XIII: Rencor

764 63 32
                                    

Escucho el ruido del motor rugir cada tanto, constantemente ronronea debajo de mí, haciendo vibrar a todo mi cuerpo consigo, así que en todo momento me encuentro en movimiento arriba de esta cosa.

Me había abrazado sobre ella, ya que las motocicletas van muy rápido, y la velocidad me asusta, asi que puse mis ojos en su espalda... como no veia nada, imagenes aparecian en mi mente, recuerdos, sobre todo lo que me molestaba y dolía. No me habia dado cuenta hasta que punto me habían hecho llorar otra vez. Vuelvo a sentir mis ojos hinchados.

Haruka:- Puedo sentir mi espalda mojada por unas pequeñas gotas... y por lo que parece no está lloviendo.- Haciendo referencia a mi llanto silencioso, me hace sacar mi cara de su espalda apenas un poco. De esta manera veo la ciudad que se mueve en cámara rápida, marea un poco la vista, pero de a poco te vas acostumbrando.

El viento seca mis lágrimas a medida que se despiden de mis ojos, entierro aún más mi rostro en su chaqueta suavecita, puedo sentir el calor de su cuerpo a través de ella...

Y otra vez ese aroma... ese que me hace sentir segura, esta impregnado en todo su ser...
¿De donde lo había sentido antes?, Ya ni puedo recordarlo.

Mis manos están frías, por el viento veloz que nos azota por la velocidad a la que vamos, rodeo firmemente su cintura, arrugando su camisa blanca...

Extrañamente, a la vez que me sentía asustada al principio, me empecé a sentir eufórica. A medida que viajamos... el sentir como volamos en el viento me da una aceleración y adrenalina inesperadamente placenteros. Me hacía temblar la ausencia de control que te da estar sobre una motocicleta, pero justamente ese desenfreno, que hace tu corazón latir fuertemente, también te hace sentir el deleite del peligro, ese poder loco que activa tu cuerpo y lo despierta.

Realmente este paseo, esta situación completamente anormal a mi rutina, me ha cambiado el humor. Ahora siento como mi cuerpo deja de tensionarse, estamos yendo a un ritmo muy lindo, ya no tan fuerte, ya no marea, haciendo que me acomode más cómodamente detrás de ella.
Si bien tengo el corazón completamente desbocado, no se bien si es por la velocidad de la moto, o la adrenalina de estar agarrada tan fuertemente a Haruka. De todas formas, me siento bien, encontré una rara calma en medio de esta excitación.
Es como sentirse a gusto en medio de una marea incontrolable, a eso que llaman "sentirse vivo" y con el riesgo que implica vivir.

Me siento lo suficientemente atrevida como para hechar un vistazo por sobre el hombro de Haruka, a pesar de llevar casco, puedo sentir su cuerpo. Le noto estremecerse por el contacto que hacemos, enseguida le escucho hablar.

-Ya estás cómoda?- Me río, su comentario me da ganas de quedarme en esa posición el resto del camino.
Además puedo apreciar mejor la vista al frente, ahora hay más tráfico que antes, por lo que vamos casi a paso tortuga, porque es de mediodía, pero eso me agrada más.

Al cabo de unos minutos, salimos de la calle principal y nos dirigimos a una especie de bosque, tipo parque alejado. Noto que Haruka busca estacionar, cuando para, me separo y ella baja primero, luego me toma por la cintura para ayudarme a bajarme yo también.

Nos sacamos los cascos y ella los deja sobre la moto, me tomo un momento para ver mi entorno, nos encontramos en un extenso parque sin flores, pero con muchos árboles y viento salvaje.

-No suelo invitar a nadie más cuando voy a dar vueltas en mi motocicleta pero...- Se corta en medio de la frase como si realmente no supiera lo que va a decir a continuación...

-Suponía que tenías cierto aire solitario Haruka... no eres del tipo sociable no es así?- Suelta una breve risa contenida.

-Me gusta pasar el tiempo sola, para pensar o calmar mis emociones. Aunque suene irónico , la velocidad de las carreras me mantiene con tranquilidad... me alivia la mente.-

Sailor Stars: El Resurgir De La LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora