Capítulo 1.

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Capítulo 1: Inesperado Cumpleaños

POV Rosé:

Bajé del taxi, estaba lloviendo y corrí los pocos metros para entrar al edificio. El vigilante me saludó con una sonrisa, como siempre, que le devolví amable. Caminé al elevador y apreté el botón para subir, de inmediato se abrió la puerta y entré, toqué el botón del piso 5 y esperé con cierta impaciencia el llegar a mi destino.
Se abrieron las puertas y rápidamente saqué las llaves de mi bolso, abrí y entré al departamento, miré el reloj y faltaba justo una hora para que Jennie pasara por mí, así que de inmediato me metí al baño y me di una rápida ducha.
Terminé de arreglarme justo 5 minutos antes de las 8, salí de la habitación y me senté en el sillón a esperarla.
Me di cuenta que el botón de la contestadora estaba en rojo y parpadeando, señal de que tenía un mensaje, así que lo presioné y escuché, La dulce voz de novia.
-¡Feliz Cumpleaños Rosie!, mi amor, no sabes cómo lamento no poder llevarte hoy a cenar, pero, es imprescindible para la empresa que cierre hoy este contrato, representa muchos millones y por más que le supliqué a Joy que enviara a alguien más no quiso, me reitero que sólo yo podía convencer al cliente, te prometo que te lo recompensaré, recuerda que te amo.
Cerré los ojos resignada y dejé caer mi cabeza en el respaldo del sillón, que inconveniente resulta que tu cumpleaños caiga en un martes y que la única persona que tienes cerca para celebrarlo tenga que cumplir con un compromiso laboral.
Deseé en ese momento seguir viviendo con papá, al menos tendría compañía,entonces recordé que odiaba el clima de Daegu y además no tendría el magnífico empleo que ahora tenía que, aparte de disfrutar, me permite darme varios lujos.
Me levanté del sillón y me dirigí a la cocina, busqué en la alacena de abajo y encontré una botella de vodka a la mitad,la saqué y la coloqué en la mesa, abrí el refrigerador, saqué unos hielos, un jugo de naranja y de la alacena de arriba un vaso.
Coloqué un par de hielos en éste, un poco de vodka y llené el vaso con el jugo. "Feliz cumpleaños Rose", me dije y alcé mi vaso, como brindando con el aire, y le di un trago considerable.
Me senté en una silla del comedor y puse un poco de música, era mi cumpleaños número 24 y lo estaba celebrando sola, lo que orilló a que hiciera un recuento de mi vida.
A decir verdad, la gran mayoría de mis cumpleaños habían sido aburridos, a
excepción de número 22 que Jisoo me organizó una fiesta sorpresa.
En general, mi vida era bastante monótona, centrado básicamente en mi trabajo y en mi novia, una importante corredora de bolsa que me dedicaba las pocas horas que su trabajo le permitía, en cuanto a amigos, sólo dos, mi mejor amiga Jisoo y uno casado Jin. Genial, no tenía opciones de con quién pasar este cumpleaños.
El sonido de mi celular me sacó de esas vacilaciones, me levanté y tomé mi bolsa que había dejado en el mueble junto a la puerta, empecé a buscarlo y entonces encontré con qué entretenerme un rato, mi bolsa era un completo desorden.
Justo cuando tomé el celular dejó de sonar, era mi madre, al menos este año lo recordó, pero la verdad no tenía ganas de escuchar a mi alocada madre, así que volví a sentarme en el comedor y me preparé otro vodka con jugo.
Vacié todo el contenido que había allí sobre la mesa, había un gran surtido: boletos de cine, notas de restaurantes,
servilletas, mentas, plumas, tarjetas, así que empecé a seleccionar lo que podría servirme y lo que era basura. De pronto, una servilleta con algo escrito llamó mi atención, era un número de celular y una frase escrita debajo.

"Clave: ¿Estás libre esta noche?"

Entonces recordé la plática fortuita que había tenido con una chica en el baño de aquel bar al que fui con unos compañeros de la oficina tres semanas atrás.
Ya con unas copas encima me quejé de la poca atención de mi novia, ella sacó una servilleta y anotó esos datos, "no te vas a arrepentir, sólo di la clave y entrarás al paraíso,la chica es una diosa y te aseguro que te dejará sin sentido".
Mire fijamente la servilleta, releí varias veces el número y la frase.
Era una locura, citar a una completa desconocida tan sólo por la inmensa soledad que sentía y, además con qué fines, no iríamos a cenar precisamente.
Esa chica me había dejado muy claras cuáles eran las habilidades de su "amiga", como lo llamó.
¿Y qué más daba hacer una locura en mi cumpleaños?
Siempre he sido una chica muy correcta, ni siquiera me fui de pinta en la escuela y siempre tenía las mejores calificaciones, nunca les había dado un dolor de cabeza a mis padres y mi jefe siempre alababa mi sentido de la responsabilidad.
Así que al diablo con todo, tenía derecho a divertirme, además ya estaba arreglada y alborotada.
Nerviosa tomé mi celular, digité los números, pero al momento
de presionar el botón de llamar me acobardé y entonces terminé presionando el de colgar. Repetí el mismo procedimiento varias veces mientras mi corazón se aceleraba con cada intento.
Bebí el último trago de la bebida y me dio el valor que me faltaba, así que finalmente presioné el botón de llamar mientras sentía los latidos de mi corazón en la garganta y hasta podía escucharlos.

  ¿Estas Libre esta Noche? // Chaelisa GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora