Karma

10

En toda la noche,no pude dejar de pensar en la muerte de aquella escoria,por mi mente pasa solamente un pensamiento.

No fue un ataque cualquiera.

El hecho de que le rompieran la mano con la que me tocó,que le cortaran la lengua con la que me insultó,no me parece una simple coincidencia.Y solo me repito la misma pregunta una y otra vez,quien fue y porque.Pero cada vez que trato de imaginar quién fue y porque lo hizo,vuelvo donde empecé,en la nada misma.

Jerry también me contó que encontraron una especie de símbolo en su piel,pero es imposible verla,porque su piel estaba tan destrozada y llena de sangre que era imposible verla.

-¿En que piensas dulzura?-

-En nada Zanahoria¿Cuanto falta para llegar-.Le digo a Jacob

-Me gusta la zanahoria y todo eso,pero quiero otro apodo-.

-¿Como cuál?-.

-No lo sé,algo atrevido,como papi chulo,daddy,mi señor-.

-¿Que tal pastelito?

-¡Nooo!es demasiado dulce,vamos nena se que se te ocurrirá algo que me ponga duro de tan solo escucharlo salir de tus dulces labios-.

-¿Y papi?-.

-Repitelo-.

-Papi-.

Y empieza a orillar el auto en la carretera,y lo apaga,y se saca el cinturón.

-Ven al regazo de papi y repítelo se nuevo-.

Y trato de quitarme el cinturón lo más rápido posible,pero mis ganas me traicionan haciendo que me tarde un poco más,y cuando lo consigo,saltó encima de el como si fuera una presa.

-Papi por favor-.

-¿Que quiere mi nena?¿Quieres el puto mundo?¿Quieres la cabeza del presidente?¿Quieres la luna? Solo pidelo y lo tendrás nena,nos tienes a tu merced-.

Me susurra mientras me besa el cuello y aprieta mi trasero

-¿De verdad?-.

Le doy un beso en la boca

-Si nena,daríamos hasta lo que no tenemos por ti,matariamos a todos el maldito mundo si es lo que deseas,con nosotros a tu lado,tienes el mundo a tus pies-.

-Te equivocas en algo-.

Susurro contra sus labios

-¿En qué?-.

Me pregunta mientras me mira a los ojos

-Yo ya tengo el jodido mundo a mis pies,con o sin ustedes lo tengo,no los nesecito para poner de rodillas a cualquiera-.

Y me inclino a chupar su cuello,tratando de dejar una marca

-Eso dices ahora nena-.

-Ya cállate y follame papi-.

Y abro la cremallera de su pantalón.

-Como mande la reina-.

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-¿Por qué tardaron tanto?-.

Es lo primero que escuchamos al entrar a la casa de los hermanos White.

Se veían enojados.

Furiosos.

Y se ven jodidamente calientes.

Entiendo su enojo,o eso creo.

Se suponía que teníamos que llegar hace una hora,no contestabamos los teléfonos,nada.