Capítulo 14

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Estar en palacio se sentía tan miserable como recordaba.

Nunca fue un lugar especialmente gratos para el, nunca se sintió bienvenido y nunca hubo alguien que lo hiciera menos desesperado por correr fuera del castillo. Para cualquiera este es un castillo de cuentos de hadas, pero este sigue siendo un palacio Real donde se reúnen gran parte de los problemas y muchas veces tuvo que lidiar con campesinos molestos por la falta de agua y caminos con el encargo de hablar con ellos y convencerlos de apaciguar su ira y convencerlos de que vendría una solución.

Todos ellos estaban impacientes y no querían esperar.

Todos ellos esperaban una solución inmediata a todos sus problemas.

Todos ellos eran egoístas que veían solo los sus intereses.

Pedían y pedían obras para un pueblo miserable de 50 habitantes apenas, todos ellos ancianos y adultos.

Cuando proponían sus soluciones ellos no tomaban en cuenta como la desviación de un río afectaría a una provincia entera.

Jennifer Stuart la primera princesa de Sorcier junto con su detestable prometido Silver Randall en varias ocasiones había arrastrado a los tres futuros príncipes consortes, solo Ines se dio cuenta de lo que pasaba y detuvo a Jennifer.

No creyó que la misma historia se repetiría, no después de todo lo que había estado pasando.

Pero nuevamente ahí estaba la princesa con un vestido gris en tonos oscuros contrastante con el gris claro de su cabello, con una sonrisa amplia y amable. Klaus quería escupir, ya no era un idiota que confiaría en ella de nuevo, ahora entendia lo espeluznante y obsesiva que era Jennifer Stuart con sus hermanas que incluso cometería genocidio para mantenerlas sanas y felices sin importar el mundo, sin importar a las personas inocentes y culpables que perjudicaría

Y luego estaba sentado en un sillón junto a una pared Marvin Hunt junto a Sergio Berg que era algo similar, tan patéticos como siempre, con la cabeza gacha y miedoso que le recordaba a Socrates Ascart.

"Mis queridos cuñados, los he citado este día porque yo les daré un adiestramiento sobre deberes reales como futuros príncipes consortes" sonrió acercándose a nosotros casi bailando alegremente mientras lo hacía, la piel de Klaus se erizo.

El mismo discurso acerca de que como príncipes consortes es un gran honor como una gran responsabilidad y bla, bla, bla. Estar a su lado fue tan odioso que Klaus pensó seriamente en matar a Mario Campbell y que viniese Jennie o Keyla a matarle, realmente quería que lo hicieran.

Estuvieron sentados desde el alba hasta el atardecer ordenando papeleo y revisandolo, al final tuvieran que explicar a la princesa y su prometido lo que deducimos y soluciones que proponíamos. Marvin fue tan lamentable como recordó, nunca sintió pena por el y Klaus esta vez se esforzó por hacer su resumen y resolución peor que la suya, igual con la cabeza gacha.

Luego vino Sergio que casi lloraba por el resumen desordenado y una solución igual de mala, en una vida anterior el sonrió orgulloso porque de los tres el era el mejor, pero ahora bajo la cabeza y se mordió los labios no por vergüenza sino por impaciencia de que bodrio acabará de una vez por todas. Ahora sentía empatia y lastima por quienes estaban a su lado, habían caído en las garras codiciosas y locas de la Primera Princesa Jennie Stuart que demostró estar tan cuerda como una cabrá, igual de moralmente antigua.

Esta vez la princesa le dio las mismas palabras de consolación y la mirada decepcionada que a Marvin y Sergio. Silver los guió a sus carruajes y también los dejo ir.

Klaus lo miro mientras se alejaba.

No recibió una invitación para volver a palacio sino hasta mucho después, en sus anteriores vida el había sido convocado al día siguiente acordando con la pareja endemoniada verse tres veces por semana sin decirle a los demás. En ninguna vida Klaus tuvo en cuenta eso y en la restrego en la cara a Marvin cuando discutían más de una vez, se lo contó con orgullo a sus 'amigos' pero no más, el silencio vale más que el oro. El alivio que sintió fue absurdo, no se dio cuenta del miedo y tensión que había acumulado hasta ese momento, se dejó hundir en el viejo sofá de su abuela aspirando el típico olor viejo del cuero. Darse cuenta por fin de que las cosas mejoraban y que no se repetía la misma historia fue raro, el futuro se volvía incierto.

Tratando de huir de la Muerte [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora