too far, too close. ⟨ joerry, sk8 ⟩

Capítulo especial, el día en que ambos lo supieron.

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El inicio del primer año de bachillerato era un acontecimiento importante, los cambios en distintas cosas eran demasiado claras, y una de esas cosas era el interés que empezaban a mostrar las personas entre sí.

Siempre le gustó llamar la atención, al principio era por sus familiares que no dejaban de consentirlo y darle un trato especial por su carisma. Luego fueron sus amigos y algunas chicas, interesados por tenerlo a su lado con tal de contagiarse de sus buenos ánimos, y ya que se notaba en él la madurez y el encanto físico por tanto ejercicio las chicas empezaron a mostrar algo más que simple amistad.

La única persona con la que siempre se mantuvo, a pesar de todo, fue su mejor amigo Kaoru. Y pensar que de todas las personas se sentiría tan cómodo con un pelirosa amargado y cuadrado que resultó tener el mismo gusto por el skate que él... pero le gustaba como eran, y no quería que eso cambiara.

Esa era su forma de justificar que se hubiera preocupado tanto cuando Kaoru le mostró una carta de amor que le habían dejado en su escritorio, citándolo a la terraza esa misma tarde.

—¿Debería ir?—su único alivio era que Kaoru se viera tan desinteresado. No parecía darse cuenta que atraía la mirada de chicas y chicos por esa exótica mezcla de su apariencia fina, su cabello que ya llegaba abajo de sus orejas y su porte firme y masculino. Había escuchado conversaciones sobre él antes, no es que pensara todo eso... no del todo.

—¿Por qué me lo preguntas a mí? Tú eres quien debe decidir si está interesado o no.—cumplió con decirle las cosas con franqueza. Recibió una mala mirada de esos ojos dorados, luego lo escuchó suspirar.

—No estoy interesado, la verdad... pero no ir sería muy grosero, así que tendré que ir.—y antes de que decidiera si preguntarle o no algo tan sencillo pero que le daba vergüenza, Kaoru se le adelantó—¿Podrías esperarme para que nos vayamos juntos?

—Mientras no tardes demasiado, está bien.

El resto del día estuvo más nervioso de lo que el propio citado parecía estarlo. De vez en cuando, al escuchar murmullos y risas de chicas en clase, se giraba para poder averiguar si hablaban sobre Kaoru o no. Quería saber quién era la persona interesada en su mejor amigo, más que por curiosidad para saber si al menos era una persona adecuada, no podría estar con cualquiera.

No descubrió nada para el final del día escolar, así que sólo quedaba esperar a que Kaoru le contara los detalles cuando se encontraran a la salida.

Esperó apoyado en una pared, su pie sobre la patineta para pasar el tiempo, tratando de que sus pensamientos no viajaran hasta inventarse una historia donde Kaoru aceptara salir con la chica misteriosa, porque, ¿si conseguía pareja que sería de ellos? ¿Ya no podrían practicar skate como antes? ¿Con quién haría todas las actividades que la escuela pedía en pareja? No es que no pudiera encontrar a alguien más, pero nadie se comparaba a Kaoru en inteligencia y organización, justo lo que necesitaba. Se complementaban.

Sin darse cuenta ya se había vuelto a sumir en las preocupaciones, pero no duró mucho porque escuchó pasos rápidos desde las escaleras. Se giró a tiempo para ver a una chica de un lindo cabello castaño con los ojos violetas llenos de lágrimas mientras corría a toda velocidad, sabía lo que eso significaba.

No pudo evitar sentirse algo aliviado. Esperó unos segundos más hasta que Kaoru bajó con un paso más calmado, las manos en los bolsillos y su patineta al brazo. Se veía serio, quizás algo preocupado, pero no le dejaría permanecer mucho así.