales pudiera ser ese chico de ojos celestes, brillantes y curiosos que había llegado para revolucionar a S.

No podía tomarlo por un simple rival, y eso hizo que toda la preocupación que no había tenido llegara de golpe. Aun así no se iba a dejar vencer por eso, usaría todos esos sentimientos tan fuertes y molestos para convertirlos en determinación, haría lo que fuera con tal de ganar.

Y se sentía un poco idiota por eso.

¿Por qué luchaba, después de todo?

Por una causa perdida.

—Los patinadores somos verdaderos idiotas.—soltó sus pensamientos, al menos de una forma que Langa lo entendiera sin entender más allá de lo que podía mostrarle—No es como si nos pagaran, tampoco ganamos valor o admiración de la sociedad. Sólo hace falta un desliz para sufrir gran cantidad de heridas, pero simplemente no puedes parar. Hay que ser muy estúpido como para hacerlo.

Su joven rival parecía ser más perspicaz de lo que hubiera pensado.

—Lo dices como si te divirtiera.

Le sacó una sonrisa. Tal vez era más parecido a Langa de lo que podía percibir en ese instante.

—Es porque soy un idiota, también. Las carreras de S son para averiguar quién es más idiota.

—¿Eso quiere decir que también soy un idiota?

—Uno de los más grandes. Pelear, hacer amigos, arreglarse...—su mente viajaba por los recuerdos de su propia vida sin poder evitarlo, le llenaba de nostalgia y una curiosa cantidad de adrenalina, y sabía que para el menor debía ser igual, se había dado cuenta de la relación que se formaba entre él y Reki—Todo termina mezclándose con el skate de una forma u otra.

Nunca había podido olvidar su mayor meta. No sólo por sí mismo, sino por los sentimientos que Kaoru debía haber guardado por años, lo notaba con facilidad.

Esperaba poder vengarse por ambos.

—Hay alguien a quien quiero golpear y decirle que despierte... así que voy a ganar.

Langa era uno de los pocos patinadores que lo había dejado más que impresionado.

No era sólo su manera única de combinar el skate con el snowboarding, sino la pasión en su expresión y lo impredecible de sus movimientos. Le agradaba mucho, quería verlo crecer como patinador, pero tenía que ganar esa carrera.

Había esperado por ese momento por mucho tiempo, la oportunidad de competir contra Adam. Quería creer que la carrera, ganara o perdiera, implicaría cerrar un ciclo muy importante que lo dejaría en paz. Podría descubrir si podía hacerle frente, si de verdad no tenía ninguna oportunidad... y de paso, mostrarle a Cherry lo increíble que era. Burlarse un poco de él y ganarse su admiración total o confirmar que su puesto siempre sería a su lado, admirándolo sin ser admirado, mucho menos querido de la forma que quería serlo.

Eso era lo que más lo motivaba, para qué mentir. Pero no debía distraerse demasiado, debía estar atento a cualquier posible movimiento del peliazul que estaba a pocos segundos de alcanzarlo en cuanto la carrera empezó.

Su primer movimiento fue agacharse, y ganó así mucha velocidad. Langa podía ser veloz, así que debía usar todas las tácticas que conociera.

Había soñado mil veces con ese momento, iba a dar todo de sí.