Confeciones 1/3

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Otro día mas llegaba, Leonardo había decidido levantarse junto con su hermanito y así poder ayudarlo con el desayuno, pero más que nada deseaba confesarle algo.

Mikey despertó tranquilo, ayer había pasado una gran noche, una que hacía años no tenia, mejor aún, pudo estar pegado a su rudo hermano y hasta compartir muy suaves caricias. Feliz entro a la cocina, viendo a Leo.

Mikey: buen día hermano –feliz lo abraza-

Leo: -corresponde y besa su frente- buen día Mikey, pensé en ayudarte a cocinar –sonríe un poco apenado-

Mikey: ¿De verdad? –emocionado, pues nunca creyó que podría pasar algo así-

Leo: si –sonríe y tímido le besa cerca de la boca-

Miguel Ángel sonríe un poco sonrojado y después de decidir que preparar, ambos cocinaron. Leo le observaba preocupado, pues de vez en cuando dejaba lo que hacía para sobar su brazo herido.

Tomo el paño y le ato el brazo, dándole un pequeño beso en la mejilla, realmente estaba nervioso a su lado, no sabía cómo decirle lo que su tonto corazón sentía.

Mikey noto aquello y sonrió enternecido, realmente les había pegado duro que el madurara un poquito. Sabia cuanto lo amaban sus hermanos, pero últimamente no sabía si todo era real o solo parte de su imaginación.

Con paciencia guio a su hermano, y justo a tiempo ya tenían el desayuno, las otras dos tortugas notaron el leve desorden. En cambio Splinter, miraba con orgullo a su hijo mayor, pues había logrado lo que tanto esperaba.

Después del desayuno, entrenaron un rato y después fueron a lo suyo, aunque el mayor de las tortugas, decidió que debía estar con su pequeño y tierno hermano. Fue al cuarto y toco la puerta, escucho el pase y entro.

Luego del entrenamiento, Mikey fue a su cuarto, no había luchado, pero no quería más que dormir un poco, al entrar, vio el desorden que tenía y con calma lo empezó a limpiar. Escucho la puerta y le permitió entrar al individuo.

Leo entro y lo vio limpiar, eso le preocupo pues entendía que no debía moverse mucho. Michelangelo, lo miro y sonrió suave sentándose en la cama.

Leo: no deberías estar haciendo esto -se sienta a su lado muy cerca de el-

Mikey: lo se, pero es que me siento aburrido –susurra-

Leo: jaja, hay dios –suave le toma de la cintura- se paciente hermanito –sonríe-

Mikey: lo sé –suave se apoya en el- pero es que... tenía muchas ilusiones de volver a estar con ustedes –susurra-

Leo: -sorprendido lo acuesta suave- Mikey, nosotros también queremos que estés a nuestro lado –suave le acaricia la mejilla-

Mikey: -lo mira un tanto sonrojado- ¿s-si?

Leo: si –suave lo besa- te amo Mikey y te cuidare mejor de ahora en mas –viéndolo sonrojado-

Miguel Ángel no sabía que responder, aquello lo tomo por sorpresa, no esperaba que su hermano se le confesara tan pronto.

Mikey: Leo –suspira sonrojado- también te amo –lo besa suave-

Leo: -corresponde- ¿Solo a mí?

Mikey: -desvía la mirada- n-no pienso escoger –susurra-

Leo: que bueno –suave le empieza a dar pequeños besos en el cuello- pero queremos que decidas quien ira primero y con quien tendrás a tus hijos –le susurra-

¿Yo, un omega? (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora