Capitulo 24.

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Capítulo 24: Estúpida encantadora

Me encontraba en mi departamento esperando a Lisa, que al fin regresaba de Londres, para irnos al aeropuerto, ya que
había llegado la fecha de la boda de Somi. Scott sí me había dado permiso de ausentarme un día. Hwasa, la nueva chica que trabajaba en la agencia, había resultado muy eficiente y de inmediato se puso al corriente de las cuentas, incluso llevó un par de clientes nuevos, así que no hubo ningún problema para tomarme el día.
Cuando escuché que tocaban la puerta mi corazón se aceleró, un mes alejadas había sido una eternidad, a pesar de que diario hablábamos y nos veíamos frecuentemente por la webcam, pero no era para nada lo mismo a sentirla, olerla,
tocarla y demás. Abrí y la recibí con un gran abrazo, nos besamos desesperadamente, su sabor era realmente exquisito, mucho mejor a como lo recordaba y mi cuerpo se estremeció al sentir sus brazos rodearme y sus manos acariciando mi espalda en tanto yo le acariciaba el cuello y sus cabellos, cortamos el beso hasta que ya no podíamos respirar. Lisa tomó mi rostro con sus manos.
— Hola corazón, me alegra tanto volver a estar contigo, te extrañé horrores.
— Yo también te extrañé muchísimo, cariño.
— Este fin de semana será inolvidable, lo prometo — me dio un beso en los labios — vámonos ya, corazón.
Tomó mi maleta y bajamos, volvimos a besarnos en el ascensor mientras con nuestras manos acariciábamos nuestros sexos encima de la ropa. Anhelaba que me hiciera suya en ese momento, pero teníamos el tiempo contado.
Salimos del edificio y nos estaba esperando un taxi, el chofer subió mi maleta a la cajuela y luego de subir, arrancó.
Después de poco más de media hora llegamos al aeropuerto, registramos las maletas y caminamos a la sala de espera, yo me senté y Lisa fue a comprar unos dulces.
— ¡Rosie! — escuché que me dijeron y levanté la vista.
— Loren — exclamé al ver al chico que me miraba con una gran sonrisa.
— El mismo. Wow, que sorpresa, cuanto tiempo, déjame darte un abrazo — dijo y me levanté del asiento — dios, que hermosa te has puesto.
— Gracias, tú siempre tan amable.
— No es amabilidad, es la pura verdad — exclamó separándose, pero sosteniéndome de las manos — de verdad luces maravillosa y radiante.
— Porque la felicidad se refleja en el rostro — exclamó Lisa bastante seria y yo retiré mis manos, entonces ella me abrazó por la cintura acercándome a su cuerpo — y... Rosie y yo somos muy felices, ¿verdad, corazón?, por cierto, ¿no me vas a presentar? — agregó molesta.
— Sí, claro, Loren, un ex compañero de la
preparatoria, ella es Lisa — no pude decir que era mi novia, Loren sabía de mi relación con Jennie y además se llevaban muy bien, había estado en mi fiesta sorpresa de cumpleaños hacía dos años.
— Su novia, para mayor información — añadió aún más molesta.
—¿Lalisa Manoban?, ¿eres hermana de HeeChul, el jugador de Pieles Rojas?
— Sí — respondió en tono seco.
— Encantado de conocerte, admiro mucho a tu hermano, de los mejores jugadores actuales — dijo y le extendió la mano.
— Gracias, siempre somos los mejores en todo lo que hacemos — respondió estrechándole la mano de mala gana y la retiró casi de inmediato.
— Bueno Rosie, me dio muchísimo gusto verte, suerte en tu viaje.
— Gracias Loren, cuídate y buen viaje.
— Hasta luego — dijo incómodo y ya ni siquiera me dio la mano y se alejó.
— Es increíble, te dejo sola dos minutos y cuando regresó te encuentro muy abrazada y de lo más feliz con un tipo cualquiera que después te toma de las manos como si nada.
— No era un tipo cualquiera, fuimos juntos a la preparatoria y solíamos ser amigos, no estaba intentando besarme como la
tal Lizzy a ti, ni me coqueteó en tu cara.
— "De verdad luces maravillosa y radiante" — exclamó arremedando su voz — ¿crees que soy idiota?, eso es coquetear aquí y en China.
— Era un cumplido de amigos, verdaderos amigos no como "tu amiguita" Lizzy, que casi se te echa encima en plena calle, ya me imagino que clase de amigos eran.
— ¿Y por qué la juzgas?, al menos ella no tenía novia cuando se acostó conmigo.
No pude creer que me echara eso en cara, la rabia y la desilusión me inundaron y le di una fuerte bofetada que hasta le volteé la cabeza de lado.
— No quiero volver a verte en mi vida — dije con los dientes apretados tratando de contener el llanto y me alejé.
— Perdóname Rosie, por favor, perdóname no quise decir eso — dijo en tono suplicante alcanzándome y abrazándome
por detrás.
— Suéltame, no quisiste decirlo, pero lo hiciste y no puedes borrarlo con un simple perdóname — dije con la voz entrecortada por las lágrimas
— Soy una completa idiota, lo sé, golpéame todo lo que quieras, pero no me dejes, por favor, te quiero demasiado y los celos me trastornan, no concibo la idea de que otra o otro te abrace y te agarre, perdóname te lo suplico.
— Piensas que voy a hacerte lo mismo que a Jennie, ¿verdad? — dije soltándome y volteando para encararla, limpiándome furiosa las lágrimas.
— No, por supuesto que no, lo nuestro es muy diferente, su relación ya estaba rota cuando yo llegué a tu vida y ella no te
quería como yo, perdóname Rosie, te lo ruego — agregó y vi que se iba a hincar, pero la detuve.
— No hagas eso por favor, no me hagas quedar en ridículo frente a la gente.
— Haré lo que sea con tal de que me perdones, eres lo más importante en mi vida, ya te lo he dicho y no me cansaré de
repetirlo — dijo con lágrimas en los ojos.
— Vaya forma de demostrarlo.
— Perdóname, el amor que siento por ti es demasiado intenso, por eso me enferma verte con alguien más, pero no es que dude de ti, por favor, perdóname, ya llamaron para abordar el avión, te juro que te lo recompensaré, no me dejes y menos ahora, mi familia nos espera, te lo suplico — agregó y una lágrima resbaló por su mejilla.
— Eres increíble Lisa — guardé silencio unos segundos — iré contigo, porque Somi me invitó directamente, pero no sé si pueda perdonarte, me dolió muchísimo lo que me dijiste, me llamaste como si fuese una cualquiera.
— No, te juro que no quise decir eso, la rabia me hizo decir semejante estupidez, pero jamás he pensado que lo seas.
Volvieron a llamar para abordar el avión, así que caminé y ella me alcanzó, abordamos y tomamos nuestros respectivos lugares, me abroché el cinturón de seguridad y cerré los ojos.
No quería hablar con ella, había sido un golpe muy bajo y no me lo merecía, ella era la menos indicada para reprocharme ese
tipo de cosas, con todo el historial que tenía.
Minutos después me levanté y fui al baño, me eché agua en la cara y me quedé apoyado en el lavabo después de secarme, tocaron a la puerta y dije que estaba ocupado, pero insistieron,suspiré y la abrí, era Lisa que me hizo entrar de nuevo y ella también entró cerrando la puerta con seguro.
— ¿Qué haces?, ¿estás loca?
— Sí, completamente loca por ti -respondió y me besó, pero no le correspondí.
Sus manos acariciaron mi cuerpo mientras su boca luchaba por abrirse paso en la mía, quería resistirme, pero el lugar era tan estrecho que nuestros cuerpos estaban muy juntos y la verdad es que la necesitaba con urgencia, a pesar de que a
veces jugábamos por la webcam no se comparaba a tenerla en vivo, a sentir su aliento, percibir su delicioso olor, sus
manos acariciándome y el sabor de sus besos que me habían excitado desde que pasó por mí al departamento. Así que dejé de luchar y le correspondí el beso desenfrenadamente mientras nuestras manos presurosas desabrocharon los
pantalones de ambas que bajamos hasta los tobillos.
Pegó aún más su cuerpo sin entrar todavía en mí en tanto seguíamos besándonos con desesperación, yo estaba lista para recibirla, así que ella separó sólo lo suficiente mi pierna para entrar en mí, finalmente, me mordió el labio inferior,
mientras se movía rápidamente dentro y fuera de mi cuerpo, yo me aferré a su espalda y eché mi cabeza hacia atrás que
topó con la pared, ella me mordisqueó el cuello siguiendo con sus movimientos veloces hasta que ambas alcanzamos el
clímax y nos besamos para acallar los gemidos.
Yo tenía los ojos cerrados y nos separamos sólo lo mínimo, ella seguía estando dentro de mí y sus labios rozaban los míos, después abrí los ojos y la miré fijamente al igual que ella a mí.
— ¿Ya me perdonas?, por favor — dijo con un hilo de voz.
— No abuses de mi vulnerabilidad en este momento.
— Sé que soy una idiota y no merezco tu perdón, la única defensa que tengo es este amor que cada día crece más y me supera, por eso dije eso, sin pensar.
— ¡Dios!, Lalisa, en verdad quiero estar enojada contigo, muy enojada, incluso quisiera odiarte en este instante, pero no
puedo, ejerces demasiado poder en mí, estoy completamente enamorado de ti y abusas porque lo sabes.
— Jamás he querido abusar de ti, entonces, ¿sí me perdonas?
— La verdad no lo sé, no será fácil olvidar lo que me dijiste.
— Haré que lo olvides, lo juro por nuestro amor.
— Si no te quisiera tanto, juro que no hubiera subido a este avión por nada del mundo.
— Sabes que yo te quiero, tanto como tú a mí, eso jamás lo olvides.
— Tú tampoco Lisa, porque el amor puede acabarse en cualquier momento, yo lo sé muy bien y no me gustaría que esto acabará mal.
— Entonces, ¿sí me perdonas? — insistió en tono más suplicante.
— Depende como te portes, salgamos ya, ¿sí?, no quiero que alguien nos descubra.
Me dio un beso presionando fuerte mis labios y salió de mí, nos subimos rápidamente los pantalones y salimos de ahí, tratando que nadie se diera cuenta que lo hacíamos del mismo baño, tomamos de nuevo nuestros asientos y me abrazó,
después se separó un poco y sacó una hoja de su pantalón.
— Casi se me olvidaba, toma, repasa esto porque vas a ayudarme a darles una sorpresa a Somi y DaeHyeon — dijo entregándomela y la empecé a leer.
— ¿Es una canción? — pregunté con pánico ante la idea de la sorpresa.
— Sí, la cantaremos en el ensayo de la boda.
— Oh no Lalisa, no habrá manera de que me hagas cantar frente a tu familia.
— Oh sí lo harás Rosé, no quiero adelantar mi discurso de .añana de la recepción oficial, así que hoy cantaremos.
— No, de ninguna manera.
— ¿Ni por qué te lo pido yo? — dijo rozando mi nariz con la suya.
— ¿Te lo mereces? — repliqué tratando de no caer en su encanto.
— Tal vez no, pero entonces, hazlo por Somi, no se lo espera y le encantará.
— Me da vergüenza cantar en público — finalmente acepté.
— Pero, lo haces muy bien, en serio, además, yo no soy cantante profesional tampoco — señaló acariciando mi mejilla
con las yemas de sus dedos.
— Pero, estoy segura que cantas mejor que yo.
— Claro que no, anda corazón, por favor.
— Pero, Lisa, sólo he cantado en la ducha.
— Y te repito que no lo haces mal — me dio un suave beso en los labios — piensa que es un regalo para mi hermana pequeña, anda di que sí.
— Lo voy a pensar, ¿ok?
— Está bien, por ahora me conformo con eso.
Terminé de leer la canción y era realmente hermosa, todo lo que decía yo lo sentía por Lisa, a pesar de sus arranques de celos, entonces, me entró la curiosidad por
conocer la historia de amor de Somi y DaeHyeon.
— Lisa, está canción es preciosa.
— Yo la escribí — dijo muy orgullosa.
— ¿En serio? — pregunté más que sorprendido.
— Sí, ahora que estuve en Europa, en mis ratos de soledad.
— Y por cierto, ¿cómo fue que se conocieron Somi y DaeHyeon?
— Por YoonAh, es su hermana, ella y HeeChul estuvieron juntos en la preparatoria y se hicieron novios, pasó con nosotros una Navidad y DaeHyeon la acompañó, la chispa surgió a primera vista, esa semana no se separaron ni un
momento Somi y él, pero eran muy jóvenes los dos, después se dejaron de ver un tiempo y cuando volvieron a reunirse se hicieron novios, luego ella se fue a Paris y él la esperó, en cuanto regresó le pidió matrimonio y de inmediato empezaron con los preparativos, ¿te acuerdas que cuando nos conocimos te dije que no estaba disponible el fin de semana?
— Por supuesto que lo recuerdo — respondí mientras me ruborizaba, me habían pasado mil rollos por la cabeza por su ausencia y aparte había hecho su extraña sugerencia.
— Ese fin de semana fue cuando hicieron formal su compromiso, así que tuve que volar a Seattle para estar presente.
— Yo pensé que... eras casada y tenías que estar con tu familia.
— ¿En serio pensaste que era casada?
— Sí, eran tan raras esas reglas que pensé que las tenías por temor a que tu esposa descubriera tu secreto.
— Ay corazón, tienes una mente muy creativa, pero te equivocaste, sí estuve con mi familia, pero con mis padres y mis hermanos.
— Jamás se me ocurrió.
— Por cierto, tú no me has contado nada de tu familia.
— No hay mucho que contar, soy hija única, mis padres se divorciaron cuando yo tenía cinco años y viví con mi padre,
hasta los dieciséis, cuando se casó por segunda vez me fui a vivir con mamá hasta que terminé la carrera y luego me fui a
Daegu por el trabajo, pero ellos son muy fríos, hace mucho que no hablamos, mi madre viaja constantemente porque su
prometido es basquetbolista y mi padre es jefe de policía, así que siempre está ocupado y también volvió a casarse hace
año y medio.
— Me apena escuchar eso, no tienen idea de la magnífica hija que tienen.
— Gracias, pero nunca fui prioridad en sus vidas, ambos son muy egoístas.
— Que mal, la familia es muy importante, quizá deberías tú de dar el paso para acercarse a ellos, estoy seguro que te aman.
— Supongo que sí, pero no sé, me cuesta trabajo acercarme a ellos, a pesar que viví con ambos son prácticamente desconocidos para mí, los veía muy poco.
— Deberías hacer el intento, me gustaría conocerlos pronto.
— Lo intentaré, pero no te prometo nada.
Finalmente llegamos a Miami, tomamos un taxi y Lisa le dio la dirección. Al llegar, y mientras bajaban las maletas de la  cajuela, observé la casa y quedé maravillada, era enorme, de tres pisos y una fachada blanca de portada de revista de arquitectura. Un sirviente salió y metió las maletas, Lisa entrelazó su mano con la mía y entramos.
Caminamos por un largo pasillo y en ambos costados había varios autos último modelo de diversas marcas y colores.
Llegamos a la sala que era bastante amplia y en un lado había una escalera de caracol, yo sentí que los nervios me inundaron por completo al ver a toda su familia de pie
esperándonos, Lisa notó mi nerviosismo porque me temblaba la mano y me la apretó con fuerza dándome confianza mientras sentía la mirada de los seis integrantes que parecían estarme analizando.

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La Rosita ya va a conocer a los suegritos...
Que nervios jajaja

He hasta aquí el capitulo de hoy, nos leemos luegos.

Hasta la próxima ,cuidense.

~JM~

  ¿Estas Libre esta Noche? // Chaelisa GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora