Capítulo 10.

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Capítulo 10: Aprendiendo más de tí

Me mojé de nuevo la cara, no podía llorar, no debía, había sido una aventura que no podía tener un final feliz, quise jugar con fuego y me quemé. ¿Por qué me afectaba tanto que tuviera novia? Yo tenía a Jennie y a Lisa parecía no importarle, estábamos bajo las mismas condiciones. "La vida es un equilibrio y no podemos ir en contra de eso"
¿Acaso a esto se refería? ¿Ella y yo estábamos buscando un equilibrio en nuestras vidas amorosas? Suspiré apoyado en el lavabo, después salí del baño y me acerqué a la mesa a servirme otro jugo.
— ¿Disfrutando del partido? — susurró en mi oído erizando mi piel, pero, ¿qué pretendía esta mujer?
— No tanto como tú — respondí sin mirarla tratando de calmar los latidos de mi corazón.
— ¿No te emociona tanto porque tu novia no está en el terreno de juego? — Volteé a verla más que sorprendida — ella me contó que jugaba cuando iba en la prepa.
— ¿De dónde lo conoces? supongo que dadas las circunstancias te puedo preguntar lo que quiera. — dije dándome la vuelta para enfrentarla, pero dejé una mano en la mesa y la otra me la puse en la cintura.
— Hace un par de semanas cerramos un negocio — dijo sonriendo, quizá por mi comentario anterior — por cierto, es
muy talentosa con los números... y ya veo que para otra cosa también — agregó poniendo su mano en la mesa y rozando la mía, pero yo la retire nerviosa.
— ¿Por qué me llamaste en la tarde? No me digas que no sabías que vendrías aquí.
— No pensaba hacerlo — puso su pie pegado al mío — pero, en vista de que no estabas disponible, no tuve otra opción, jamás me imaginé que tu compromiso fuera éste.
— La vida es un equilibrio — dije irónicamente — No me la paso teniendo sexo todo el día. — agregué un tanto seria.
— Yo tampoco — dijo muy sonriente — aunque... con cierta "desconocida" de ojos color marrón con la que estuve toda la noche del viernes — se acercó a mi oído — sí podría. — agregó en tono sensual disparando todos mis sentidos.
— Basta de juegos... eso no puede continuar, tus reglas están rotas — aseguré haciéndome para atrás.
— En ese caso... disfruta de este otro juego— soltó una risita — es decir, del partido — me guiñó un ojo y luego caminó hacia su lugar.
Yo me quedé ahí parada, sosteniéndome del filo de la mesa, tratando de regular mi respiración. ¿Qué se traía entre manos? ¿Cómo podía ser tan cínica de coquetearme de esa manera cuando su novia estaba ahí y además Jennie?
¿Acaso no le importaba que se dieran cuenta? ¿Ahora ese era su juego? Moví la cabeza y me fui a mi lugar.
El partido terminó, ganaron los Gigantes y Jessica propuso ir a cenar, para celebrar, pero yo les dije que me dolía la cabeza y que mañana tenía que estar muy temprano en la oficina para armar una nueva campaña.
— Ni modo, tú te lo pierdes — dijo Jessica sonriendo — en verdad me dio mucho gusto conocerte — agregó mientras yo pensaba si le daría el mismo gusto saber que me había revolcado con su novia en más de una ocasión.
— El trabajo es primero, ya habrá oportunidad de convivir en
otra ocasión. — intervino Jennie haciendo que yo entrara en pánico. No, yo no podía volver a convivir con ellas.
— Woo, es bueno trabajar, pero no olvidándose de la diversión. — dijo Lisa mirándome.
— Tú porque eres millonaria, pero una que es un simple mortal tiene que echarle todas las ganas al trabajo para conseguir lo que uno quiere. — rebatió Jennie.
— El dinero no lo es todo Jennie, hay que darse tiempo para los placeres que la vida nos da, ¿tú qué opinas...Rosé?
— Que la vida es un equilibrio — repetí desviando mi mirada.
— ¿Lo ves Jenduki? No todo puede ser trabajo.
— Tienes razón Lisa, tienes razón, otro día vamos a cenar.
— Un viernes por ejemplo, para así no tener que levantarse temprano al otro día — propuso Jessica que sostenía a Lisa de un brazo.
— Claro — dijo Jennie titubeante.
Nos despedimos, Jessica volvió a abrazarme mientras Jennie y Lisa hacían lo mismo, definitivamente algo le debía a la vida y ahora me lo estaba cobrando muy caro. Me despedí de mano de Lisa que me regaló otra de sus sonrisas y abracé a Jennie mientras caminábamos al auto.
Agradecía que al fin pudiéramos estar solas porque así podría buscar las respuestas que Lisa no me daría.
— ¿Son geniales, verdad? — exclamó Jennie al subir al auto, que bueno que ella había sacado el tema, así no me vería tan obvia en mis preguntas.
— Sí, ¿cómo fue que los conociste?
— Hace un par de semanas, Lisa fue a la casa de bolsa y ya sabes cómo es Joy, de inmediato me lo mando, estuvimos hablando de negocios y el día que firmamos el contrato fuimos a cenar y llevó a Jessica.
— ¿Es su novia?
— Pues a mí me la presentó como su amiga, creo que se conocen hace muchos años, pero quizá son amigas con derechos.
— Quizá — dije mientras miraba hacia la noche.
En el trayecto a mi departamento me quede dormida. Jennie me despertó suavemente cuando llegamos, adormilada le di un beso y bajé de su auto.
Al entrar a mi habitación pudo más mi curiosidad que mi cansancio, así que encendí la laptop y mientras tanto me puse mi pijama. Una vez conectada a internet me metí a Google, quizá encontraría alguna información de ella. Con los dedos un poco temblorosos tecleé su nombre y aparecieron varias páginas, entré a una donde estaba una especie de biografía.
Lalisa Manoban.
Nació el 27 de marzo de 1997  en la ciudad de Provincia de Buri Ram, Tailandia. Segunda hija del matrimonio conformado por Kim JiSuk, uno de los mejores y más prestigiados neurocirujanos de Asia, y Kim SuYeon, reconocida pintora a lo largo del mismo país. Su hermano mayor, Heechul es jugador profesional de futbol
americano, forma parte del equipo de Pieles Rojas de Washington. Su hermana menor, Somi acaba de graduarse de una prestigiada escuela de diseño de modas de París.
De niña tomo clases de canto y baile, pero siempre mostró su inquietud por los negocios. Estudió en las escuelas más prestigiadas del país y siempre obtuvo las mejores calificaciones. Es egresada de la universidad de Harvard donde cursó Administración de empresas y cuenta con una maestría en Economía de la misma institución.
Actualmente es dueña de una pequeña cadena de hoteles que inició con el LG Imperial de la ciudad de Nueva Jersey,
donde radica por temporadas, su residencia oficial está en Seúl, muy cercana a la de sus padres y también tiene una casa de descanso en Japón.
Desde temprana edad mostró su inquietud por las chicas, ganándose a pulso en la preparatoria y en la universidad la fama de conquistadora que ahora la ha llevado a ser considerada la solterona más codiciada del medio en el que se desenvuelve.
Es socia y vicepresidenta de la fundación que inició hace 15 años su padre, la cual se dedica a ayudar a personas con enfermedades terminales.
Eché un vistazo en otras páginas y, en una de sociales, había fotos de la boda de su hermano, me sorprendió ver que estaba casado con una de las más importantes modelos del país, Im YoonAh, quien era la imagen exclusiva del nuevo perfume del que había estado eligiendo las fotos hace pocas semanas.Y donde casi me caigo de la silla fue cuando mi mente proceso que su hermana es nada más y nada menos que Ennik Somi Douma, mejor conocida como Somi la nueva diseñadora a la que le estábamos organizando el evento del lanzamiento de su línea de ropa y que sería el jueves de la semana siguiente precisamente en uno de los salones del Hotel LG Imperial...

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Grandes cosas se vienen...

Que tal les esta pareciendo? Continuó o la dejó hasta aquí?

Hasta la próxima  :)

~JM~

  ¿Estas Libre esta Noche? // Chaelisa GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora